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La
integración de expresiones regionales al español de
ninguna manera vulgariza el lenguaje, es consecuencia de la dinámica
del uso del idioma en una región determinada, aseguró
Alberto Espejo, catedrático de la Facultad de Letras Españolas
de la UV.
El académico, quien desde hace 10 años trabaja en
la integración de un diccionario de veracruzanismos, aseguró
que este tipo de ejercicios académicos que buscan integrar
expresiones regionales al idioma español son totalmente convenientes
porque los hablantes encuentran líneas de identidad con el
hecho verbal y se vuelven más “dueños”
de su idioma. |
Alberto
Espejo. |
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“Palabras como ‘zacahuil’, que tiene un significado
específico para los huastecos pero que carece de sentido
para personas de otra región del estado, son importantes,
tanto en el área de los estudios del lenguaje como en el
uso cotidiano, porque pueden perderse, ya que están en una
dinámica que hace cambiar al lenguaje diariamente con la
creación de neologismos y la posibilidad de que se pierda
el sentido original de una frase o palabra”.
Contrario a lo que muchos puristas del lenguaje sostienen, aseguró
que el idioma español no se daña con la incorporación
de estas expresiones regionales, y sí con el uso indiscriminado
de barbarismos. “La vulgarización viene cuando al lenguaje
se le satura con palabras de habla extranjera que no tienen que
ver con la realidad del estado y desplazan a palabras del español
que prácticamente desaparecen porque la gente, por comodidad
o costumbre, utiliza los barbarismos”.
La finalidad de la integración del diccionario de veracruzanismos,
explicó, es recuperar aquellos lenguajes que están
en la vida cotidiana, histórica, social, política,
laboral, rural del veracruzano, aunque esto no quiere decir que
esas expresiones no puedan ser usadas en otros estados del país.
En su investigación se ha encontrado con que muchos de esos
regionalismos descienden de lenguas prehispánicas, otras
se han unido a palabras castellanas y han aportado su significado
a una nueva expresión, o han cambiado de significado por
influencia de una palabra española. Aún cuando algunas
de esas expresiones resulten ser contradicciones o redundancias
idiomáticas, no pueden ser descalificadas como errores de
lenguaje porque son producto del uso local del idioma y de la integración
de la cultura
local al idioma. |