“Este tipo de estudios puede ser mucho
más económico y accesible para la población si
se realiza con una tecnología y metodología propia.
De hecho, la UV está en posibilidad de ofrecer el servicio
al sector salud, agrícola y a la población de bajos
recursos”, comentó la investigadora de la Facultad de
Biología de Xalapa (FB-X)
Para apoyar esta propuesta, explicó que contando con muestras
de sangre periférica de los miembros de una familia veracruzana,
implementando la metodología en su lugar de trabajo y prescindiendo
de los kits comerciales, ella misma pudo determinar, en el Laboratorio
de Biología Molecular de la FB-X, las relaciones de paternidad
entre tres generaciones de individuos, siguiendo una estrategia más
sencilla que la usada en este tipo de estudios.
Aseguró que resultados como éste, que ayudan a enfrentar
la paternidad irresponsable en Veracruz, se hacen en instituciones
gubernamentales y en laboratorios privados donde el costo de cada
prueba va de los 500 a los 800 pesos. “Nosotros estamos desarrollando
un paquete que permita hacer las pruebas moleculares a bajo costo,
como un servicio más de la UV a la sociedad, y sólo
podremos conseguirlo en vinculación con las áreas que
trabajan directamente con el Sector Salud”, explicó.
Salud
humana
Otra de las aplicaciones de estos estudios es diagnosticar la tendencia
al Síndrome Metabólico en cualquier edad, un padecimiento
que aqueja a más del 25 por ciento de la población
mundial actual, que se evidencia por obesidad y diabetes, y que
eleva al doble el riesgo de muerte y al triple el riesgo de sufrir
enfermedad coronaria.
Aunque los malos hábitos alimenticios y las sustancias que
ingerimos (harinas fritas de baja calidad como las de frituras en
bolsas metálicas, las grasas saturadas como la manteca y
carbohidratos refinados como el azúcar blanca y caramelos)
son los principales causantes de este padecimiento, la herencia
es un factor determinante para la propensión, según
detalló la universitaria, “por eso es fundamental saber
si en nuestro ADN se encuentra esa tendencia, y si somos más
vulnerables que otros a padecerla”.
Para precisar biomédicamente esta propensión, el grupo
de trabajo utilizó un marcador genómico probado previamente
en individuos europeos y japoneses. Ahora mismo, Domínguez-Martínez
y su grupo están analizando la variación entre esos
individuos y comparándola con una muestra de veracruzanos.
La académica dijo que este tipo de pruebas –denominadas
“huellas digitales genómicas”– se pueden
utilizar para investigaciones de farmacología y medicina
forense, ámbito propicio para analizar el impacto que está
causando la exposición a medicamentos y drogas de uso clínico.
La académica señaló que de contar con biopsias
de individuos con ciertos padecimientos –como algunos tipos
de cáncer– la metodología incluso sería
útil para establecer los cambios que paulatinamente llevan
al desarrollo de la dolorosa y temida enfermedad. “Ya estamos
implementado una nueva metodología para investigar los cambios
que sufren los factores de transcripción, unas proteínas,
que deciden cuándo un gen entra en acción o permanece
‘silenciado’ o inactivo”, comentó.
Investigaciones de este tipo pertenecen al campo de la “proteómica”,
área de investigación en boga, sucesora de la “genómica”,
muy popular a raíz de que se descubrió el mapa del
“genoma humano”, y un gran proyecto mundial al que recientemente
se ha incorporado Veracruz, luego de la firma del convenio de nuestro
gobierno con el Instituto de Medicina Genómica.
En entrevista, Domínguez-Martínez explicó que
los marcadores permiten localizar en el mapa genético de
los organismos vivos características no perceptibles por
otros medios, arrojando datos más certeros que otros estudios
biomédicos. Esto es necesario para el diagnóstico
precoz y oportuno de muchos tipos de cáncer, en que son necesarios
los estudios de la proteómica referidos, comentó.
Guanábana
de alta calidad
Los avances en el estudio de los marcadores genómicos nacieron
en el laboratorio de Domínguez Martínez luego de obtener
un financiamiento de CONACYT (de 1998 a 2001) para desarrollar un
marcador genómico de interés agrícola, que
resultó útil para ubicar ciertas características
que están presentes en todos los árboles de guanábana
de alta producción, lo que significa que, mediante estudios
moleculares, se pueden seleccionar plantas que lo porten, fomentando
con ello el mejoramiento genético y el rendimiento agrícola.
“Si hacemos los estudios con marcadores genómicos la
probabilidad de tener éxito en la selección se eleva
considerablemente, pues estamos hablando de estudios científicos
de alta precisión”, comentó, y aseguró
que ya se han realizado con éxito estudios con otros cultivos,
como son el chayote, la caña, y especies ornamentales como
las gladiolas.
Para este ornamental logró, en colaboración con Rosalba
Ortega Jiménez, de la Facultad de Ciencias Químicas
de Orizaba, identificar plantas mejoradas mediante radiación
gamma. En colaboración con Cuauhtémoc Velásquez
Licea, también catedrático de Biología-Xalapa,
están usando a la soya como un modelo experimental, y ya
han caracterizado a nivel molecular algunas variedades que tratan
de adaptar a condiciones de cultivo estresado, buscando obtener
floración precoz.
Los estudios de marcadores genómicos o moleculares pueden
utilizarse para mejorar ciertos cultivos y para implementar programas
de fitomejoramiento. Sólo falta hacer sensibles a los agricultores
sobre este ámbito de investigación, lo cual permite
la “certificación de plantas” mediante los criterios
que en otros países han elevado el ingreso del agro y que
pronto serán un requisito para la exportación.
Finalmente, Verónica Domínguez comentó que
estas estrategias ya las siguen países subdesarrollados como
Cuba, sin embargo, “nuestro país permanece a la zaga,
aún cuando tiene los investigadores preparados para desarrollar
la tecnología”.
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