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riesgo de que se repitan sismos como el de 6.7 grados en escala
de Richter que devastó Xalapa, Coatepec, Xico, Teocelo y
Cosautlán en 1920, motivó en el Centro de Ciencias
de la Tierra (CCT) de la Universidad Veracruzana (UV) una nueva
investigación basada en el monitoreo de la falla que lo originó,
a fin de generar conocimiento socialmente útiles para actualizar
atlas de riesgos y apoyar así la seguridad en el estado.
De acuerdo con Ignacio Mora, director del CCT, los registros sísmicos
que se tienen desde 1525 indican que cada 80 o cien años
se presentan en esta zona eventos de magnitud considerable, “de
ahí la necesidad de evaluar con equipo de alta sensibilidad
si esta falla sigue activa o saber cuándo podría empezar
a tener actividad”, comentó.
La misma se encuentra a 40 kilómetros de esta capital, en
la sierra en que limitan Puebla y Veracruz. Cerca de ahí,
en el municipio de Ixhuacán de los Reyes, los científicos
universitarios han empezado a monitorear la actividad con una estación
portátil y han encontrado ya evidencia de microsismos en
la zona.
Francisco Córdova, integrante del CCT y responsable de la
investigación, señaló que la intención
de la UV no es sólo estudiar esta falla, sino promover estudios
sismológicos en todo el estado, entre ellos los epicentros
de temblores igual de devastadores que se presentaron hace décadas
en la región de Orizaba y Jáltipan.
“Con este primer estudio desarrollaremos la metodología,
el equipo y la experiencia necesarias para iniciar nuevas investigaciones
en otros puntos del estado, con lo que apoyaremos los monitoreos
que realiza el Servicio Sismológico Nacional que, por estar
enfocados a las zonas sísmicas del Pacífico, no alcanzan
a percibir los eventos de esta zona con precisión”.
Explicó que el proyecto se realiza con el apoyo del Instituto
de Geofísica (IG) de la UNAM, y destacó la especial
colaboración de los investigadores Shri Krishna Sing, Premio
Nacional de Ciencias 2005; Carlos Valdez González, jefe del
Sismológico Nacional y Javier Pacheco Alvarado, investigador
del IG y catedrático de la maestría en Ciencias de
la Tierra, que imparten conjuntamente en Xalapa la UV y la UNAM.
Trabajo
de campo
Además de una estación de monitoreo de banda ancha,
para esta investigación los universitarios utilizarán
tres estaciones sismológicas portátiles que adecuarán,
con apoyo de estudiantes de la Facultad de Instrumentación
Electrónica, para que transmitan los datos que recogen a
una terminal computarizada.
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Francisco
Córdoba. |
Así,
ahorrarán tiempo y recursos implicados en la recolección
de los datos: “En lugar de ir cada tercer día a recolectar
los datos al lugar donde se establecieron los equipos, las adecuaciones
nos permitirán recibirlas en una estación remota”,
explicó Córdova, quien realiza estos estudios como parte
de su tesis de maestría en Ciencias de la Tierra.
La primera de estas estaciones portátiles fue instalada en
Ixhuacán de los Reyes, gracias al apoyo de Basilio Mora Calderón
y Gena Carolina Mora Leal, pobladores de este municipio que se ofrecieron
a resguardar en su propiedad el equipo de monitoreo de la UV. Las
otras serán instaladas en puntos estratégicos que permitan
el registro de cualquier actividad. |