| Año 7 • No. 282 • Septiembre 24 de 2007 | Xalapa • Veracruz • México |
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FILU 2007
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En la educación –en sus diferentes modalidades, tipos
y formas– siempre ha existido la necesidad de promover un aprendizaje
efectivo, significativo y permanente. A lo largo de la historia se
han probado diferentes enfoques teóricos que le han permitido
al objeto de estudio llegar a sujeto cognoscente o viceversa, todo
esto depende del momento histórico, las condiciones sociopolíticas
y los nuevos descubrimientos. Sin embargo, en las últimas décadas del siglo pasado en la educación se empezó a mencionar una disciplina que incluía conocimientos de diversas ramas y que en su conjunto pretendían facilitar medios para el aprendizaje. Esta disciplina tuvo una asociación a dos elementos que se creían indispensables para su aplicación: La tecnología (entendida ésta como proveniente de la palabra griega “tecné”, que significa técnica) y al enfoque conductual, el cual fue de los primeros en hablar de tecnología para la educación, como una transferencia de los enfoques científicos y estructurales que también se podrían incluir en la educación, sobre todo desde la perspectiva de la enseñanza y entendiendo al aprendizaje como un proceso integrado. Sin embargo, con el paso del tiempo y la aparición de nuevos enfoques educativos se inició una modificación de esta disciplina. La tecnología educativa (TE) siguió existiendo en el proceso educativo, en el aula y se fue modificando enormemente sobre todo por el efecto de la inclusión de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC´s) en la formación; ya que se le dio más peso a la parte física de la tecnología y este concepto prevalece hasta ahora en el común de los actuantes en la educación. Escamilla de los Santos (1999) propone una definición que de forma simple menciona lo que es en sí la tecnología educativa: “Son los medios de comunicación naturales y artificiales y los métodos de instrucción que sirven para la educación”. Se puede ampliar esta definición mencionando que el proceso de comunicación se entiende como una interacción en la adquisición de la información y distribución del conocimiento; además de que la educación es sin lugar a dudas la búsqueda del aprendizaje del estudiante. Es importante señalar que la tecnología educativa no es una disciplina nueva, viene acompañando al hombre desde que empezó a fomentar el aprendizaje, generar conocimiento y a distribuirlo. Se podría decir que proviene en una forma primitiva desde cuando el hombre hacía pinturas en las cavernas y pretendía enseñar o expresarse mediante ellas, pasando por los griegos y su agora hasta el Internet. Todo esto porque no sólo son los medios físicos sino también los medios naturales como la voz o el lenguaje corporal (que se usa actualmente) hasta los métodos de instrucción o adquisición del aprendizaje que se desarrollan en la formación. La tecnología educativa es entonces esa disciplina que nos dicta y agrupa los conocimientos como la pedagogía, la informática, la psicología, la comunicación, etcétera. Pero con un fin muy específico en el ambiente que se utilice; y su no conocimiento o falta de uso propone una falta de sentido en la educación actual. Es por esto que cuando hablamos actualmente de una integración de las TIC´s mediante la TE hablamos de un proceso metodológico, con sentido y objetivo en el cual irán integrados elementos pedagógicos, tecnológicos, sociales, culturales, etcétera, que de forma directa y estructurada orientará a los facilitadotes, a los alumnos y a los administrativos para que se de un proceso adecuado y se logre la adquisición de las competencias planteadas. |