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Juan
Carlos Plata |
Presentaron
la segunda edición de la novela de Agustín del Moral
Tejeda, editada por la UV y Ficticia |
Tal
cual ha sido la pretensión de miles de escritores en el mundo,
Agustín del
Moral Tejeda consiguió con su primera novela, Nuestra alma
melancólica en conserva, un relato en el que, como asegura
Vicente Leñero en el prólogo de la primera edición
de 1997, la vida palpita de veras, dijo Edgar Onofre Fernández
durante la presentación de la segunda edición de la
obra, en la FILU 2005.
“La novela de Ag ustín del Moral no es, citando al serbio
Vladimir Dimitrijevic, como las de esos poetas académicos que
consultan los diccionarios de rimas, que escogen temas refinados y
se convierten, en el mejor de los casos, en pobres imitadores de Paul
Valéry, que son admirables, pero no son nada”. |
Agustín del Moral Tejeda. |
Aseguró
que este trabajo narrativo ha conseguido lo que escritores de todas
las calañas han buscado: la literatura que perdura, aquella
que no solamente consigue el aplauso de la crítica, sino también
el corazón de los lectores.
“Del Moral saqueó los pasajes más emotivos o desgarradores
de su vida –o la de vayan ustedes a saber quién–
para entregar una novela de dolores añejos, heridas de amor
de las que no cierran nunca y decepciones infames, escrita en el tono
de quien hace el recuento de amores que nunca lo fueron, y esperanzas
que se fueron quebrando una tras otra, sin por ello haberles perdido
el cariño que las mantuvo vivas durante muchos años.
Sin comentarios eruditos sobre cualidades técnicas, queda claro
que una novela en la que se ponen tanto en juego las emociones más
íntimas es una novela hecha de sangre, fuego y nervios, que
es una novela para lectores que no flaquean frente a las desgracias
del alma y corazón, sino que es para lectores con aplomo de
hombre de verdad”, afirmó Edgar Onofre. |
Rodolfo
Mendoza dijo que la novela gira en torno a la educación sentimental
y al crecimiento espiritual de Gonzalo Molina –el protagonista–
aunque también es una novela social y política, una
obra que revisa una parte de la historia de México; es una
novela que desentraña el alma de sus protagonistas y que no
deja incólume al lector.
“Gonzalo es un personaje a través del cual el autor trata
de explicarse el sentido de la vida, de la política, de la
filosofía, del amor, del compromiso y de todo aquello que concierne
al hombre. El protagonista de Del Moral Tejeda se plantea, sin que
esto parezca una inocentada, las preguntas metafísicas eternas:
¿De dónde venimos y a dónde vamos? Lo que busca
Gonzalo es el camino correcto, para encontrarse con que no hay camino
correcto sino que sólo existe el camino”, dijo Mendoza. |
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