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Año 10 • No. 450 • Agosto 22 de 2011 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

Universitarios rescatan archivo fotográfico de Ciudad Mendoza

El acervo original de este recinto fue enriquecido con las fotografías de los mendocinos, quienes permitieron la digitalización de sus colecciones personales

Susana Castillo

Imágenes que hasta hace unos meses descansaban entre las páginas de un libro o debajo de un colchón, ya forman parte del Archivo Fotográfico de Ciudad Mendoza que se presentó el pasado 20 de agosto, en el Museo Comunitario anexo a la fábrica textil Santa Rosa.

Éste es resultado del proyecto de rescate encabezado por Bernardo García y Alan Morgado, investigador y alumno de la Universidad Veracruzana (UV), respectivamente.

Morgado, quien cursa el noveno semestre de la Licenciatura en Fotografía, relató que la idea de integrar el archivo surgió como parte de su servicio social, motivado por tres aspectos: es oriundo de Ciudad Mendoza, su historia personal está ligada a la fotografía y para él las imágenes son un reflejo de la identidad histórica, estética, social, geográfica y política.

Tras plantearle lo anterior a Bernardo García, director del Museo e integrante del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH-S), y comentarle que le gustaría que el punto de partida fuera el archivo fotográfico del recinto, el investigador aprobó la propuesta y Alan comenzó a trabajar en enero de 2011.



Fotografía tomada el 16 de septiembre de 1927, en el desfile conmemorativo de la Independencia

“El primer paso fue estabilizar tal fondo, compilarlo en su totalidad e iniciar todo el proceso de archivística y conservación.”

Pero la intención era enriquecer el acervo, “así que se invitó a las familias a colaborar, pidiéndoles nos permitieran digitalizar su material fotográfico para integrarlo en un fondo que llevaría su nombre”.



Integrantes de la Asociación de Charros
con Eucario León, fechada el 16 de septiembre de 1947
Para ello, el universitario llevó todo el equipo necesario a cada hogar y pudo observar las condiciones “inesperadas” en que estaban las fotografías, “desde aquella que estuvo durante años entre las páginas de un libro, hasta las que estaban debajo de un colchón”.

Una vez que tuvieron las imágenes en formato impreso y digital, siguió el proceso de estabilización, conservación y archivo. Después de consultar fuentes especializadas “creamos nuestro propio manual, especificando los cuidados necesarios para cada fotografía, según su formato”.

Como parte del trabajo “se limpiaron las fotos y se crearon guardas con materiales especiales libres de ácido para cada una de éstas, además de ser almacenadas en cajas de polipropileno y dentro de una de las salas del Museo, en donde se podía garantizar la temperatura y humedad requeridas”.

A cada imagen se le asignó un número de inventario y éste se registró en un libro con la siguiente información: título, autor, fecha, lugar, tema, género y datos técnicos de origen. Además se apuntó el número de ejemplares de las impresiones en bóveda y de las digitalizaciones, negativos e internegativos.

El proceso incluyó la transcripción de las anotaciones que algunas fotografías traían, “y la descripción a cargo del dueño de cada foto, o en su caso, a cargo del historiador”.

Así, actualmente la colección cuenta con 696 positivos, 96 tiras de negativos y más de mil 389 archivos digitales, documentos que abarcan de 1869 a la década del setenta. Algunos de éstos pueden revisarse en www.museomendoza.com

Respecto de este rescate del patrimonio visual, Morgado opinó: “Me parece interesante imaginar lo grato que sería rescatar localmente la memoria visual de cada uno de los pueblos que conforman nuestro país. Si una imagen dice más que mil palabras, ¿acaso no sería bueno contar con tantas fototecas como bibliotecas?”.