
Octavio
Ochoa. |
En
2005, la Universidad Veracruzana se fortalecerá con el ejercicio
de más de 53.2 millones de pesos que la Secretaría
de Educación Pública (SEP) le otorgó, además
del subsidio oficial que ya recibe, como parte del Programa Integral
de Fortalecimiento Institucional (PIFI) que se nutre de recursos
federales.
Este apoyo le permitirá elevar su capacidad y competitividad
académica institucional y le dará oportunidad de trabajar
en el perfeccionamiento de planes, programas de estudios, formación
académica, procesos de acreditación, cuerpos académicos
e indicadores de calidad, principalmente. |
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Octavio
Ochoa Contreras, director de Planeación Institucional de
la UV, explicó que los indicadores para el PIFI –integrados
con la participación de un buen número de directores
de entidades académicas, funcionarios y académicos
universitarios– expresan la importancia de la planeación
y análisis institucionales que, en los últimos años,
ha permitido una visión clara de las estrategias a seguir
para alcanzar objetivos comunes.
Esa visión ha motivado un continuo avance de la UV, que ha
creado a su vez nuevos retos y oportunidades de desarrollo institucional:
“la evolución permanente del conocimiento, nuestra
materia prima, provoca que siempre existan nuevos desafíos”.
Puso como ejemplos los avances en materia de infraestructura bibliotecaria
que plantearon el reto de capacitar a los universitarios en su manejo
y aprovechamiento, así como el proceso de innovación
educativa a través del modelo educativo integral y flexible
en que, “implícitamente, cada logro alcanzado plantea
uno más por alcanzar”.
En la UV siempre existen oportunidades y márgenes de mejora
que, incluso, fueron señalados como recomendaciones a nuestro
PIFI por los evaluadores de la SEP, mismos que constituyen el blanco
de las acciones de fortalecimiento institucional para este año,
pues en su atención serán invertidos los recursos
extraordinarios obtenidos.
Reforzar
planta académica
Uno de los retos, el más apremiante, consiste en reforzar
la planta académica en varios aspectos. El primero, lograr
que exista mayor proporción de profesores de tiempo completo,
de acuerdo a las necesidades de cada programa educativo, tomando
en cuenta los referentes que ofrece la SEP y la Asociación
Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior
(ANUIES).
“Es un reto fuerte”, reconoció, pues implica
lograr un mejor equilibrio entre la plantilla de tiempo completo
y la plantilla por asignatura, de acuerdo a las necesidades de cada
programa y según los promedios nacionales recomendados.
Además, el reto de lograr que esa plantilla de tiempo completo
alcance mayores índices de formación a nivel de posgrado,
capaces de fortalecer con sus competencias académicas la
actualización pedagógica y el desarrollo de los programas
educativos y de generación y aplicación de conocimientos
en beneficio de la sociedad veracruzana.
Es necesario también elevar el número de profesores
con reconocimiento de perfil Promep (Programa de Mejoramiento del
Profesorado) y membresía del Sistema Nacional de Investigadores:
“Frente a estos retos, lo importante es precisar con claridad
las políticas y las estrategias institucionales a seguir
para alcanzarlos”.
Cerrar
brechas
Las recomendaciones del PIFI para la UV buscan cerrar las brechas
entre programas educativos, dependencias de educación superior
y regiones universitarias, lo cual no significa necesariamente que
todos los programas tengan que ser iguales, sino que cuenten con
la capacidad y la competitividad académica que les permita
desarrollar procesos enseñanza-aprendizaje y de generación
y aplicación de conocimientos de alta calidad y pertinencia
social.
Ochoa Contreras dijo que el objetivo central es que los programas
educativos de cada una de las cinco regiones universitarias logren
su acreditación o reconocimiento nacional como programas
de calidad, mantengan una proporción adecuada de profesores
de tiempo completo así como índices apropiados de
titulación y eficiencia terminal. En suma, que no haya disparidad
entre programas.
“El verdadero reto que enfrentamos es repensar las políticas
y estrategias que la universidad ha seguido hasta este momento,
y adecuarlas a las circunstancias cambiantes del entorno económico
y financiero del país y del estado de Veracruz”.
Los retos que el PIFI planteó y que la UV atenderá
son elevar la capacidad y competitividad de las dependencias de
educación superior y sus entidades académicas, es
decir, la calidad, validación y reconocimiento externo de
los servicios educativos que ofrece, y que dan las condiciones para
que una universidad pueda ser competitiva frente a otras instituciones
de educación superior.
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