Año 5 • No. 193 • septiembre 19 de 2005 Xalapa • Veracruz • México
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La democracia mexicana,
defectuosa e inconsistente
Edith Escalón

Fernando Villafuerte.

En México, donde se ha avanzado de manera lenta hacia la construcción de instituciones cada vez más democráticas en términos liberales pero arrastra un gran déficit en cuanto a valores democráticos, existe una democracia defectuosa e inconsistente que implica la convivencia de rasgos democráticos y prácticas autoritarias, aseguró Fernando Villafuerte, catedrático de la UV.

En la FILU 2005, dijo que las causas y características del desarrollo de las democracias defectuosas pueden tener su origen en el peso de las tradiciones políticas y culturales de la sociedad en su conjunto y en la implantación de diseños liberales que se enraízan mal.
Este tipo de sistema político parte de una serie de presupuestos muy determinados: no hay estado de derecho ni mecanismos de control por parte del sistema político ni una separación clara entre el espacio público y privado de la sociedad: “En México, esta situación es bastante clara pues el excesivo control por parte del estado prácticamente deshizo los mecanismos de autonomía en los procesos de organización social y creó una cultura política basada en la inmovilización social”.

Para Villafuerte, la mayoría de los defectos en esta implantación de democracia se debe a la debilidad, o la no implementación de reglas claras contenidas en el estado de derecho, los cuales deben de estar en los mecanismos institucionales al interior de la sociedad.

Generación de democracias defectuosas
Enumeró como los principales factores que prohíjan las democracias defectuosas el nivel de desarrollo socio económico, la fuerza y autonomía de la sociedad civil o el capital social acumulado por la sociedad, los factores y el cambio cultural, el contexto internacional, las instituciones y el entramado del sistema social, y las elites y actores políticos

Dichos factores se pueden resumir en dos puntos esenciales: la herencia autoritaria y la falta de institucionalidad de las prácticas políticas. Estos factores facilitaron la construcción de un orden que iba más allá de las instituciones, abriendo espacios a la informalidad y el no respeto a las estructuras legitimadas socialmente.

Las nuevas democracias albergan un considerable potencial de conflicto entre las viejas instituciones informales heredadas y las formales recientemente implantadas, por lo que toda transformación institucional va a ser difícilmente aceptada por la población y los viejos actores políticos.

Democracias para el futuro
Para Villafuerte existen tres posibilidades o escenarios para el desarrollo futuro de una democracia defectuosa: en primer lugar, la posibilidad latente de un retorno autoritario, en el cual las inercias hayan tejido e invadido de manera muy clara a las nuevas instituciones democráticas. En segundo lugar, el escenario de la preservación de los “imperfectos democráticos”, ya que presentan una estabilidad y una continuidad, y en tercer lugar, el desarrollo progresivo hacia componentes más liberales dentro de los contextos post autoritarios, en donde se pueden dar avances sectorializados o graduales dentro de estas dinámicas ascendentes.

“Este último punto podría ser muy claro para el caso de México, en donde se ha avanzado de manera lenta a la construcción de instituciones cada vez más democráticas en términos liberales, sin embargo, arrastramos un gran déficit en cuanto a valores democráticos”.

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