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Asesorados
por la Universidad Veracruzana
Campesinos de Juchique de Ferrer
inician producción de palma camedor
Edith Escalón |
Asociadas
a las plantaciones de café bajo sombra, las palmas camedor
representan una alternativa económica para los productores
agrícolas de Veracruz, que han visto mermados sus ingresos
desde el desplome del precio del aromático. Así lo
demuestra un proyecto alternativo en el municipio de Juchique de
Ferrer, ubicado en la sierra de Chiconquiaco, donde una comunidad
está invirtiendo sus remesas provenientes de Estados Unidos
en el cultivo de estos ornamentales.
Niños, mujeres y ancianos que quedan en El Chaparral, a 14
kilómetros de la cabecera municipal, luego de años
de crisis de café y ganadería improductiva, que orilló
a los
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hombres
del pueblo a emigrar a Estados Unidos, han montado en sus tierras
un vivero para la producción de tres millones de plantas de
palma camedor, gracias al apoyo técnico de la Universidad Veracruzana.
Además de las cinco hectáreas que ya sembraron como
parcela demostrativa, con la producción del vivero esperan
plantar cerca de 20 hectáreas de palma bajo la vegetación
secundaria (acahuales) que predomina en El Chaparral, pues con el
apoyo de la UV se han percatado del potencial económico de
estas plantaciones.
Y es que la palma camedor (Chamaedorea elegans) es altamente
demandada en mercados nacionales e internacionales como ornamental,
especialmente en Estados Unidos, Holanda, Alemania y, recientemente,
los países asiáticos, pues su follaje (que se utiliza
en arreglos florales), permanece fresco durante 20 días a partir
del corte, condiciones que hacen al producto ideal para la exportación.
Los precios que pagan los intermediarios al recogerla en sitio o en
centros regionales de acopio oscilan entre 10 y 15 pesos por gruesa
(120 a 144 hojas); los mayoristas en el mercado nacional pagan entre
15 y 20 pesos, pero en el internacional, el precio alcanza hasta 250
pesos.
La iniciativa universitaria motivó a los campesinos a invertir
las remesas que reciben de Estados Unidos, convencidos de que es una
alternativa económicamente viable que les permitirá
recuperar su inversión y obtener ganancias sin necesidad de
dejar su tierra.
Aunque la UV, la Comisión Nacional Forestal y el Gobierno del
Estado han aportado apoyos y financiamiento para poner en marcha el
proyecto de El Chaparral, el 50 por ciento de los recursos para la
plantación ha sido aportado por los comuneros, quienes han
aprovechado así el esfuerzo de sus familiares que han migrado
para trabajar en los Estados Unidos.
Su cultivo inició en 2001, cuando los técnicos y académicos
de la UV empezaron a asesorar al pequeño grupo que se empeñó
en encontrar el apoyo institucional para obtener financiamiento y
asistencia técnica que les garantizara empleo e ingresos suficientes
para vivir.
El proyecto no sólo empieza a darles esos beneficios, sino
que es totalmente sustentable. Durante 10 años, cada palma
es capaz de producir una hoja de alta calidad cada tres meses (cuatro
hojas al año) que, gracias a los tres millones de plantas del
vivero, permitirá a los productores comercializar el follaje
como acopiadores o mayoristas.
Además, este cultivo convive con el cafetal sin afectarlo ni
ser afectado, y permitirá mantener los árboles y la
biomasa de las fincas, un punto fundamental si se considera que el
ecosistema de cafetales tiene una riqueza biológica similar
a la del bosque de niebla. La
demanda de la palma camedor
La oferta de palma camedor no satisface la demanda internacional,
porque el mercado se abastece básicamente del saqueo de palma
silvestre. Se estima que la producción mundial de palma sólo
cubre entre 10 y 30 por ciento de la demanda. México aporta
el 85 por ciento y el resto Centroamérica.
Aunque este año los campesinos iniciarán su comercialización
en el mercado nacional, el objetivo es brindarles asesoría
para que integren una comercializadora regional. Ello no sólo
les permitiría actuar como acopiadores de la palma para evitar
el intermediarismo sino considerar la exportación como un
proyecto asequible, que esperan concretar el año próximo
con el apoyo de la UV y de instancias del gobierno veracruzano.
El trabajo institucional ha sido coordinado desde la Universidad
Veracruzana por Jesús Dorantes, director de Proyectos Forestales.
Correo electrónico: vivetario@yahoo.com.mx.
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