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Año 10 • No. 435 • Marzo 22 de 2011 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

Remota posibilidad de que ocurra en el Golfo de México

México tiene definidas zonas
de peligro ante tsunamis

David Sandoval

Los científicos mexicanos han desarrollado mapas que contemplan los peligros potenciales que generaría la llegada de un tsunami a distintas ciudades de la República, además de contar con modelos matemáticos que ofrecen cálculos respecto a la magnitud y tiempo de llegada de las olas, expresó Ignacio Mora González, director del Centro de Ciencias de la Tierra de la Universidad Veracruzana (UV).

Respecto al sismo ocurrido en las costas de Japón el pasado 11 de marzo, el académico comentó que es en las costas del Océano Pacífico donde se disipa el 85 por ciento de la energía sísmica promedio anualmente, “el 15 por ciento restante ocurre en otras partes del mundo, ya que alrededor del Pacífico es donde existen más volcanes y ocurren más terremotos, inclusive los más intensos han ocurrido en esta región”.

Entre los efectos de un temblor con magnitud de nueve grados en la escala abierta, como fue el de Japón, “la liberación de energía equivalente sería de un millón de bombas atómicas”, apuntó, “los sismos que han provocado tsunamis son de magnitudes semejantes”.

Cuando ocurren sismos de esta magnitud en el mar, detalló, al romperse las placas tectónicas “se libera la energía y en algunas ocasiones el temblor no ocurre con un movimiento vertical súbito, pero si tiene este componente, lo más probable es que se genere un tsunami”, la palabra misma proviene del japonés y significa “la ola que llega”.

En ese sentido, Mora González subrayó: “Lo que puede salvar vidas es tener una red que nos alerte de la llegada del tsunami, que permita desalojar las playas. Aquí en México tenemos planos de ciudades en donde están definidas las zonas de riesgo, de acuerdo con el peligro que representan los tsunamis para nuestras costas occidentales”.

Existe un modelo matemático desarrollado por el Centro de Investigación Científica y Educación Superior de Ensenada, Baja California (CICESE), que analiza cuando se genera un tsunami y permite predecir la hora en que llegará a las costas de México y de cualquier país en el litoral del Pacífico, generando también un pronóstico sobre la altura de las olas.

Manifestó que su funcionamiento es semejante al sistema de alertamiento sísmico de la República Mexicana, considerando que los sismos más fuertes ocurren en las costas del Pacífico y para ciudades como el Distrito Federal permite un lapso de tiempo, aproximadamente de un minuto, para prevenirse sobre la llegada del temblor.

“En el Océano Atlántico no hay características para que ocurran temblores de la magnitud que puedan provocar un tsunami, es muy remota la posibilidad de un tsunami; no obstante, existe el volcán de La Vieja en las Islas Canarias, que está fracturado y se ha conjeturado que si se partiera y derrumbara, cayendo súbitamente al mar, provocaría un tsunami de consecuencias graves que llegaría hasta Nueva York, pero si el movimiento es gradual no ocurriría”, comentó el investigador.

El Golfo de México es una cuenca relativamente cerrada, porque tiene a la península de Florida, las islas del mar Caribe y la península de Yucatán, ello no permitiría que entrara con toda la fuerza un tsunami, puntualizó.

En relación con el riesgo sobre la planta nucleoeléctrica de Laguna Verde, el académico señaló: “No hay zonas sin sismicidad en el mundo, pero en el caso de la planta nucleoeléctrica de Laguna Verde se hicieron estudios sísmicos desde 1968 y posteriormente se ha recalculado la sismicidad probable; se ha visto que la planta está diseñada para resistir un sismo con la misma intensidad que el mayor sismo registrado en Veracruz, si ocurriera hipotéticamente a 10 kilómetros de distancia”.