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Año 9 / No. 351 / Marzo 30 de 2009 Xalapa • Veracruz • México Publicación Semanal

Recibieron Ernesto Cardenal y Eduardo Galeano el grado de Doctor Honoris Causa

En defensa del hombre y su libertad

Con ellos ingresan a la UV nuevos aires de libertad y de dignidad:
Rector

Esta Universidad también es una casa de dioses. Yo puedo dar fe:
Galeano

No soy hombre de muchas patrias, sólo tengo a Nicaragua y México:
Cardenal

Alma Espinosa, Edith Escalón, Edgar Onofre y Juan Carlos Plata
Fotos: Luis Fernando Fernández y César Pisil

El poeta nicaragüense Ernesto Cardenal, el escritor uruguayo Eduardo Galeano y la Universidad Veracruzana (UV) hicieron anoche una gran defensa de los valores del hombre, de la justicia, la coherencia, la crítica y la libertad durante la ceremonia en que esta casa de estudios otorgó el Doctorado Honoris Causa a los dos escritores.

Considerados símbolos de la dignidad latinoamericana, los dos escritores llegaron a la ceremonia precedidos por la expectación que su presencia en la UV causó tanto a nivel local como nacional y estuvieron acompañados por artistas de la talla del cubano Silvio Rodríguez, el trovador Óscar Chávez y el escritor Carlos Montemayor, por citar a algunos cuantos.

Por ello, el rector de esta casa de estudios, Raúl Arias Lovillo, se refirió a ellos de la siguiente manera: “La entrega de los doctorados a dos latinoamericanos universales devuelven a la UV una conciencia crítica. Los dos, con su audacia inaudita de hombres totales e íntegros, nos han fortalecido la capacidad de construir nuevos proyectos de justicia y libertad”, expresó.

Con sus palabras, continuó, nos han dado las armas de la razón para emprender las transformaciones que nos exige la libertad y aseguró que la reforma reciente emprendida por la UV reivindica la defensa de los valores fundamentales del hombre y el respeto a la vida. Con los doctorados, aseguró el Rector, ingresan a la UV nuevos aires de libertad y de dignidad.

“Aumentan nuestros horizontes académicos y culturales; al tiempo que fortalecemos los cimientos históricos y morales de nuestro proyecto de futuro, que aseguramos será de grandeza”, concluyó.

La UV también es casa de dioses: Galeano
En su discurso, Eduardo Galeano sostuvo que, tomando en cuenta que la palabra entusiasmo significa en griego “tener a los dioses adentro”, la UV también es una casa de dioses.

“He podido comprobar, en estos pocos días, que los dioses no sólo residen en el espléndido Museo Antropológico de Xalapa. También esta Universidad es casa de los dioses. La fervorosa electricidad de sus estudiantes confirma el origen de la palabra entusiasmo y yo puedo dar fe”, sostuvo.

Dijo estar agradecido por el reconocimiento, por dos motivos: por venir de quien viene y por venir con quien viene, en referencia al otro homenajeado, el poeta nicaragüense, Ernesto Cardenal.

La presentación del escritor uruguayo estuvo a cargo del periodista mexicano Jaime Avilés, quien resaltó “su costumbre de jugarse la vida en nombre de la solidaridad acudiendo a países donde la presencia de un artista de su tamaño representa un escudo humano, un apoyo a los que tienen razón, una condena a quienes ejercen la injusticia”.

Avilés dijo que Las venas abiertas de América Latina –quizá la obra emblemática del autor, escrito en 1971– “hoy reactualiza su vigencia, porque las causas de la crisis económica del hoy por hoy son, otra vez, la concentración demencial de la riqueza en unas cuantas manos, el despilfarro ilimitado en cosas de lujo inútiles, el financiamiento de guerras perdidas de antemano y, antes y después de todo, el desprecio por los demás, empezando por los pobres, por los indios, por los negros, y por todos los que no son blancos, es decir, el desprecio por la inmensa mayoría de la humanidad”.

Sólo tengo dos patrias: México y Nicaragua, dijo Cardenal
Ya investido con el grado de Doctor Honoris Causa, Ernesto Cardenal agradeció a la UV haber hecho posible que fuera en México donde recibiera esta distinción, un país donde el coterráneo de Rubén Darío publicó sus primeros poemas, realizó sus estudios universitarios e inició sus estudios para el sacerdocio religiosos: “No soy hombre de muchas patrias, sólo tengo éstas dos”.

En su discurso, el poeta resaltó las vinculaciones estrechas entre México y Nicaragua. Las prehispánicas, fincadas en la cultura náhuatl; las ideológicas, pues fueron los ideales de la Revolución Mexicana los que inspiraron la revolución sandinista que derrocó la dictadura de Somoza, y la vinculación de “la patria grande”, la de la unión latinoamericana.

“Como latinoamericanos todos sentimos mucha atracción por México. Hay imágenes imborrables en nuestras mentes que son parte de nuestra identidad y política, imágenes de gran poder sugestivo que han rebasado las fronteras de México y está presente, influenciando a todas las revoluciones”.

Al hacer la presentación de Ernesto Cardenal, el escritor argentino Jorge Boccanera reconoció al hombre que ha creado una obra “original e iluminadora”, que abarca en un solo as el compromiso político, el hacer poético y la fe religiosa, “un hombre de principios que sigue sosteniendo que la revolución significa la puesta en práctica del evangelio, que la verdadera iglesia está con los pobres y que lo importante es cambiar el mundo, porque es posible y necesario”.

Destacó también la integridad del poeta nicaragüense, que nació en un país sitiado por las tropas norteamericanas: “Ajeno a cualquier servilismo, ha sido un crítico severo del abuso del poder y las corruptelas que han traicionado el espíritu de la revolución”. En su vasta obra literaria, dijo, se refleja “una Centroamérica donde convergen el pensamiento mágico y la contingencia; la retahíla de dictadores sangrientos y enajenados, pero también, un extenso registro de resistencia y rebeldía en la lucha por la dignidad”.


Jorge Boccanera


Óscar Chávez


Jaime Avilés

 


Carlos Montemayor


Silvio Rodríguez