Para
identificar los comportamientos problema que presentan los niños
y ayudar a los padres y maestros en el manejo de su conducta, investigadores
del Instituto de Psicología y Educación de la UV crearon
un programa cognitivo-conductual que fue aplicado exitosamente en
una escuela primaria de la colonia Progreso Macuiltépetl,
en Xalapa.
Wilfredo Salas Martínez explicó que el comportamiento
de los niños con trastorno de deficiencias de atención,
hiperactividad e impulsividad (TDAH), se caracterizan por la dificultad
o incapacidad para mantener la atención voluntaria frente
a determinadas actividades, en los ámbitos académico
y familiar. |

Wilfredo
Salas Martínez.
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Las relaciones sociales también se ven afectadas porque les
resulta muy difícil seguir las reglas o normas rígidas
de comportamiento, lo que se asocia a la falta de control y a no
ser conscientes de las consecuencias de sus actos, a la agresión
y a la frustración manifiesta en su interacción con
otros niños.
Una vez identificadas las características principales de
los comportamientos problema, se eligió a 17 padres de familia,
18 maestros y 22 niños de todos los grados de la escuela.
Los investigadores aplicaron un pre-test a padres para detectar
los problemas de los niños seleccionados por los maestros.
El siguiente paso fue realizar un curso-taller para padres de familia
y el taller cognitivo a los niños. Los padres registraron
las conductas más problemáticas de sus hijos, a las
que se dio seguimiento, y se proporcionó asesoría
general e individual a padres de familia. También se ofreció
un curso-taller a los maestros.
Salas Martínez destacó que los padres registraron
una disminución de las conductas problemáticas de
sus hijos. Y proporcionó estadísticas.
En falta de atención, se logró disminuir del 63 al
33.2 por ciento el número de casos. En hiperactividad, del
58 al 26 por ciento. En impulsividad, del 59 al 25.2 por ciento.
Cifras similares se mostraron en el caso de los maestros.
Los resultados de este ejercicio permitieron identificar que el
programa fue más efectivo en la escuela que en la casa, ya
que se logró un mejor control de las variables extrañas
reflejadas por los maestros, al evaluar los comportamientos en la
línea base y la fase experimental.
Acompañado de los investigadores participantes Doris Ladrón
de Guevara, Andree Fleming y Esperanza Ferrant, Salas Martínez
dijo que el estudio permite a los padres de familia y maestros tener
alternativas para el decremento de conductas inadecuadas. “es
un procedimiento sencillo y económico, las conductas se pueden
controlar en un tiempo corto y beneficia a los niños y a
las personas de su entorno, pues facilita el desarrollo del proceso
de enseñanza-aprendizaje y contribuye a generar una mejor
relación social”. |