La investigación
se apoya en la biorremediación, una estrategia científica
que aprovecha la capacidad de algunos microorganismos que habitan
en el suelo (como hongos, bacterias y protozoos) para multiplicarse
cuando existe contaminación, lo cual ayuda a recuperar zonas
dañadas por derrames de petróleo.
"Los
microorganismos se comen los hidrocarburos, por decir así.
Los degradan y los vuelven C02 y agua", explicó el director
nacional del proyecto, Ronald Ferrera Cerrato, uno de los investigadores
en microbiología más reputados del país.
Para él, el uso de plantas capaces de degradar contaminantes
(fitorremediación) es una de las mejores alternativas para
recuperar suelos agrícolas, pues han descubierto que ciertas
plantas tienen una raíz que estimula justamente a estos microorganismos.
Hay algunas plantas que son capaces de reducir la contaminación
por hidrocarburos hasta en un 90 por ciento en sólo algunos
meses.
"Hemos
visto que especies como el Pasto alemán estabilizan contaminantes,
los degradan, los fijan y los vuelven sistemas eficientes. De hecho
hemos sembrado en campo y hemos visto que el paisaje cambia.
En vez
de un suelo arruinado, negro y muerto, en pocas semanas vemos plantas
verdes que están trabajando para limpiar los terrenos".
Se trata
de un proyecto de investigación apoyado económicamente
por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales
(Semarnat) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología
(Conacyt). En él participan la división de Ciencias
Agrícolas del Colegio de Posgraduados y la UV, a través
de la Facultad de Ciencias Agrícolas, y el Laboratorio de
ResoluciónAnalítica (Sara).
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