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Año 9 / No. 381 / Diciembre 7 de 2009 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

Esto no se ve mucho en EUA. Definitivamente en Latinoamérica están haciendo mejor las cosas, subrayó el vibrafonista Dave Samuels

Como “uno de los mejores festivales de jazz a nivel internacional” lo calificó el baterista Francisco Mela

Marcelo Sánchez Cruz y David Sandoval

Reconocidas figuras del jazz como Eddie Gómez, Guillermo Paredes y Luc Delannoy se unieron a jóvenes talentos como Jason Palmer, Nir Felder, Osmany Paredes, Christopher Crenshaw y Stantawn Kendrick en la Universidad Veracruzana (UV) para crear, junto a los talentos nacionales, el más grande movimiento de jazz que se recuerde recientemente en nuestro país.

En seis días intensos se compartieron experiencias de vida, de aprendizaje, de anécdotas pero, sobre todo, de música. Los jóvenes estudiantes del movimiento Jazzuv abarrotaron las clases maestras y aquellos que viajaron desde ciudades como Nueva York o Texas quedaron gratamente sorprendidos al comprobar que Latinoamérica tiene al menos un programa de jazz de este tipo.

Latinoamérica está haciendo mejor las cosas: Dave Samuels
Dave Samuels, vibrafonista de múltiples intereses, comparó en su clase maestra a la música con un lenguaje, esa frase tan repasada de considerarla como “el lenguaje universal” le parece correcta. “He tocado con músicos que recién conocía y a pesar de no hablar el mismo idioma, tocamos muy bien”, confirmó.

“Es una idea excelente, que sea posible conversar con ellos en un programa académico es extraordinario. Esto no se ve mucho en los Estados Unidos. Definitivamente en Latinoamérica están haciendo mejor las cosas, son más organizados y tiene uno la posibilidad de encontrarse en esta ciudad, tocando y conversando con jóvenes que quieren saber de jazz”.

Jason Palmer, considerado entre los jazzistas más aclamados de su generación, impartió una clase maestra en la que habló sobre el ego, la formación musical y dio su concepto de éxito, a pregunta expresa de una de las jóvenes estudiantes. “Es una pregunta muy difícil”, dijo, “pero comienza cuando llegas a tocar con las personas que admiras, luego cuando puedes tocar las composiciones de tus amigos y después cuando puedes tocar con ellos: eso significa la felicidad para mí”.

En este mismo tema, Edward Pérez, joven bajista del Triastic Project, apuntó: “Me parece fascinante que los jóvenes se interesen en el jazz, son pocas las ocasiones que podemos ver a estudiantes jóvenes interesados por el jazz y en una ciudad de América Latina, creo que eso es lo más importante”.

Respecto a la idea de un festival de jazz en el cual se imparten clases maestras durante el día y conciertos con sesiones de improvisación, en las cuales pueden participar los estudiantes, Pérez consideró que es una idea muy original y reconoció que le gustaría mucho participar en futuras ediciones.

En su participación, el guitarrista estadounidense Nir Felder invitó a los jóvenes a llevar sus capacidades a prueba, manteniendo siempre una disciplina de trabajo.

Expresó que el formato del Festival Jazzuv resulta muy atractivo por su vinculación directa con los estudiantes y el público: “Es impresionante estar en un festival que tiene tal vinculación con la sociedad, me ha impresionado el entusiasmo e interés de los alumnos, es muy estimulante participar”, afirmó.

Ocho clases magistrales comprendieron la actividad académica: con una hora y media de duración, los músicos participantes brindaron importantes perspectivas sobre el aprendizaje, las técnicas y estilo en la ejecución musical, pero, lo más importante, compartieron su gusto por el jazz y la pasión que significa vivir interpretando este género.

El percusionista cubano radicado en Nueva York, Francisco Mela, planteó a los jóvenes músicos la importancia de asumir responsabilidad personal por su aprendizaje, pues ese compromiso redituará en todos los aspectos de su vida.

Mela refirió que la iniciativa de la UV de generar un festival que combine la comunicación personal entre músicos con presentaciones en vivo, coloca a Jazzuv como uno de los mejores festivales de Jazz a nivel internacional.

En su clase magistral, el saxofonista Daniel Smith aseveró que el jazz es una expresión musical que requiere vivir en una comunidad y que el ambiente generado en Jazzuv augura una larga y saludable vida al jazz en Veracruz.

“La magia del jazz es que crea una serie de vínculos entre los músicos que los convierte en una comunidad; gracias a Jazzuv la comunidad jazzística en México, especialmente en Veracruz, es vital, unida y fuerte, eso le augura un gran futuro al Festival”, afirmó el saxofonista.

Calidad y continuidad del Jazzuv
Las opiniones de los músicos anfitriones, así como de los estudiantes, coincideron con la de los invitados, como lo apuntó Francisco Castañeda, maestro de vibráfono del movimiento Jazzuv: “Es difícil decir qué ha sido lo más sobresaliente, es mi primer festival y estoy impactado con muchas cosas, todos los músicos tocan increíble, los músicos que residen aquí han estado a la altura, todos han sido partícipes de que tenga esta altura”.

Respecto al público mayoritario, compuesto por estudiantes universitarios, agregó: “Es muy bueno que la gente joven se acerque al festival porque es de donde provendrán las siguientes generaciones del movimiento del jazz en México”.

Asimismo, estudiantes como Marisela Monserrat Medina Marmolejo señalaron: “Es una educación completa porque los ves tocar y a la vez en las clases hablan de su experiencia, que te nutre y te educa muchísimo más a lo que puedes ver en un libro”, explicó la estudiante de percusiones en Jazzuv.

“Las clases maestras de Jason Palmer y Daniel Smith hablaron de todo, me gustó que nos platicaran sus experiencias y sus consejos; espero que se mantenga porque la idea que se tiene está muy bien planteada”, dijo Medina Marmolejo, quien estudia percusiones latinas.

El jazz es una manera de hacer las cosas, incluso educar: Edgar Dorantes
La noche del 2 de diciembre, Jazzuv reunió a tres generaciones distintas de músicos en un mismo escenario: consagrados como el bajista Eddie Gómez, el mismo Dave Samuels y los jóvenes Jason Palmer, Stantawn Kendrick y Nir Felder, quienes no alcanzan todavía los 30 años.

Eso no fue todo: sostenidos por los estudiantes del movimiento Jazzuv y sus docentes-ejecutantes, interpretaron clásicos de Thad Jones, Horace Silver y No me platiques más de Vicente Garrido, combinados con composiciones –arregladas para la ocasión– de Edgar Dorantes y Rodrigo Villanueva, directores ambos de la Big Band Jazzuv.

“Parafraseando al famoso jazzista norteamericano Jelly Roll Morton: el jazz no es una forma musical; el blues sí lo es, el ragtime sí lo es, tienen estructuras, tienen formas definidas, el jazz es una manera de hacer las cosas y, por eso, todo se puede jazzear: de esa manera vemos la educación”, comentó Edgar Dorantes.

En Jazzuv diseñamos un programa de estudios que se basa en un criterio específico de conocimientos, habilidades y actitudes; no descuidamos las dos primeras, pero damos mayor peso a las actitudes, porque son las que definen cómo una persona puede trabajar en la sociedad, añadió el mismo Dorantes.

En Jazzuv diseñamos un programa de estudios que se basa en un criterio específico de conocimientos, habilidades y actitudes; no descuidamos las dos primeras, pero damos mayor peso a las actitudes, porque son las que definen cómo una persona puede trabajar en la sociedad, añadió el mismo Dorantes.

El reconocido pianista cordobés ha liderado el proyecto desde sus inicios. Conjuntó una serie de expertos en diversos ámbitos para ofrecer una amplia gama de actividades dirigidas al público de todas edades, estudiantes y músicos profesionales. Jazzuv nació como un movimiento para la educación y difusión del jazz, auspiciado por la Dirección General de Difusión Cultural de la UV.

Conformado por más de 30 maestros y músicos, así como de constantes artistas invitados, Jazzuv se ha perfilado a poco más de un año de su formación como una institución reconocida a nivel nacional e internacional en la enseñanza del jazz gracias a las diversas opciones académicas y artísticas que presenta constantemente.

Enla actualidad, la oferta académica de Jazzuv cuenta con un curso preparatorio de cuatro niveles (de básico a avanzado), que se imparte dos veces al año y que ha contado con más de 200 alumnos, además de un Diplomado en Estudios de Jazz, al cual se han inscrito más de 100 estudiantes.

Asimismo, se imparten cursos-talleres paralelos sobre ejecución, historia, apreciación, producción y educación de distintos tipos de música, todo ello con validación del Departamento de Educación Continua de la UV, y se está planeando la apertura de una licenciatura en Jazz para agosto de 2010, con cupo aproximado para 40 estudiantes.

Apertura de criterios suma teoría y práctica
Esta joven organización académica se distingue por la apertura en criterios de formación que combinan el aprendizaje académico y el desarrollo personal en la ejecución musical. El ejemplo más claro de esto es la edición del Segundo Festival Internacional Jazzuv, realizado del 30 de noviembre al 5 de diciembre con la participación de 45 personalidades de talla internacional en el ámbito del jazz.

“Buscamos hacer de Jazzuv el paquete completo: el alumno entra no sólo a una escuela, llega a una institución integral de música, donde por la mañana ve a su maestro en el aula, pero en la noche lo ve tocando salsa con un grupo y después lo puede ver en un ensamble de cámara, pero también puede verlo impartiendo una conferencia; este mismo tipo de personalidades son las que nos acompañan en el Festival, gente que es un modelo a seguir, que educa con el ejemplo”, explicó Dorantes.

El Festival Internacional Jazzuv concreta la ideología de la escuela al combinar clases magistrales, mesas redondas y conciertos de los artistas invitados, quienes durante una semana conviven con los alumnos, abriendo la posibilidad a un intercambio de saberes que resulta extremadamente provechoso.