Académicos
y estudiantes de las facultades de Arquitectura de los campus Xalapa,
Poza Rica-Tuxpan y Córdoba-Orizaba recibirán apoyo por
parte de la Dirección General de Investigaciones (DGI) de la
Universidad Veracruzana (UV) para concretar metodologías de
trabajo que mejoren su participación en programas que impulsa
el gobierno federal, así lo señaló Mauricio Fernández
Bonilla, coordinador del proyecto.
Su propuesta se relaciona directamente con las comunidades veracruzanas,
enfocada directamente a los municipios de mayor marginación
en regiones rurales, buscando impulsar el desarrollo sustentable mediante
formas innovadoras de equilibrio urbano y rural, señaló.
La intención de esta nueva fase en su trabajo es crear metodologías
homogéneas entre los cuerpos académicos participantes
y estandarizar el proceso de trabajo “para que el intercambio
de resultados sea más fácil, con una investigación
más contundente; además, se pretende tener un académico
representante de cada campus”.
Por esta razón, explicó, se consideró su participación
en la convocatoria de la DGI ya que se solicitaba una colaboración
entre distintos académicos, que a su vez pertenecieran a cuerpos
académicos de distintas disciplinas, para lograr el establecimiento
de redes de vinculación entre los campus de la UV, en este
caso entre las regiones señaladas.
Generalmente son las facultades de Arquitectura las que han realizado
estos programas de desarrollo urbano en colaboración con la
Dirección de Vinculación y la Secretaría de Desarrollo
Social (Sedesol), dentro de sus programas “Microrregiones”
y “Jóvenes por México”. Colaboración
en investigación
En un principio la Sedesol “imponía ciertos métodos
para realizar el trabajo y nosotros como académicos criticábamos
la situación y si era pertinente, pero ahora se buscará
el intercambio de información entre académicos”,
recalcó Fernández Bonilla, quien trabaja en colaboración
con Ana María Moreno Ortega, de Arquitectura-Xalapa y Álvaro
Hernández, representante de Arquitectura-Poza Rica.
No obstante a que cada académico ha realizado trabajos por
su cuenta en algunas regiones del estado, ahora se busca investigar
el impacto y lo que podría generar la colaboración;
la idea –precisó el catedrático– es continuar
un diagnóstico social, ambiental y económico de las
localidades, conjuntar esta investigación para compararla,
trazar inferencias: “La idea es que los académicos
que hemos participado nos sentemos a discutir la pertinencia de
nuestros trabajos, el impacto que han tenido a nivel municipal y
regional”.
Ello responde a una situación histórica –como
lo señala Mauricio Fernández–; uno de los problemas
de la planeación en México y América Latina
en general es el seguimiento que debe darse a los proyectos, generalmente
terminan con cada periodo político; sin embargo, tenemos
ejemplos en Colombia y Brasil de que es posible mantener una continuidad
al margen de la agenda política.
La idea que impulsa esta iniciativa es que a partir de estos trabajos
se apoye la gestión municipal en vista de una creación
de herramientas para un mejor desarrollo, “ya que en el ámbito
rural tenemos zonas altamente marginadas, también en determinados
núcleos urbanos se presenta un panorama semejante”.
A partir de la conformación de grupos multidisciplinarios
se busca impulsar de forma integral, desde el punto de vista ambiental,
económico y social, “hasta qué punto podemos
promover un buen desarrollo sustentable y que sea pertinente en
las regiones más pobres”.
Acercándose a las localidades
En Tehuipango, Atlahuilco, Astacinga, Mixtla de Altamirano y Soledad
Atzompa, municipios ubicados en la sierra de Zongolica, los equipos
de trabajo conformados por académicos y estudiantes han ofrecido
propuestas para desarrollar pequeñas empresas o agroindustrias
y en su defecto tratar de encontrar los potenciales productivos
a partir de las actividades que realizan en dichas localidades.
“Hemos llevado grupos amplios de estudiantes, quienes han
tenido una gran participación en brigadas de servicio social,
tesistas; estos proyectos han sido una gran oportunidad para muchos
estudiantes que no habían podido conocer más allá
de su entorno inmediato”, detalló Fernández
Bonilla.
Alrededor de 100 alumnos del campus Córdoba-Orizaba han formado
grupos multidisciplinarios donde estudiantes de Arquitectura, Ciencias
Químicas, Psicología y Economía, entre otras,
se involucran con los habitantes de estas comunidades mediante proyectos
participativos y proyectos detonantes del desarrollo productivo,
“en general la idea es que la planeación parte de un
enfoque multidisciplinario”.
En los municipios hay problemas de infraestructura, de ordenamiento
territorial, carencia de vías de comunicación y servicios
básicos de salud, ausencia de equipamiento para el desarrollo
educativo y social en general; asimismo, un factor determinante
es la dispersión de las localidades en el territorio veracruzano,
esto –aunado a la localización geográfica que
se basa en las tradiciones y la herencia histórica de las
localidades– incide directamente en las estrategias de planeación
urbana.
Debido a este contexto, se ha trabajado de manera vinculada con
la Sedesol, por medio de los proyectos “Microrregiones”
y “Jóvenes por México”, en los cuales
los estudiantes de la UV han sido pieza clave, afirmó el
catedrático.
La Sedesol apoyó a los estudiantes con recursos económicos,
destinando alrededor de 150 mil pesos por municipio para realizar
las actividades de análisis y diagnóstico concernientes
a los proyectos de desarrollo urbano, los cuales –en conjunto
con otras acciones a favor del desarrollo local– redundan
en un paquete de beneficios para las comunidades.
Respuestas
positivas para la UV
Acerca de la respuesta por parte de los habitantes en estos municipios,
el académico manifestó: “Ir en nombre de la
Universidad Veracruzana ha sido una gran fortaleza porque es una
entidad neutral que posee un prestigio y el reconocimiento de que
las acciones que emprende la Universidad son reales, son legítimas”.
Destacó que los habitantes observan cómo alumnos y
académicos, sin ningún interés político,
se involucran en el desarrollo de las comunidades; en general, la
respuesta ha sido muy favorable, con un apoyo total por parte de
los habitantes, calificó el investigador.
Fernández Bonilla añadió que se buscará
incorporar sus resultados al programa de “Microrregiones”
de la Sedesol: “La idea es regresar a algunos de los municipios
para ver si los alcaldes y los actores sociales involucrados los
han aplicado como instrumentos que realmente apoyen la gestión
municipal, y de no ser así, averiguar el porqué”.
Otro de los objetivos será analizar la pertinencia de los
métodos usados en cada localidad y a nivel general; uno más
de los objetivos es publicar los resultados para que “impacten
de una forma más directa en las experiencias educativas de
nuestros programas académicos como Diseño Urbano,
Ordenamiento Territorial e Infraestructura y Planeación Urbana.
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