A los universitarios del estado les dijo: “Gracias por su confianza. Les prometo que no los voy a defraudar”.

Adelantó que para la construcción de una universidad pública de excelencia, que eleve su calidad y cumpla con pertinencia su compromiso con la sociedad, “es preciso establecer un nuevo pacto institucional fundado en la participación de estudiantes, trabajadores, académicos y autoridades, que nos permita llevar a cabo las reformas que profundicen el proceso de academización iniciado hace una década”.

Así, propuso iniciar la construcción de una Universidad Generadora de Conocimiento para su Distribución Social sobre la base de los éxitos hasta hoy alcanzados y que constituye el capital acumulado de la UV, y resaltó que “la autonomía de una universidad pública de excelencia implica definir, ejecutar y relacionarse con otros sectores bajo criterios estrictamente académicos. Las relaciones de la Universidad con el gobierno y diversos actores sociales debe basarse en la cooperación, confianza y respeto mutuos”.

También se pronunció por “una renovada institución que promueva el diálogo, el debate constructivo, el reconocimiento de los otros, la tolerancia y el respeto a la ley”, que permita formar profesionales que sean, al mismo tiempo, ciudadanos libres, democráticos y abiertos a la diversidad.

Para tal efecto, adelantó su interés por promover una mayor participación de los universitarios en la toma de decisiones y el objetivo de hacer que la UV aporte soluciones a problemas de la entidad, como la competitividad en las empresas, la generación de empleos, el desarrollo sustentable y la cultura democrática y política.

Arias Lovillo se comprometió, también, por la autonomía de la UV en términos estrictamente académicos y de mayor participación universitaria, por privilegiar los criterios académicos por sobre los políticos en la vida de la institución, aportar soluciones a los problemas veracruzanos mediante la investigación, atender la demanda de los jóvenes en materia de educación superior mediante mecanismos no convencionales, además de que refrendó su compromiso para con los estudiantes, los académicos (“protagonistas en la transformación de la institución”) y los trabajadores técnicos, manuales y administrativos, a quienes ofreció mejores condiciones laborales a cambio de su apoyo para profundizar reformas institucionales.

Reiteró su compromiso para erradicar la cultura de la simulación y experimentar en la UV “un vuelco cultural radical y completo” y con la transparencia y la rendición de cuentas.

Para tales efectos, dictó los ejes rectores del periodo que hoy comenzó:
· la investigación como eje de todas sus tareas
· la reestructuración de la academia mediante la integración de investigación y docencia
· la segunda generación del Modelo Educativo Integral y Flexible (MEIF), y
· cerrar brechas entre el desempeño de una y otra facultad, y una y otra región.

La propuesta de Arias Lovillo también comprende la renovación en la generación, difusión y fomento de la cultura, ampliar la convicción de llevar los bienes culturales generados por la UV a las comunidades y sectores productivos, el libre acceso a la información, fomentar la cooperación internacional e incrementar la presencia de la UV en el ámbito universitario nacional, además de reformar la legislación universitaria vigente para impulsar la innovación y el cambio cultural –lo cual implica una reforma laboral en aras de colaborar con la institución rumbo a la excelencia–.