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Echemos
un vistazo a la ecología europea Azucena
Ruiz Martínez (Egresada de Ingeniería Ambiental) |
Recuerdo
que, durante mis años como universitaria, estudiando Ingeniaría
Ambiental en la UV, tuve maestros que solían exponer con vehemencia
acerca de la tecnología del primer mundo, sus virtudes y consecuencias.
Recorriendo países de Europa he corroborado lo que en las aulas
escuché. En Alemania, por ejemplo, está estrictamente
regulada la separación de residuos; las multas por depositarlos
en un contenedor incorrecto son elevadas. Incluso en los hogares la
gente conoce perfectamente las reglas del juego.
Cada desecho se separa de acuerdo a sus características y no
hay confusión alguna de esto. Sin embargo, no es igual en todos
los países. Esperaba encontrar algo similar en Inglaterra o
Francia, y no fue así.
De hecho en países como Suiza u Holanda sus ciudades principales
no lucen tan limpias. Qué decir de París, un asombroso
sitio lleno de historia, pero no tan destacado por su higiene.
España por ejemplo, es una nación cuyo gobierno dedica
una gran cantidad de dinero en la limpieza de calles y sitios públicos.
Lo asombroso es que la cultura del español no es precisamente
la de mantener limpias dichas áreas y vías. Se destina
personal y equipo para realizar diariamente jornadas de limpieza,
lo que se aprecia cuando cae la tarde y el barrido y lavado
del pavimento comienza.
En los límites entre Escocia e Inglaterra encontré una
vasta área donde se aprovecha la energía eólica.
Definitivamente no se compara ver las diapositivas en el aula,incluso
en las páginas de Internet, que observar estos grandes molinos
trabajar y captar la fuerza del viento para transformarla en energía
eléctrica.
Los cuerpos de agua por donde uno los vea están limpios. Claro,
hay sus excepciones. Muchos no pueden lucir aguas cristalinas; sin
embargo, ésta es clara y sin desperdicios suspendidos.
De esta manera los días transcurrieron y la idea que alguna
vez tuve acerca de cómo se mantenían limpios los países
del viejo mundo, llegó a mis ojos. Me surgieron
muchas preguntas; varias que aún no puedo responderme. ¿Los
resultados que logran son producto de su cultura, del amor a su país
o de una disciplina rígida?
Bien, después de mucho cavilar regresé mis pensamientos
a México, nación que cuenta con tantos tesoros: su biodiversidad,
su clima, las reservas de hidrocarburos, su extenso y vasto territorio
que cualquier país europeo anhelaría un poco de lo nuestro
Así, pensé qué sería necesario para lograr
un México limpio, un México donde podamos vivir una
vida con y de calidad... fue entonces que llegué a la conclusión
de que podemos hacerlo comenzando con las cosas más simples
y cotidianas como no tirar basura en las calles, sino esperar a llegar
a casa ahí tirarla al cesto de la basura. Creo que esto no
es difícil y todos podemos hacerlo, ¿verdad? |
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