Año 6 • No. 214 • marzo 6 de 2006 Xalapa • Veracruz • México
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Necesaria nueva política para financiar educación superior: López Castañares
Juan Carlos Plata
Ante la problemática financiera y presupuestal que atraviesan la mayoría de las instituciones públicas de educación superior en el país, es necesario crear una nueva política de distribución de financiamientos basada en la calidad, pertinencia, entrega de resultados, heterogeneidad, equidad y corresponsabilidad, aseguró el secretario general ejecutivo de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), Rafael López Castañares.

Rafael López Castañares.
“Es necesario un sistema que contemple la asignación de recursos extraordinarios, a través de fondos concursables para estimular la calidad; un acercamiento al financiamiento del sector privado sin menoscabar la autonomía de las universidades y que las propias instituciones sean autocríticas y fomenten la cultura de la eficiencia de los recursos con los que se cuenta”, afirmó.

El financiamiento de la educación pública, especialmente la educación superior, explicó el funcionario, no debe ser visto como un gasto infructuoso, sino como una inversión social de la mayor importancia, para lo cual se requiere un mínimo de acuerdos tanto en la clase política como en lo académico, que den estabilidad a las políticas de desarrollo y a una nueva política de financiamiento.
López Castañares dijo que sería muy conveniente otorgar los recursos por criterios aritméticos, en función los resultados de cada universidad, además de apoyar de manera diferenciada a instituciones débiles.

Durante la conferencia “Consideraciones para el financiamiento de la ecuación pública”, llevada a cabo durante los festejos del trigésimo aniversario del Sindicato del Personal Académico de la Universidad Veracruzana (FESAPAUV), López Castañares aseguró que los problemas de financiamiento de las universidades públicas no son sólo contables, sino que tienen que ver con un contexto social y también académico.

“No es la solución darle más recursos a las instituciones, este proceso debe estar fundamentado en cuál es el proyecto de cada institución, hacia dónde va, qué tipo de trabajos desarrolla y en una evaluación de por qué quieren más recursos”, dijo.

El secretario general de la ANUIES hizo un recuento de la manera en la que se han distribuido los recursos para las universidades; en los años 80, aseguró, el modelo se basó en el número de alumnos atendidos por institución; en los 90 se tomó como punto de referencia la plantilla de trabajadores y ahora se manejan recursos ordinarios (los entregados por la federación y los estados), más los recursos extraordinarios (que sólo da la federación) y los recursos asociados.

“A lo largo de la historia, también las instituciones se han dado cuenta de que es muy importante trabajar en conjunto. Las universidades públicas, a través de la ANUIES, organizan foros regionales para dar sus mejores aportaciones y generar una propuesta educativa fundamentada en el sentir de la comunidad universitaria y la sociedad en general a mediano y largo plazo, con lo que se pretende tener acceso a más y mejores recursos financieros”, señaló.

De 1991 a 2005 en México se dedicó el 5.1 por ciento del Producto Interno Bruto a la educación, 1.5 por ciento a la educación superior; lo que equivale al 22.6 por ciento del gasto público total. En 2005 el gasto por alumno fue de mil 436 dólares y 4 mil 336 dólares por alumno de educación superior, dijo López Castañares.