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Presentaron
en Humanidades
Tradición
textil, un libro que revela
los significados de la cultura
Alma
Espinosa |
Las
tradiciones no tienen que ver exclusivamente con arraigo al pasado,
ni con algo obsoleto en camino a la extinción. Al contrario,
las tradiciones necesitan de adiciones, elementos nuevos para continuar
vivas. Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado Diana
Isabel Mejía Lozada, egresada de la Facultad de Antropología
de la UV.
Mejía Lozada, quien actualmente cursa el doctorado en Ciencias
Humanas, especialidad en Estudios de las Tradiciones del Colegio de
Michoacán, dio a conocer los avances de su tesis La tradición
textil de Tlaquilpa y Atlahuilco como sistema de significados. Un
acercamiento desde la semiótica de la cultura.
En el texto Diana Mejía asegura que los textiles son libros
que revelan los significados de la cultura de las distintas comunidades
en donde son tejidos. Para realizar dicho estudio tomó en cuenta
las poblaciones de Tlaquilpa y Atlahuilco, pertenecientes a la Sierra
de Zongolica. Hasta el momento ha encontrado que la actividad textil
sólo es permitida a las mujeres y que su elaboración
y comercialización varía dependiendo de la ubicación
geográfica de los asentamientos.
Ejemplo de ello es que en Tlaquilpa no se teje como una actividad
económica de subsistencia ni complementaria, a pesar de que
se implantaron programas gubernamentales en los que se les enseñaba
a tejer a las personas para que no se perdiera la tradición.
En cambio en Atlahuilco si funcionaron dichos programas y ahora hay
una gran producción y comercialización, con lo que las
mujeres se asumen como artesanas. |
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El seminario
Enfoques metodológicos para el estudio de la cultura
y las tradiciones fue organizado por la Facultad de Antropología
y por el Colegio de Michoacán
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Otro
punto que Mejía Lozada consideró trascendental es la
relación que se establece entre la actividad textil y el entorno
social. En Atlahuilco los tejidos son elaborados para las personas
de fuera, pues a ellos ya no les interesa tanto usar trajes regionales
y prefieren comprar vestidos de tienda porque les da mayor prestigio.
Situación contraria en Tlaquilpa, en donde las mujeres siguen
utilizando los trajes tradicionales. Y las mujeres que salen de la
población y al regresar ya no usan esos trajes no son aceptadas
por la comunidad y tampoco se sienten parte de ella. En este renglón,
las mujeres que salen a trabajar al DF o a Puebla por necesidades
económicas, regresan a su comunidad usando sudaderas y pantalones
de mezclilla, o prendas masculinas como jorongos o mangas para intentar
reintegrarse. Al analizar esta acción, resalta que adoptaron
un papel masculino a través de la vestimenta porque se convirtieron
en las proveedoras del recurso económico.
La participación de Diana Isabel Mejía se realizó
en el marco del seminario Enfoques metodológicos para el estudio
de la cultura y las tradiciones, realizado en el salón Azul
de Humanidades. El evento fue organizado por la Facultad de Antropología
y por el Colegio de Michoacán. En este participaron también
Fernando Sánchez, Lourdes Budar, Iván Rodríguez,
Álvaro Fernández, Nelly Calderón, Elizabeth Domínguez
y Jesús López, todos ellos doctorantes en dicho Colegio. |
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