Año 6 • No. 269 • Junio 4 de 2007 Xalapa • Veracruz • México
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Coinciden en Veracruz investigadores de la UV
Inacabada, la democracia en México

Edith Escalón

Proponen reformas a la Constitución, al sistema de partidos, al IFE, a las comisiones de Derechos Humanos, al sistema político y a los medios de comunicación

Durante el primer debate realizado en este campus, los investigadores insistieron en el indispensable fortalecimiento de la participación ciudadana que regule las relaciones entre sociedad y gobierno y vigile las acciones de la clase política
Veracruz, Ver.- En México, la democracia estará inacabada mientras no se realicen reformas a la Constitución, al sistema de partidos, al Instituto Federal Electoral, a las comisiones de Derechos Humanos, al sistema político y a los medios de comunicación, reformas que permitan transformar a las instituciones del viejo régimen autoritario bajo lógicas verdaderamente democráticas, coincidieron integrantes del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH-S) de la Universidad Veracruzana (UV).

En el primer debate del IIH-S realizado en este campus, Política y democracia en Veracruz, realizado en la USBI de Boca del Río, insistieron también en el indispensable fortalecimiento de los mecanismos de participación ciudadana, que no sólo se ejerza como un derecho electoral, sino que finque la reconstrucción de las instituciones que regulan las relaciones entre sociedad y gobierno y vigile las acciones de la clase política.

Frente a académicos, investigadores, estudiantes y ciudadanos de las cinco regiones de la entidad donde la UV tiene presencia –enlazados por transmisión simultánea de videoconferencias–, los universitarios insistieron en la necesidad de una reforma del Estado profunda e integral para avanzar en la construcción de un nuevo Estado mexicano.

Para el investigador Alberto Olvera, esta tarea ha sido coptada por los partidos como si fuera un asunto propio de la clase política; paradójicamente, dijo, ésta no representa a los ciudadanos y tiene la credibilidad más baja del país, por abajo incluso de la policía: “una reforma del Estado implica la modificación de fondo de las cámaras de diputados y senadores, de los ayuntamientos, implica una redefinición del pacto federal”, comentó.

Leopoldo Alafita, por su parte, habló de las reformas al sistema de partidos y cuestionó la posibilidad, establecida desde 1963, de que existan senadores que no representan a una entidad, sino a un partido político, pues sólo genera cuotas de poder: “Tenemos que revisar este régimen, repensarlo y reorientarlo, además de discutir la reelección de los diputados y presidentes municipales y revisar lo que significa la segunda vuelta electoral”.

Del Instituto Federal Electoral (IFE) habló José González Sierra, quien sostuvo que a partir del 2 de julio de 2006 pasó de ser una institución ejemplar a un árbitro débil, sin facultades para controlar a los poderes fácticos, con numerosas deficiencias y rebasada, a la que le costará trabajo recuperar su legitimidad, de ahí la necesidad de una reforma estructural.

Alfredo Zavaleta, destacó la necesidad de reformar las comisiones de Derechos Humanos y salvaguardar garantías y derechos ciudadanos. Además, aseguró que no sólo las reglas electorales, sino las instituciones, deben reformarse.

En cuanto al ámbito estatal, destacó la necesidad de pensar qué tipo de reformas necesita la entidad para contar con una nueva Comisión de Derechos Humanos, y mencionó por ejemplo el incremento del presupuesto que lleve aparejada la transparencia en el gasto público, o las reformas en los mecanismos de selección del presidente de la Comisión.

Por último, Martín Aguilar, estudioso de movimientos sociales y democracia en México, habló de la trascendencia de la participación ciudadana en la democratización de sistema político y las instituciones, pero advirtió: “La democracia no puede reducirse sólo a la participación electoral y al ejercicio del voto; debemos procurar una democracia participativa en la que los ciudadanos vigilen las acciones de la clase política”.

En Veracruz, añadió, no hay posibilidades de ejercer la crítica política en los medios de comunicación porque se piensa que es una concesión del poder y no el ejercicio de la libertad de expresión: “Para consolidar e impulsar el proceso democrático debemos consolidar primero nuestros derechos y las instituciones que los hacen valer, todo fundado en la participación en los procesos de construcción del Estado mexicano”.