Año 5 • No. 193  • septiembre 19 de 2005 Xalapa • Veracruz • México
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Juan Carlos Plata
Presentaron la segunda edición de la novela de Agustín del Moral Tejeda, editada por la UV y Ficticia
Tal cual ha sido la pretensión de miles de escritores en el mundo, Agustín del
Moral Tejeda consiguió con su primera novela, Nuestra alma melancólica en conserva, un relato en el que, como asegura Vicente Leñero en el prólogo de la primera edición de 1997, la vida palpita de veras, dijo Edgar Onofre Fernández durante la presentación de la segunda edición de la obra, en la FILU 2005.

“La novela de Ag ustín del Moral no es, citando al serbio Vladimir Dimitrijevic, como las de esos poetas académicos que consultan los diccionarios de rimas, que escogen temas refinados y se convierten, en el mejor de los casos, en pobres imitadores de Paul Valéry, que son admirables, pero no son nada”.

Agustín del Moral Tejeda.
Aseguró que este trabajo narrativo ha conseguido lo que escritores de todas las calañas han buscado: la literatura que perdura, aquella que no solamente consigue el aplauso de la crítica, sino también el corazón de los lectores.

“Del Moral saqueó los pasajes más emotivos o desgarradores de su vida –o la de vayan ustedes a saber quién– para entregar una novela de dolores añejos, heridas de amor de las que no cierran nunca y decepciones infames, escrita en el tono de quien hace el recuento de amores que nunca lo fueron, y esperanzas que se fueron quebrando una tras otra, sin por ello haberles perdido el cariño que las mantuvo vivas durante muchos años. Sin comentarios eruditos sobre cualidades técnicas, queda claro que una novela en la que se ponen tanto en juego las emociones más íntimas es una novela hecha de sangre, fuego y nervios, que es una novela para lectores que no flaquean frente a las desgracias del alma y corazón, sino que es para lectores con aplomo de hombre de verdad”, afirmó Edgar Onofre.
Rodolfo Mendoza dijo que la novela gira en torno a la educación sentimental y al crecimiento espiritual de Gonzalo Molina –el protagonista– aunque también es una novela social y política, una obra que revisa una parte de la historia de México; es una novela que desentraña el alma de sus protagonistas y que no deja incólume al lector.

“Gonzalo es un personaje a través del cual el autor trata de explicarse el sentido de la vida, de la política, de la filosofía, del amor, del compromiso y de todo aquello que concierne al hombre. El protagonista de Del Moral Tejeda se plantea, sin que esto parezca una inocentada, las preguntas metafísicas eternas: ¿De dónde venimos y a dónde vamos? Lo que busca Gonzalo es el camino correcto, para encontrarse con que no hay camino correcto sino que sólo existe el camino”, dijo Mendoza.