|
|
100%
UV
En nuestras filas, uno de los mejores jóvenes
dramaturgos de México
Gina
Sotelo |
La
historia ocurre en París en 1896. Un escritor asiste a la
premier de Ubú Rey y conoce a Alfred Jarry. Al ver que es
más joven y más talentoso que él, se siente
insatisfecho con su trabajo, y esa insatisfacción se convierte
en un martirio. Luego de reflexionar, deduce que sus obras son insípidas
por su falta de vivencias y esa suposición lo lleva al extremo.
Quiere escribir sobre un asesinato y decide matar a una mujer a
la que persigue por las calles de París. La encuentra en
un muelle del Sena –sitio ideal para el asesinato– pero
descubre en la joven la intención de suicidarse. La convence
de no hacerlo para después él consumar el crimen.
De esta forma inicia el relato Los vecinos del violinista o Un torso,
mierda y el secreto del carnicero, obra teatral escrita por Alejandro
Ricaño, estudiante de la Facultad de Teatro de la Universidad
Veracruzana (UV), quien está entre los cinco finalistas del
Premio Nacional de Dramaturgia Joven “Gerardo Mancebo del
Castillo”.
|
Alejandro Ricaño.
|
Convocado
por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), el
Fondo Editorial “Tierra Adentro” y el Centro Cultural
Helénico, el premio es para escritores menores de 35 años.
Los cinco finalistas seleccionados –de Querétaro, Oaxaca,
Distrito Federal, Hidalgo y Veracruz– están participando
en un taller de perfeccionamiento en el DF y sus obras serán
publicados en la antología Teatro de La Gruta.
Hay un único premio de más de 50 mil pesos y la producción
de la obra en el Foro La Gruta, que designará el jurado integrado
por el dramaturgo Luis Enrique Gutiérrez, el director teatral
David Hevia y el historiador en teatro Fernando Muñoz.
Para Alejandro, la palabra “mierda” pesa mucho y se toma
en un sentido cotidiano como suciedad, aunque su intención
fue evocar a Alfred Jarry quien al estrenar Ubú Rey en 1896,
la primera palabra del protagonista es “mierda” y sobre
esa “mierda” habla la obra: “La gente que escucha
este título se va con la idea de que se trata de algo agresivo
y yo lo tomo como un hecho histórico que alude al llamado teatro
museográfico, así que no sé como quedará
registrada la obra al ser publicada”. |
A
sus 21 años, el haber sido seleccionado para este concurso
literalmente le ha cambiado la vida: “Estoy muy emocionado porque
los cuatro años pasados han ganado chavos mayores de 30 años,
supuse que sería novedoso que un joven como yo llegara a esta
final. Pero de los cinco finalistas, cuatro somos contemporáneos
y resulta que todos tienen un rato escribiendo, así que me
doy cuenta de que hay muchos dramaturgos jóvenes, lo que te
obliga a exigirte más y a trabajar al nivel de un profesional”.
A un semestre de salir de la carrera, viajar al DF y tomar el taller
de perfeccionamiento, Alejandro se ha dado cuenta de que está
un poco atrasado en comparación con sus colegas quienes están
“tallereando”, cursando diplomados y publicando trabajos.
Alejandro Ricaño ha escrito y montado obras como La constante
sospecha de un hombre, ha actuado en El insólito caso
del señor Morton o El cerco de Numancia y recientemente
Fin de partida pero no se siente satisfecho: “Creo
que debo actualizarme. Alguien dijo que mi obra era un formato viejito
de teatro y que debería ver más obras, pero la verdad
es que mientras en México hay 60 títulos en cartelera,
aquí a veces no hay mucho de dónde escoger”.
En Xalapa, por cuestión escolar, se siguen montando textos
clásicos que datan de los cincuenta ó setenta, de los
griegos y de Shakespeare, y casi nunca de teatro contemporáneo
de hace uno o dos años: “No vemos propuestas dramáticas
y escénicas innovadoras. Me di cuenta de que allá todos
se conocen, yo era el único extraño. Lo que aquí
nos hace falta es comunicación y así saber qué
es lo que se está escribiendo en otras partes”. Alejandro
considera que ejercicios como el Festival del Día Mundial del
Teatro son un buen intento de lo que debería de ocurrir: “Fuera
de Veracruz no conocen más que a Oceransky y a Beverido. Deberíamos
sacar obras y llevarlas a otras partes y no quedarnos sólo
en lo local”. |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|