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Consecuencia
del cambio climático: científicos de la UV y la UNAM
Perderá Veracruz 600 kilómetros de playas
Edith Escalón |
Más
de 200 kilómetros de caminos y 20 de puertos marítimos
también desaparecerán |
Más
de 600 kilómetros de playas, buena parte de la infraestructura
turística, incluida la de Costa Esmeralda y Veracruz-Boca del
Río, junto con más de 200 kilómetros de caminos
y alrededor de 20 de puertos marítimos se perderán en
Veracruz debido al cambio climático, según estimaciones
de científicos de la Universidad Veracruzana (UV) y la Universidad
Nacional Autónoma de México (UNAM).
Carlos Welsh, investigador de la UV, presentó en el seminario
Derecho y globalización, un “escenario de futuro”
que muestra lo que podría provocar el calentamiento global
dentro de 50 años en esta entidad, no sin antes explicar que
el valor de estos escenarios –una herramienta para mostrar el
comportamiento de un fenómeno en el largo plazo– no radica
en predecir el futuro, sino en dar una visión del presente. |
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Si
la contaminación por gases invernadero duplica su concentración
en la atmósfera terrestre, dijo el investigador, la temperatura
aumentará entre dos y cinco grados centígrados, lo que
podría derretir parte de los casquetes polares provocando una
elevación del nivel del mar: “Tal vez sean sólo
unos centímetros, quizás hasta un metro, aún
así, grandes extensiones de tierras bajas pasarán a
ser pantanosas o submarinas”. |
Explicó que según estas previsiones, la mayoría
de las costas del Golfo de México –bajas, arenosas, con
humedales y a menos de un metro sobre el nivel del mar– representan
la fracción de territorio veracruzano más vulnerable
al ascenso del nivel del mar.
“Serán afectados poblados, el agua salina se infiltrará
hasta los mantos freáticos y las centrales eléctricas
costeras (Tuxpan y Laguna Verde) serán afectadas directamente
si aún siguen en operación dentro de medio siglo. Las
lagunas de Alvarado y de Tamiahua pasarán a formar parte del
mar”. Precisó que este bosquejo parte de tres libros
coordinados por el Centro de Ciencias de la Atmósfera de la
UNAM, de dos “comunicaciones nacionales” del gobierno
mexicano y del ensayo de investigadores veracruzanos que en 1995 conjeturó
sobre los efectos posibles del cambio climático en la entidad.
Otras afectaciones se darán, según el escenario de futuro,
en más de tres mil hectáreas urbanas, mismas que se
volverán inundables al igual que cerca de 200 mil de pastizales
y agricultura.
Por otra parte, entre los ecosistemas forestales que serán
más afectados en el país están los bosques húmedos
y templados de la sierra Zongolica y las planicies costeras se verán
sujetas a una gradual desertificación.
Welsh también alertó que la salud y la comodidad de
los humanos se verán deterioradas: “Primeramente, porque
es previsible un aumento en la mortalidad por plagas, cuya propagación
está relacionada con temperaturas altas (paludismo, dengue,
cólera, etcétera) y, segundo, vectores de enfermedades
infecciosas ahora propias de tierras bajas, se desplazarían
hacia mayores altitudes”.
Dijo que si se considera, además, el incremento poblacional
en el próximo medio siglo, las necesidades de energía
para climatización de edificios en áreas cálidas
se habrán de multiplicar por diez.
“Ya que es de esperarse una geografía diferente de los
regímenes de temperatura y humedad ante un cambio climático
¿cómo se redistribuirá la aptitud de las tierras
agrícolas veracruzanas?, ¿o el cambio climático
–a final de cuentas paulatino, no radical– nada habrá
de significar ante los embates del mercado?”, son cuestionamientos
que se hizo en este foro, en donde analizaron las implicaciones de
la globalidad. Escenarios
de futuro
De acuerdo con Carlos Welsh, los escenarios de futuro son una herramienta
que muestra el comportamiento de un fenómeno a largo plazo,
con ellos es posible identificar políticas públicas
para un cambio, para evitar que ese escenario se presente en la
realidad.
Explicó que los escenarios permiten aumentar las acciones
para incluir una visión integral de la política energética
o de las emisiones contaminantes, y mejorar así la toma de
decisiones en el presente.
Dijo también que las emisiones de gases de efecto invernadero
son un buen ejemplo de las políticas globales respecto del
cambio climático, ya que estas proyecciones necesitan que
se estimen factores tales como población, crecimiento económico
y cambio tecnológico (asociado al sector energético).
Por último, alertó: “Puesto que los escenarios
de futuro no son alentadores respecto del calentamiento global se
deben concebir estrategias que favorezcan y promuevan la armonía
entre el ser humano y la naturaleza, y considerar que los retos
en materia de políticas globales aún deben pasar por
un periodo de consolidación”. |
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