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México,
más caricaturesco y surrealista
que las propias caricaturas: Patricio |
Edgar
Onofre |
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chiste de la caricatura es la trasgresión, la burla y la ironía;
la buena caricatura siempre es incisiva, cuestionadora” |
El
país nuestro que rodea a los personajes que pueblan las historietas
del caricaturista Patricio, autor de sagas como Los Miserables
o el Hombre-Man, resulta “más caricaturesco
y surrealista que las caricaturas mismas”, aseguró el
propio creador de personajes como Bilimbique Godínez o el mismo
Hombre-Man y que participará el 12 de septiembre con sus colegas
Helguera, Rocha y Pedro Sol en la FILU.
De acuerdo con el caricaturista, el carácter irrespetuoso y
lúdico de la caricatura “es el sentido mismo de la caricatura;
si no fuera así, la caricatura no tendría chiste y el
chiste de la caricatura, en buena medida, es la trasgresión,
la burla y la ironía”. Sin embargo, aceptó que
el oficio de monero no implica necesariamente pelear a la
contra, pues “se puede hacer caricatura para alabar o que simplemente
no diga nada, pero yo diría que la buena caricatura siempre
es incisiva, cuestionadora”.
Para Patricio, en cierta medida la herencia lúdica de los caricaturistas
proviene de la tradición veracruzana, “de la rima, las
versadas, que van en ese sentido: contar algo pero con humor e ironía”,
aunque advirtió que “todavía existe en el país
falta de libertad de expresión, no necesariamente a nivel nacional,
pero sí a nivel local. Además, existe una falta de evolución
no sólo del género de la caricatura sino del periodismo:
hay lugares donde todavía no ha pasado la transición
a la democracia y donde tampoco ha pasado en los medios. El ejemplo
es simple: asómate a la prensa estatal y ve quién se
mete con Fidel Herrera”.
No obstante, aseguró que la caricatura está en condiciones
de formar opinión pública aún por encima de las
columnas y editoriales políticas, sobre todo “por el
tipo de país que tenemos, en donde la gente lee muchísimo
más monitos que otra cosa. En otros países no necesariamente
pasa esto, donde la gente lee libros, columnas y periódicos
y alguien como Lorenzo Meyer podría ser el Rius de Barcelona.
Pero aquí, donde la gente no lee nada sino monitos, pues alguien
como Rius –que no nada más hacía caricatura, sino
hacía revistas de monitos– pues, efectivamente, es trascendental”.
Acaso por esta razón, el género de la caricatura es
mucho más cercano a los mexicanos, pues si bien “existe
literatura donde aparecen los elementos de la caricatura, el impacto
de personajes literarios en México no es tan fuerte como los
personajes de los cómics (salvo muy honrosas excepciones).
Por ejemplo, en la literatura de Jorge Ibargüengoitia encuentras
el mismo sentido del humor, trasgresor, incisivo que quizá
encuentras en los cómics de Rius. Sin embargo, Rius
es muchísimo más influyente y conocido que Ibargüengoitia”. |
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