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Afirma
investigadora del IIESES
La mujer debe dejar de
ser factor de pobreza
Juan Carlos Plata |
Luz
Angélica Gutiérrez Bonilla.
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Para
eliminar un histórico círculo vicioso de carencia es
necesario que la mujer deje de ser un factor de pobreza, como todavía
es considerada en diversas investigaciones realizadas por la ONU,
estimó la directora del Instituto de Investigaciones y Estudios
Superiores Económicos y Sociales de la UV, Luz Angélica
Gutiérrez Bonilla.
“Si una mujer no tiene educación ni un buen salario,
va a transmitir la pobreza a sus hijos, porque éstos no podrán
tener un buen nivel de alimentación ni podrán acceder
a mejor educación y mejores niveles de ingreso». |
La investigadora afirmó que en la medida en la que las mujeres
tengan una mejor educación y un ingreso económico mayor,
podrán generar mayores expectativas de vida y desarrollo para
sus hijos. En los últimos 50 años ha cambiado mucho
el papel de la mujer, de ser solamente madre y ama de casa a ser un
factor importante en la población económicamente activa
y en la población ocupada, lo que se suma a su papel como transmisora
de la cultura, de las tradiciones.
Ese rol no es el mismo en todos los países o regiones, para
empezar no se le paga lo mismo y la gran tarea de la sociedad es lograr
que haya equidad entre los dos géneros, en su rol de trabajo
y en los salarios. “En el estado de Veracruz hay un alto grado
de migración, lo que ha ocasionado que sean las mujeres las
que estén trabajando el campo, pero tienen el problema de que
no son sujetos de crédito porque no son las propietarias de
los terrenos ejidales, hay que hacer algo para lograr que puedan tener
crédito para que puedan seguir produciendo”.
Luz Angélica Gutiérrez afirmó además que
entre el 10 y 12 por ciento de las madres del país son madres
solteras, obligadas a fungir como jefas de familias. Además,
existen diferencias aún entre la forma de vida y de participación
económica de las mujeres en los ámbitos rurales y urbanos,
ya que en estos últimos, son empleadas en su mayoría,
mientras que en el medio rural ejerce una labor de cabeza del proceso
de producción debido a la migración de sus maridos e
hijos.
“En el medio urbano, específicamente en los círculos
de pobreza que se han creado alrededor de las ciudades, viven miles
de mujeres que son madres solteras o que trabajan fuera de la casa,
ya sea en labores domésticas, en comercios o en la industria,
lo que hace que sean económicamente dependientes de un patrón
y de sus condiciones”.
Aunado a todo esto, siguen presentes los fenómenos de discriminación
laboral en contra de las mujeres, que impiden el adecuado desarrollo
económico de este sector de la población. “Es
evidente que sigue habiendo discriminación y son fenómenos
muy claros: si una mujer está embarazada muchas veces no es
aceptada en un trabajo, lo que hay que hacer como sociedad es romper
con esos vicios, que las mujeres tengan los mismos derechos y las
mismas oportunidades que los hombres, en la medida en que podamos
revertir estas situaciones podremos tener un sistema más democrático”.
Reconoció que existe apertura en algunos rubros que hacen prever
una mayor y más sustanciosa participación de la mujer
en los procesos económicos y sociales de las sociedades modernas,
uno de ellos la educación. “En la sociedad actual, la
sociedad de la información, cada vez más mujeres están
accediendo a la educación superior y están más
preparadas y eso es, sin duda, algo muy importante”. |
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