Año 8 • No. 319 • Julio 21 de 2008 Xalapa • Veracruz • México
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  Por enfermedades que genera
Obesidad infantil
reduce expectativas de vida

Gina Sotelo

La obesidad es una enfermedad que no sólo hace ver mal a las personas, es una patología que debe ser tratada como tal, detectarse y atenderse. En los niños con sobrepeso, además de tener problemas físicos, soportan el rechazo y las burlas de sus compañeros, desarrollan problemas de salud mental, se vuelven inseguros, retraídos y se alejan de sus amigos y familiares porque los señalan como “gorditos” o “panzones”.

En la Facultad de Nutrición de la Universidad Veracruzana (UV) las estudiantes Sara Diana Garduño, Elena Mariot Ricaño y María Yolanda Torres estudian el síndrome metabólico –los factores de riesgo– que hablan del aumento de posibilidades de presentar una enfermedad cardiaca, hipertensión o diabetes.

Para realizar esta investigación, las universitarias estudiaron a la población de la Escuela Primaria Adolfo López Mateos en la Colonia Obrero Campesina. Con los parámetros de peso, talla, nivel de glucosa en sangre, presión arterial, antecedentes familiares y peso al nacer, llegaron a concluir que 64 por ciento de la población –estimada en unos 400 niños de entre seis y 13 años– tiene sobrepeso y obesidad.

Las estudiantes reconocen como alarmante este porcentaje, pues las cifras podrían tornarse en enfermedades crónico-degenerativas, problemas de hipertensión y demás enfermedades que si antes se desarrollaban de los 40 a los 45 años, con el sobrepeso las podrían desarrollar desde los 20 años:
“Si las enfermedades se presentan en edades más tempranas, las complicaciones serán a una edad relativamente más corta. Los estilos de vida, los hábitos familiares y los antecedentes familiares están generando estos problemas y, lo que es peor, reducen sus expectativa de vida.”

Las alumnas están en la primera fase de la investigación, que es la detección del problema, pero están buscando soluciones para desarrollar acciones. Entre sus planes están no únicamente trabajar con los niños sino con sus padres: “La educación tiene que ser no sólo en la escuela, sino empezando en casa”.

La salud, prioridad educativa
La maestra Magdalena Álvarez Ramírez considera que es importante que la obesidad se diagnostique, prevenga y controle, porque es la base para varias enfermedades.

“Si los niños fueran sanos, llegarían a la edad productiva para insertarse al mercado laboral sanos y tendríamos un bono demográfico sano, produciremos más al país. Pero si éste es un bono de enfermedades, será una carga muy fuerte para el sistema de salud, para nuestros gobiernos y para la sociedad. Serán adultos que necesitarán medicamento de por vida y especialistas que los atiendan.”

La académica menciona que este tipo de investigaciones es importante porque las chicas tienen un contacto con la realidad y adquieren estrategias para contrarrestar problemas de salud pública.

“Queremos inculcar la educación nutricional desde los padres y hacia la escuela, formular programas que abarquen la actividad física y la buena alimentación, pero además darles seguimiento a estos programas fuera de la escuela, en las casa y con una motivación integral.”

En Veracruz, un problema “de peso”
La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición que realiza el Instituto Nacional de Salud Pública se crea desde la década de los ochenta para conocer de la manera más objetiva posible el comportamiento de diversas variables y determinantes de la salud.

Los resultados más recientes (del año 2006) reportan que la prevalencia de sobrepeso más obesidad en Veracruz es de 67 por ciento en los adultos mayores de 20 años y 75 por ciento de este grupo de población tiene obesidad abdominal.
La prevalencia de sobrepeso y obesidad fue elevada en los diversos grupos de edad; alrededor de una cuarta parte de los niños en edad escolar, un tercio de los adolescentes y poco más de los adultos la presentan.

Dado que el sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de enfermedades crónicas, es urgente aplicar estrategias o programas dirigidos a la prevención y control de la obesidad en estos grupos de edad.

¿Cómo llegamos a esto?
De acuerdo con International Food Information Council Foundation, a partir de que las sociedades en el mundo se fueron volviendo más prósperas, surgieron las deficiencias nutricionales relacionadas con el consumo excesivo (por ejemplo, enfermedades cardiacas, colesterol elevado, diabetes tipo II).

En las décadas de los ochenta y noventa el interés recayó en la nutrición y su impacto en las enfermedades crónicas, y se centró especialmente la atención en la grasa dietaria. En los noventa se identificó a la obesidad y al sobrepeso como un importante problema de salud pública.

El aumento en el sobrepeso y en la obesidad puede atribuirse a un desequilibrio entre las calorías consumidas y las gastadas, un desequilibrio que se originó en los cambios graduales que se fueron produciendo en un complejo conjunto de factores sociales. Las personas son ahora menos activas en todos los aspectos de su vida cotidiana; el trabajo y el tiempo libre se transformaron en mucho más sedentarios.

Los hábitos alimenticios como la composición de la dieta, las comidas fuera de casa y el tamaño de las porciones también se fueron modificando. A menudo, existe una falta de recursos o previsión para diseñar entornos urbanos y suburbanos que alienten estilos de vida activos, como por ejemplo con aceras y senderos para caminar.

Otras áreas que deben ser también investigadas son el impacto que tienen los factores genéticos y psicosociales en el desarrollo del sobrepeso y la obesidad.


Glosario

- El estado nutricio se evalúa mediante índices antropométricos constituidos a partir de las mediciones de peso, talla o estatura y edad.

- El sobrepeso es un aumento mayor de lo normal del peso corporal en relación con la estatura. Se suele medir con el índice de Quételet o Índice de Masa Corporal (IMC), que es el peso en kilogramos dividido por el cuadrado de la estatura en metros (IMC = peso/estatura2).

- La obesidad se define como un porcentaje anormalmente elevado de grasa corporal. En los varones, la grasa corporal normal representa el 12-20 por ciento del peso corporal y en las mujeres, el 20-30 por ciento.

Fuente:
Food and Agriculture Organization (FAO)
de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)


Enfermedad que responsabiliza a los padres

Actualmente, en México y el mundo la obesidad infantil es un problema de salud pública en el que los padres tienen la mayor responsabilidad, ya que son quienes proporcionan alimentos a los niños.

La obesidad es una enfermedad crónica que está asociada al desarrollo de trastornos como la hipertensión, la diabetes, las enfermedades cardiovasculares, los problemas articulares y la depresión. Esta secuencia de enfermedades, que empieza ya a presentarse en la infancia, se acentúa cuando la persona es adulta.

Esta padecimiento es ocasionado por diferentes factores, como mantener un estilo de vida poco saludable –que incluye no realizar actividad física y comer alimentos que no aportan nutrientes al cuerpo de los niños–.

También existe el problema de la comida rápida, que día a día va cobrando en los niños mayor popularidad. Este tipo de comida tiene un alto contenido de grasas saturadas y cantidades exageradas de sal o azúcares; lo cual puede desarrollar en los niños enfermedades a corto plazo, como diabetes mellitus o hipertensión arterial.

El problema de la obesidad infantil se puede evitar con la prevención, ayudando y enseñando a los niños a que mantengan el control de sus cuerpos y estilo de vida, así como ayudar a los padres para que tomen decisiones adecuadas relacionadas con la nutrición y el ejercicio.

Consejos de prevención para los padres

• Limite a menos de dos horas diarias la cantidad de tiempo en que sus hijos ven televisión, juegan con videojuegos y trabajan en la computadora.

• Evite apurarlos para que terminen sus comidas. Comer demasiado rápido no les da suficiente tiempo para digerir y sentir la sensación de estar satisfechos.

• Busque tiempo para que toda la familia participe en actividades físicas habituales que todos disfruten como caminar, montar bicicleta o patinar.

• Sea un modelo a seguir. Los estudios evidencian que los niños tienden a ser más activos si sus padres o hermanos lo son.

• Estimule en los niños el gusto por la comida saludable. Deje que sus hijos le vean preparando, comiendo y disfrutando comidas nutritivas y ellos harán lo mismo.

(Por Nancy Del Ángel Barragán, Rebeca Domínguez Jácome, Tania Rosales Hernández y Jocabed Vargas Martínez, egresadas de la Facultad de Nutrición campus Veracruz)