|
|
| |
La formación del docente, crucial
en el sistema educativo mexicano
Alma Espinosa |
La formación
docente ha tendido a fijar al docente
en su único papel y en el único escenario de la
institución escolar, afirmaron expertos.
|
Admitir
la multiplicidad y la complejidad de las competencias requeridas por
el buen docente, el enorme rezago de su formación y la acelerada
producción de nuevo conocimiento, y el avance de las tecnologías
supone admitir la necesidad del aprendizaje permanente, afirmó
Reynaldo Castillo Aguilar, durante su participación en la cuarta
edición de la Feria Internacional del Libro Universitario.
El académico de la Universidad Pedagógica Veracruzana
(UPV) explicó que lo anterior implica asumir las múltiples
identidades de los docentes, quienes no son sólo docentes,
sino que son hombres y mujeres, hijos, padres y madres de familia,
trabajadores, agentes comunitarios. “La formación docente
ha tendido a fijar al docente en su único papel y en el único
escenario de la institución
escolar”, afirmó.
En la mesa redonda La universidad, espacio de posibilidad para la
formación del profesorado y su impacto social, Reynaldo Castillo
consideró indispensable diversificar los escenarios, contenidos
y modalidades de formación docente. “No existe el método
o la modalidad más apropiada para todos y en general, cada
uno tiene sus fortalezas y debilidades”, expresó.
Finalmente, el secretario Académico de la Pedagógica
Veracruzana aseveró que la ausencia de una visión sistémica
de la política del cambio educativo continúa y continuará
reduciendo, como en el pasado, la posibilidad de hacer efectivo incluso
los pequeños cambios.
En su participación, Marco Wilfredo Salas Martínez,
académico de la Universidad Veracruzana y de la UPV ofreció
toda una serie de lineamientos para transmitir al docente a fin de
que su trabajo redunde en la formación de los alumnos. Entre
los aspectos que destacó fue que es necesario evaluar y mejorar
la práctica docente.
El docente debe “fungir como un agente de cambio social; desarrollar
habilidades de pensamiento de los alumnos que los conduzcan a construir
sus propios conocimientos y habilidades de aprendizaje; permanecer
motivado para la realización de su quehacer docente; tener
la sensibilidad para comprender los problemas, necesidades, formas
de ser y actuar de los alumnos; ser capaz de promover y realizar trabajo
en equipo; y ser conciente del compromiso y el papel que tienen con
los alumnos, los padres de familia, la escuela y la sociedad”,
destacó.
Además, llamó a que los docentes contribuyan a que el
alumno sea respetuoso, reflexivo, crítico, participativo, honesto,
cooperativo, curioso, entusiasta, investigador creativo, y demás.
Wilfredo Salas consideró que es necesario para el docente “convertirse
en un organizador y animador de los grupos a su cargo; tener las habilidades
básicas para el manejo de medios instruccionales; y contribuir
en la formación cultural y profesional del alumno”.
De igual forma, el docente debe “fungir como un tutor en las
áreas académicas, sociales y familiares de sus alumnos;
mantenerse actualizado en los contenidos de las áreas de enseñanza
en competencia didáctica y en tecnología educativa;
ser un gestor de los recursos humanos, materiales y financieros que
se requieren para apoyar sus actividades académicas y sociales;
y ser capaz de comprender los cambios del sistema para adecuarse a
ellos”, explicó. |
| |
| |
| |
| |
|
|
|