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El grave problema que representa el deterioro y la deforestación
del Cofre de Perote, al igual que de otras regiones del país,
"se debe a la acción de la sociedad, a la irresponsabilidad
de los funcionarios del gobierno estatal y federal, al poco aporte
de las universidades en conocimiento y a las organizaciones sociales
que intervienen sin hacer lo suficiente", aseguró el
director del Instituto de Genética Forestal de la UV (IGF),
Juan Alba Landa, quien subrayó que la corrupción e
impunidad en la explotación irracional e ilegal del Cofre
de Perote no se resuelve con reformar la Ley Forestal e imponer
mayores sanciones, "esto tiene un origen de desigualdad social".
Biólogo
por la UV, especialista en suelos por la UNAM y maestro en genética
forestal por la Universidad de Carolina del Norte y el Servicio
Forestal de los EUA, Alba Landa señaló: "en los
últimos 24 años he conocido campañas y programas
de reforestación en los que gobernadores de distintos estados
han invertido y apostado dinero; si en estos 24 años se hubieran
plantado los bosques hoy tendríamos árboles con un
mínimo de 24 años de edad que serían bosques
enteros, y lo cierto es que en todo México se registra muy
baja actividad forestal.
"Se
han tomado muchas medidas y estrategias, la sociedad ha demandado
esto y los gobiernos han invertido en muchos programas como Procampo,
Profor, Plansur, Plafosur, Planfonorte y todos los habidos; sin
embargo, a pesar de ser bien intencionados los resultados no han
sido satisfactorios porque no hay un conocimiento de los recursos
de México. No hay conocimiento regional ni autóctono,
hacemos aplicaciones importando conocimientos de los EUA, Finlandia
o Sudáfrica. La biodiversidad de estos países es menor
a la de México, nosotros tenemos altas y bajas montañas,
cuencas, exposiciones de laderas orientadas hacia todas las partes
de exposición solar".
Coincidió
en que el Cofre de Perote debe ser administrado y protegido por
el gobierno del estado: "La restauración de las zonas
dañadas debe ser un problema y una responsabilidad del Estado
y los distintos niveles de gobierno federal, estatal y municipal,
porque la restauración no sólo son espacios físicos
sino el reordenamiento biológico de muchas comunidades y
especies que pueden estar en peligro de extinción".
Agregó
que en este nuevo intento de rescate del Cofre de Perote los distintos
niveles de gobierno deben "dejar las estrategias tradicionales,
las inercias de antaño, pues hay que despojarse de las políticas
de seis años y empaparse de bienestar social. Hay estrategias
a largo plazo que no son importantes para ningún gobernante,
ellos quieren vestirse a seis años; ahora deben partir de
los resultados de investigaciones serias para diseñar nuevas
estrategias de protección y restauración de las zonas
dañadas.
"Hasta
nuestra propia universidad parece que ya se convirtió en
una maquiladora del programa forestal de la Comisión Nacional
Forestal (Conafor). A lo mejor desde el punto de vista gubernamental
e institucional es valioso porque aparecemos en informes, con rubros
y con una serie de cosas, pero esa no es la solución en nada
ayuda al rescate del Cofre de Perote. Como universitarios necesitamos
hacer un trabajo de excelencia, ahora que esta de moda método
basado en el conocimiento, pero no el conocimiento basado en que
se me ocurrió y en la experiencia que tuve durante 50 años
de trabajar con varios gobiernos, sino el conocimiento basado en
la investigación experimental, en las pruebas, resultados,
escritos."
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