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con autoridades de los tres niveles de gobierno, sociedad civil,
científicos y organizaciones no gubernamentales (ONG), la
Universidad Veracruzana ha iniciado la búsqueda de consensos
para definir la “Estrategia estatal sobre conservación
y uso sustentable de la Biodiversidad en Veracruz”, que será
el eje rector de las nuevas políticas de conservación
ambiental.
Como parte del esfuerzo global para proteger la biodiversidad, el
viernes pasado se realizó en la USBI la primera reunión
de estas instancias. Ernesto Rodríguez Luna, director del
área académica Biológico Agropecuaria, afirmó
que en Veracruz
están algunos de los sitios
mejor estudiados del país; la
UV y el Gobierno
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Ernesto Rodríguez Luna. |
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del Estado han invertido grandes recursos para su investigación
y conservación. No obstante, la entidad padece un acelerado
proceso de deterioro ambiental, como lo señaló Miguel
Equihua, director del Instituto de Ecología AC (Inecol).
Ambos funcionarios coincidieron en que es urgente sumar esfuerzos
personales, profesionales y sectoriales para fortalecer y buscar
nuevas rutas que conduzcan al uso sustentable de los recursos naturales,
propósito que persigue este encuentro.
Eduardo Córdoba Castillo, coordinador estatal de Medio Ambiente,
se refirió a la relevancia de experiencias y conocimientos
vertidos en un foro multisectorial, pues sólo los consensos
sociales pueden orientar con certidumbre las políticas públicas,
económicas y administrativas hacia la conservación
del patrimonio natural.
Jaime San Román Montiel, representante de la Comisión
Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio),
dijo que los resultados de este primer encuentro serán una
herramienta para la toma de decisiones en materia de conservación
biológica. Añadió que se pretende compilar
el conocimiento sobre la diversidad biológica de Veracruz,
sus vínculos con las actividades sociales, sus usos y las
principales amenazas sobre su sustentabilidad, entre otros factores,
para formular políticas en esta materia.
Los lineamientos generales de este estudio, explicó, se obtendrán
a partir de que los involucrados determinen qué recursos
existen en Veracruz, cuál es su estado, qué hacer
para protegerlos y quién será el responsable directo
de garantizarla, como se ha hecho para la formulación de
estrategias similares en Morelos, Estado de México, Michoacán,
Querétaro y Colima.
Claudio Torres Nachón, presidente del Consejo Estatal de
Protección al Ambiente, agradeció a la Conabio haber
impulsado en Veracruz esta iniciativa, pues “ha sido un motor
eficiente para lograr la convergencia de talentos científicos,
académicos, gubernamentales y ciudadanos”.
El encuentro es un esfuerzo por ratificar los compromisos que México
asumió en 1993, cuando firmó el Convenio de Diversidad
Biológica, un acuerdo internacional para proteger el medio
ambiente signado por más de 50 países.
Según Miguel Equihua, en el caso de Veracruz es aún
más urgente asumir estos compromisos pues si bien es uno
de los mayores contribuyentes a la biodiversidad, muestra acelerados
procesos de deterioro ambiental que se reflejan en la pérdida
de casi el 80 por ciento de sus bosques y la destrucción
de humedales. Añadió que las inequidades sociales
también se reflejan en las amenazas que penden sobre la biodiversidad
y destacan sorprendentes incapacidades para aprovechar las oportunidades
que la riqueza ecológica del estado todavía ofrece.
Es inexplicable, dijo, la tolerancia que tenemos a la degradación
de nuestra calidad de vida, derivada del deterioro de la biodiversidad.
De acuerdo con datos presentados en la reunión, México
es uno de los 17 países con mayor biodiversidad en el planeta,
que albergan en conjunto casi el 75 por ciento de las especies de
plantas y animales terrestres que se conocen en el mundo. Además,
en nuestro país se encuentra el 10 por ciento de las especies
de plantas del planeta, 40 por ciento de ellas son endémicas,
y lo mismo sucede con 177 especies animales.
De hecho, México ocupa el segundo lugar mundial en biodiversidad
de reptiles, pues habitan aquí el 11 por ciento de las conocidas
mundialmente; en mamíferos ocupa el quinto lugar, con 450
especies, equivalentes al 12 por ciento, mientras que en anfibios,
ocupa el cuarto lugar con 284 especies, aproximadamente el siete
por ciento del total.
Según el Inecol, hay numerosos ejemplos de plantas de uso
humano que se originaron en México a través del vínculo
estrecho que existe entre la cultura humana y la biota, como el
agave tequilero, chile, frijol o vainilla que, por el constante
deterioro de la biodiversidad, se han mermado de manera preocupante.
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