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Altera
estrés patrones de sueño
Alma Espinosa |
| El
estrés y el sueño favorecen la homeostasis y el equilibrio
del organismo de los seres |
Mediante
estudios en animales y humanos se ha demostrado que la presencia de
situaciones estresantes provoca alteraciones del sueño; sin
embargo, cada ser vivo responde de distinta manera a los estresores,
incluso algunos muestran una respuesta de satisfacción, explicó
Javier Velázquez Moctezuma, director de la Clínica del
Sueño de la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM).
Durante su participación en el curso internacional La función
biológica del sueño: nuevas aproximaciones, organizado
por el Instituto de Ciencias de la Salud de la Universidad Veracruzana,
el académico dio a conocer que quienes responden más
al estrés tienen un mayor porcentaje de vigilia y consecuentemente
tienen una disminución del sueño de ondas lentas.
Para llegar a estas conclusiones, que son apenas unas cuantas de la
gran cantidad de estudios que se han hecho al respecto, se ha sometido
a las personas a situaciones estresantes antes de dormir; por ejemplo,
se exhibe una película turística de un país como
Inglaterra o una muy violenta, para posteriormente observar su sueño.
También se ha estudiado a personas un día antes de ser
sometidas a cirugías o que sufren procesos infecciosos.
En el caso de los animales, comúnmente ratas, se utilizan diferentes
estresantes, pero el que utiliza su grupo de trabajo es la inmovilización;
no obstante, también se les somete a cambios de temperatura,
choques eléctricos, ejercicio e incluso se manipula la conducta
sexual.
En ambos casos se han tenido respuestas disímbolas ante un
mismo tipo de estrés, lo cual llevó a los científicos
a plantearse la pregunta si también tendría diferencias
en el patrón de sueño, lo cual fue afirmativo. “El
estrés se hermana con el fenómeno del sueño de
diversas maneras porque ambas conductas tienden a favorecer la homeostasis
y el equilibrio del organismo de los seres”, expresó.
Ante académicos y estudiantes reunidos en el auditorio del
Museo de Antropología de Xalapa, Javier Velázquez recordó
que la historia del estrés comenzó en 1936 cuando el
investigador Hans Selye asentó que “el estrés
es la respuesta inespecífica del organismo ante cualquier demanda
extraordinaria”.
Tal idea contenida en un breve artículo desató toneladas
de investigaciones sobre el estrés. Aseguró que actualmente
existen muchísimas concepciones de lo que es el fenómeno
y para los investigadores es terrible confrontar tantas interpretaciones
del mismo y tratar de homogeneizar la información que aparece
publicada.
Respecto de la definición de Selye, el investigador de la UNAM
dijo que ante la demanda, el organismo reacciona y entra en un proceso
de habituación, esto quiere decir que ingresa en un proceso
donde la respuesta fisiológica tiende a disminuir, incluso
a desaparecer. En caso contrario, en que el organismo no se habitúe
a la demanda o estresor, entrará a una siguiente etapa que
es de extenuación, donde empieza a deteriorarse rápidamente,
que lo lleva a presentar otros estados patológicos, incluso
la muerte.
A lo de Hans Selye recientemente se agregó que el estresor
debe tener ciertos componentes, ser percibido como amenaza porque
de lo contrario nuestro organismo no genera respuesta. Esto va a depender
de cuestiones genéticas, de desarrollo y experienciales, entre
otras. Todos podemos experimentar la misma situación y en algunos
generará una respuesta muy grande y otros tendrán respuesta
grata, confió. |
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