Boca
del Río, Ver.- Para disminuir los índices
de violencia y maltrato familiar en la sociedad mexicana no sólo
es necesario atender a las víctimas sino también rehabilitar
a los victimarios, afirmó Christauria Welland, investigadora
de la Universidad de San Diego, durante la visita que realizó
a las instalaciones del Instituto de Medicina Forense (IMF) de la
Universidad Veracruzana (UV), el pasado 15 de abril.
“Si no cambia el agresor, la familia jamás saldrá
de la dinámica de la violencia”, afirmó la psicóloga.
“La mayor parte de los hombres y mujeres maltratadores fueron,
de pequeños, víctimas de la violencia familiar en sus
hogares; ellos necesitan recibir terapia para desaprender estos patrones
agresivos y hallar métodos para respetar y resolver los problemas
sin lastimar a sus seres queridos y perpetuar esta situación”,
explicó Welland. |
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Asimismo, es autora del libro Healing from violence. Latino men’s
journey to a new masculinity y, apoyada por diversas fundaciones,
realiza una importante labor de prevención, impartiendo talleres
en los que enseña a las parejas a resolver los problemas familiares
sin hacer uso de la agresión.
Visión
holística
Por su parte, el investigador de la Universidad de San Diego de
origen canandiense, Michael Akong, compartió algunas de las
experiencias que ha tenido durante el desarrollo de su práctica
médica con la aplicación de la terapia acupunturista
en pacientes con historia de dolor crónico, migraña
y parálisis. “He hallado que, con la acupuntura, 90
por ciento de estos pacientes muestran un alivio significativo,
en muchos casos total, del dolor que los aqueja, y sin los efectos
secundarios que producen los analgésicos fuertes”,
afirmó el experto.
Egresado de la Universidad de San Diego, especialista en Salud Pública
e investigador de la compañía Merck en el campo de
la bioquímica, la biotecnología y el desarrollo de
medicamentos, Akong afirma que el estudio de la acupuntura no contradice
su formación científica, sino que la complementa.
“Descubrí la acupuntura a través de un amigo
y encontré que su enfoque era mucho más comprensivo
que la medicina occidental, mucho más humanístico”,
señaló.
Explicó que, para la medicina tradicional, el cuerpo enfermo
es como una máquina descompuesta cuyas partes “disfuncionales”
deben ser arregladas o sustituidas, mientras que los sistemas médicos
orientales, entre ellos la acupuntura, atienden las necesidades
del hombre desde los enfoques físico, mental y espiritual.
“Mucho del sufrimiento físico de las personas proviene
de la mente, de lo emocional, y no puedes simplemente darle una
pastilla al paciente y esperar que todo se cure, también
hay que trabajar con las otras áreas, de manera holística,
y en mi práctica diaria he comprobado que la acupuntura es
un método integral”, afirmó.
Durante su visita al IMF de la UV, Michael Akong anunció
que participará en el Congreso Internacional de Criminología
que se efectuará en el IMF de la UV en septiembre, impartiendo
un taller sobre acupuntura para el manejo de las emociones. |