Fernando Villafuerte.
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En
México, donde se ha avanzado de manera lenta hacia la construcción
de instituciones cada vez más democráticas en términos
liberales pero arrastra un gran déficit en cuanto a valores
democráticos, existe una democracia defectuosa e inconsistente
que implica la convivencia de rasgos democráticos y prácticas
autoritarias, aseguró Fernando Villafuerte, catedrático
de la UV.
En la FILU 2005, dijo que las causas y características del
desarrollo de las democracias defectuosas pueden tener su origen en
el peso de las tradiciones políticas y culturales de la sociedad
en su conjunto y en la implantación de diseños liberales
que se enraízan mal. |
Este tipo de sistema político parte de una serie de presupuestos
muy determinados: no hay estado de derecho ni mecanismos de control
por parte del sistema político ni una separación clara
entre el espacio público y privado de la sociedad: “En
México, esta situación es bastante clara pues el excesivo
control por parte del estado prácticamente deshizo los mecanismos
de autonomía en los procesos de organización social
y creó una cultura política basada en la inmovilización
social”.
Para Villafuerte, la mayoría de los defectos en esta implantación
de democracia se debe a la debilidad, o la no implementación
de reglas claras contenidas en el estado de derecho, los cuales deben
de estar en los mecanismos institucionales al interior de la sociedad.
Generación
de democracias defectuosas
Enumeró como los principales factores que prohíjan
las democracias defectuosas el nivel de desarrollo socio económico,
la fuerza y autonomía de la sociedad civil o el capital social
acumulado por la sociedad, los factores y el cambio cultural, el
contexto internacional, las instituciones y el entramado del sistema
social, y las elites y actores políticos
Dichos factores se pueden resumir en dos puntos esenciales: la herencia
autoritaria y la falta de institucionalidad de las prácticas
políticas. Estos factores facilitaron la construcción
de un orden que iba más allá de las instituciones,
abriendo espacios a la informalidad y el no respeto a las estructuras
legitimadas socialmente.
Las nuevas democracias albergan un considerable potencial de conflicto
entre las viejas instituciones informales heredadas y las formales
recientemente implantadas, por lo que toda transformación
institucional va a ser difícilmente aceptada por la población
y los viejos actores políticos.
Democracias
para el futuro
Para Villafuerte existen tres posibilidades o escenarios para el
desarrollo futuro de una democracia defectuosa: en primer lugar,
la posibilidad latente de un retorno autoritario, en el cual las
inercias hayan tejido e invadido de manera muy clara a las nuevas
instituciones democráticas. En segundo lugar, el escenario
de la preservación de los “imperfectos democráticos”,
ya que presentan una estabilidad y una continuidad, y en tercer
lugar, el desarrollo progresivo hacia componentes más liberales
dentro de los contextos post autoritarios, en donde se pueden dar
avances sectorializados o graduales dentro de estas dinámicas
ascendentes.
“Este último punto podría ser muy claro para
el caso de México, en donde se ha avanzado de manera lenta
a la construcción de instituciones cada vez más democráticas
en términos liberales, sin embargo, arrastramos un gran déficit
en cuanto a valores democráticos”.
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