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Hiroyuki
Okumura, equilibrio y armonía
en una sola expresión
Gina Sotelo |
Era
la época del quattrocento italiano, Miguel Ángel afirmaba
que sólo eliminaba los sobrantes de la piedra para realizar
sus impresionantes esculturas en mármol. Esta forma de trabajar,
tomando el material como un todo, como un bello elemento en sí
mismo al que sólo basta darle forma para que muestre su propio
carácter, es compartida por el japonés Hiroyuki Okumura.
Hiro, héroe de la piedra lesa, es una exposición escultórica
que se exhibe en la Galería Universitaria Ramón Alva
de la Canal durante todo el mes de enero, y está conformada
por pequeña escultura, instalación y obra monumental
que ha realizado el artista japonés.
Para Okumura cada elemento que proporciona la naturaleza es una belleza
per se a la que el intenta sacarle el mayor provecho posible: “Por
eso utilizo muchas texturas y formas hasta encontrar el carácter
de la piedra que es finalmente el que muestro en mi trabajo”.
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| En
la serie prevalece el travertino, forma mineral blanca, porosa o cristalina,
de carbonato de calcio, depositada en capas por manantiales de agua
caliente o fría entre otros tipos de mármoles, que es
el elemento con el que el escultor mejor puede “dialogar”.
Sus figuras están formadas por fragmentos quebrados que con
sumo cuidado y delicadeza va armando como si fueran rompecabezas tridimensionales:
“Es una técnica que he desarrollado desde 1997. Cuando
trabajo nunca tengo en la mente lo que voy a hacer, sino que intuitivamente
las formas se van revelando, desocultándose. Tengo un primer
contacto con un material que me guste y la idea surge cuando lo rompo”.
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Es
a través del resultado de estas fragmentaciones como Okumura
aborda el material, en un ejercicio recurrente de destrucción
y reconstrucción hasta llegar a una creación única
y armónica: “La naturaleza en un principio tiene su armonía,
eso es lo que me gusta. Parto de una forma muy en bruto y hago una
integración con el material hasta que la escultura nace sola”.
El resultado es una fina mezcla de líneas muy puras, superficies
pulidas, con cierto brillo, con cierto lustre en un doble juego que
es el de las texturas, rugosidades y asperezas: “Me encanta
la piedra, tanto sus partes lisas como sus caras erosionadas, me gusta
descubrir en diferentes capas las mil maneras de expresarse de cada
material. El oficio de mi trabajo es encontrar el punto de equilibrio”.
A 17 años de vivir en México se percibe en sus piezas
una simbiosis de estilos. Hiroyuki Okumura considera como afortunada
su condición de vivir fuera de Japón y convivir con
la cultura mexicana. En su obra se aprecia ese punto de referencia
entre las dos culturas. “Para mí, esta integración
es una mezcla positiva, procuro sólo tomar lo bueno de este
país”.
Esta conexión Japón-Xalapa ha sido muy fructífera
para el desarrollo de una escultura propia en el Estado. Quizá
el origen lo haya cimentado el maestro Kiyoshi Takahashi, quien tuvo
entre sus discípulos a los escultores Rafael Villar y Adalberto
Bonilla. Hiroyuki habla del sensei oriental: “El fue un punto
de partida y yo su alumno. Puedo decir que él sembró
mi camino aquí al igual que con otros escultores japoneses,
quienes compartimos un lenguaje en común”.
Hiro, héroe de la piedra lesa, se exhibirá todo el mes
de enero en la Galería Universitaria Ramón Alva de la
Canal, ubicada en Xalapeños Ilustres 27. Bien vale la pena
visitarla. |
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