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Fuentes para la historia:
Los acervos bibliográficos y archivísticos,
memoria e identidad humana
Alfonsa Sequera Victoriano
(Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información) |
Con
esta nota sobre el patrimonio documental que resguarda la uv se
intenta abrir un espacio que divulgue las colecciones que conservan
nuestra memoria histórica y por tanto patrimonio social de
la humanidad.
De esta forma abordaremos algunos temas que hablen sobre el fondo
Colecciones Especiales que resguarda la USBI, la Biblioteca del
Instituto de Antropología (IA), así como algunos sucesos
que en sus documentos se registran con el objeto de dar a conocer
que la historia no sólo son datos numéricos aislados
o fechas, sino que existe todo un tejido social que nos han heredado
nuestros antecesores y que involucra a cualquier estudioso, no limitándose
a las ciencias sociales. Así también tendremos la
oportunidad de conocer en números posteriores el contenido
de otros acervos bibliográficos que pueden ser consultados
por la comunidad universitaria y el público en general.
El patrimonio
documental que testimonia nuestro acontecer histórico lo
encontramos básicamente en archivos y libros. Así,
la usbi ofrece un universo de posibilidades para recrear la cultura,
tanto para los estudiantes que académicamente se enriquecen
con la biblioteca moderna, como para aquellos especialistas o humanistas
interesados en conocer y estudiar el pasado implicando una forma
de encuentro con nuestra identidad que se adquiere a través
del conocimiento social, no como un ente aislado, sino
como expresión de las conductas generalizadas o bien la manifestación
de comportamientos y formas de vida que puedan explicar el pasado
para una mayor comprensión de la realidad presente y futura. |
Buscando
respuestas a esto, se llega a los archivos, libros y publicaciones
periódicas llamadas antiguas, testimonios fieles del ayer que
nos dan un sentido de pertenencia.
Infinidad de documentos considerados patrimonio de la humanidad por
los años que llevan a cuestas, por su contenido, como por ser
impresos artesanales elaborados con componentes naturales de los que
existen contados ejemplares en el mundo, los podemos encontrar en
el área de Colecciones Especiales de la
USBI-Xalapa, entre los que destacan los cinco libros de Séneca
incunable impreso en 1491 impresos coloniales, libros
manuscritos de la misma época y los archivos notariales; estos
últimos, por su naturaleza son únicos e irremplazables
que testimonian un pasado más local y regional.
Así, también se encuentran algunas publicaciones periódicas
del siglo XVIII como la Gazeta de México y el Diario
Literario de México, aunque lo más cuantioso de
ellos son las publicaciones periódicas del siglo XIX, estos
nos informan del acontecer en la vida cultural, política y
religiosa en el agitado siglo decimonónico.
En el mismo acervo localizamos la biblioteca y archivo personal de
Juan de la Cabada, escritor del siglo XX; el acervo del bibliófilo
xalapeño Ignacio Villarías; la colección de arte;
y la colección de obras editadas por la UV. Otros impresos
coloniales y decimonónicos los podemos encontrar en el ia,
de lo que se dará cuenta más adelante.
Muchos de los libros antiguos llegaron de Europa a la nueva ciudad
de la Veracruz atravesando el mar para después ser transportados
en cajas o barriles a lomo de mulas por lo caminos que conducían
a la metrópoli, a los conventos o a coleccionistas de esos
tesoros llamados libros, que en la mayoría de los casos tratan
sobre cuestiones religiosas y morales, otros sobre literatura y algunos
impresos científicos.
Los primeros sobre todo debían ser expurgados por un censor
de la Santa Inquisición para evitar que los lectores alterasen
el orden establecido por la iglesia y el estado a través de
la palabra escrita, no obstante hubo impresos prohibidos traídos
del viejo continente y otros hechos en la Nueva España que
fueron censurados y que, sin embargo, circulaban subrepticiamente.
Con los archivos fue diferente, puesto que estos nacieron desde antes
de la llegada de los españoles. Los antiguos mexicanos registraban
algunos actos de su vida y sus conocimientos científicos en
los códices que, a pesar del transcurrir de los años,
muchos aun sobreviven sobre todo por los componentes naturales del
papel en que se escribieron.
Sin embargo, los españoles al recién habitar estas tierras
tuvieron la necesidad de tomar nota de las actividades que realizaban,
así surgen los archivos parroquiales, de cabildo, notariales,
entre otros, donde se registra la estructura de un nuevo sistema político
en establecimiento.
Los directivos responsables de la usbi han puesto sumo interés
en la preservación y difusión de estos documentos históricos
que han acompañado al hombre a través de los siglos.
Así, para la buena preservación de ellos se adquirió
un equipo dehumidificador que controla la temperatura, la cual debe
ser de 18º a 20º C. y la humedad relativa de 50 a 70 por
ciento, se compró también un termohigrómetro
que mide tanto la temperatura como la humedad.
Otra forma más de conservación es la microfilmación
que de los archivos notariales se ha hecho, de los que hasta la fecha
se pueden consultar desde 1750 hasta la fecha más reciente
en un equipo lector, cuyos documentos se pueden transferir a la computadora
que cuenta con opción para imprimir.
Por otro lado, en convenio firmado con la Universidad de Harvard,
quien ha proporcionado por segundo año consecutivo financiamiento
para continuar con el tratamiento de documentos de este fondo, se
inició la encuadernación tanto de libros antiguos como
de archivos notariales con materiales desacidificados; se ha contemplado
también la digitalización para subirlos a un programa
diseñado especialmente para ello, de tal forma que podrán
ser consultados y reproducidos vía Internet.
El acceso a esta área es restringida. La consulta interna al
público en general se ofrece de lunes a viernes en horario
de 8:00 a 14:00 horas. |
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