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Le
entregan la “Medalla Adolfo Ruiz Cortines”
Mi obra es producto de mi vida como universitario: Bonifaz Nuño
Edith Escalón |
| Rubén
Bonifaz Nuño, uno de los creadores literarios más notables
de Veracruz, protagonista de la vida académica y cultural mexicana,
intelectual, poeta, ensayista, promotor y conocedor profundo de las
culturas clásicas y prehispánicas, fue distinguido el
sábado pasado con la Medalla “Adolfo Ruiz Cortines”,
galardón que le fue entregado en un acto realizado en el Palacio
Legislativo donde se reunieron los diputados locales, y al que asistieron
funcionarios e intelectuales. |
El
maestro Bonifaz recibió la Medalla de manos del gobernador
Fidel Herrera Beltrán. |
La
propuesta de entregar al intelectual cordobés la máxima
presea que otorga el estado a quienes han impulsado su grandeza, fue
presentada a la LX Legislatura del Congreso del Estado por el gobernador
Fidel Herrera y por el rector Raúl Arias Lovillo, y fue respaldada
por un centenar de literatos, científicos, investigadores y
académicos de la máxima casa de estudios, entre ellos
narradores, poetas, críticos y profesores en el campo de la
lengua y la literatura.
Conmovido hasta las lágrimas, el maestro Bonifaz recibió
de manos del gobernador veracruzano la medalla que, según sus
palabras, “resulta para mí más honrosa que cuanto
yo pudiera decir, pues incrementa en mí dos sentimientos para
seguir viviendo: el de ser mexicano y el de ser patriota”. |
El
Rector de la UV convivió con el homenajeado en la ceremonia. |
En
su discurso, recordó cómo en los años de la presidencia
de Adolfo Ruiz Cortines eran inusuales las expresiones transparencia,
estado de derecho, redición de cuentas, democracia, que hoy
se repiten hasta la impaciencia, y en un ejercicio crítico,
como corresponde a un intelectual de su estatura, explicó:
“Entonces no había necesidad alguna de invocar la transparencia
porque todo era diáfano; de llamar al Estado de Derecho cuando
la puntual aplicación de la ley nos daba seguridad; de hablar
de rendición de cuentas porque las cuentas se rendían
entonces continua y cabalmente de manera auténtica”.
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| Añadió
que en esos tiempos eran sólidas e inamovibles las tres columnas
que durante largos años sustentaron el valor de la humanidad:
el concepto de la patria, la separación absoluta de Iglesia
y Estado, y la defensa contra las insidias imperialistas de los Estados
Unidos, y lamentó que en nuestros días, estas columnas
ya no existan: “En la ciénega de mentiras que ahora nos
sumergimos todavía resuena la verdad de Adolfo Ruiz Cortines”.
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La
Medalla “Adolfo Ruiz Cortines” es la máxima presea
que otorga el estado de Veracruz. |
Ante
todo, un universitario
El galardonado reconoció que fue la Universidad la que le dio
la oportunidad de ejercer su vocación académica: “mi
obra es producto de mi vida como universitario; y el de profesor es
el papel principal que he podido tener en la vida”, dijo el
poeta, quien creció en las aulas de la Universidad Nacional,
y se consolidó en las de muchas otras instituciones de educación
superior.
En torno a la iniciativa de la UV que hizo posible otorgarle esta
presea, el homenajeado comentó: “la Universidad Veracruzana
siempre me ha protegido y me ha admitido como hijo suyo, de eso siempre
me he enorgullecido”, y añadió que sus lazos con
la UV se estrechan aún más a través de su Museo
de Antropología, donde ha estudiado a México, especialmente
a la cultura olmeca. |
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Bonifaz
Nuño, maestro de generaciones, siempre cercanos a los jóvenes,
no perdió la oportunidad de dirigirse a los jóvenes
universitarios, a quienes pidió que defiendan la patria que
constantemente está siendo asaltada por un conjunto de fuerzas
negativas: “ustedes tienen la obligación de defender
nuestro país como en alguna ocasión lo hicimos los
que ahora somos viejos”.
La defensa consiste en vivir honradamente, en no buscar provechos
a costa de los demás y tratar de hacer que México
sea un país independiente, que no admita colonizaciones de
los más poderosos; consiste en impedir que se rompan las
leyes de la República: “lo principal para un mexicano,
es vivir de acuerdo con la ley constitucional”.
Una
vida de apetecibles frutos
Rubén Bonifaz Nuño, uno de los creadores literarios
más notables de Veracruz, singular protagonista de la vida
académica y cultural de nuestro país, intelectual,
poeta, ensayista, promotor y conocedor profundo de las culturas
prehispánicas, fue distinguido el sábado pasado con
la Medalla “Adolfo Ruiz Cortines”, la máxima
presea que otorga el estado a quienes han procurado impulsar con
sus acciones la grandeza de la entidad.
El espíritu ilustrado de Bonifaz Nuño, nacido en Córdoba
en 1923, lo llevó a ser reconocido como uno de los creadores
literarios más notables que han nacido en tierra veracruzana.
Se recibió como abogado en la UNAM en 1950, y estudió
la maestría y el doctorado en Letras clásicas, obedeciendo
a su vocación por la literatura.
Ingresó a la Academia Mexicana de la Lengua en 1963 y es
miembro de El Colegio Nacional (desde 1972) y de la Academia
Latinitati Inter Omnes Gentes Fovendae de Roma.
Fue becario de la primera promoción del Centro Mexicano de
Escritores. Ha recibido varias distinciones, entre ellas el Premio
Nacional de Letras (1974), la Orden del Mérito de la República
Italiana en grado de Comendador (1977), el Diploma de Honor en el
XXXII Certamen Capitolino de Roma (1981) –el primero otorgado
a un escritor de lengua española–, el Premio Latinoamericano
de las Letras “Rafael Heliodoro Valle” (1984), la beca
Guggenheim (1984-1985) por realizar investigaciones sobre puntos
fundamentales de la iconografía azteca, y el Premio “Jorge
Cuesta”.
Su labor académica ha sido reconocida con doctorados
Honoris Causa por la Universidad de Colima, la UNAM y la UV.
Además, se ha desempeñado como director de publicaciones,
coordinador de Humanidades y director del Instituto de Investigaciones
Filológicas de la UNAM.
Su pluma le ha llevado a tener un lugar preferente como colaborador
en los principales periódicos y revistas de México,
es autor de una prolífica obra literaria, traducida a otras
lenguas. Entre sus textos destacan: Los demonios y los días
(1956), El manto y la corona (1958), Siete de espadas
(1966), El ala del tigre (1969), La llama y el
espejo (1971), As de oros (1980), El corazón de
la espiral (1983), Trovas de Mar (1994) y Versos
(1996).
Como latinista, Rubén Bonifaz Nuño es uno de los traductores
de la literatura clásica latina más señalados
en nuestro idioma. Su trabajo sobre Virgilio, Catulo, Propercio
y Ovidio, entre otros, así lo demuestran, de hecho, ha traducido
22 obras de clásicos grecolatinos, la mayoría de las
cuales han sido publicadas en la Bibliotheca Scriptorum Graecorum
el Romanorum Mexicana.
Consciente de nuestra herencia cultural indígena, ha analizado,
por vía del ensayo, sus múltiples orígenes,
escribiendo ocho obras de interpretación crítica relativas
a la cosmogonía del mundo prehispánico. Ejemplos luminosos
de este interés son: Destino del canto (1963),
La fundación de la ciudad (1972) y El arte en el
Templo Mayor (1981). Actualmente dirige el Centro de Estudios
para la Descolonización de México. |
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