Año 3 • No. 123 • noviembre 10 de 2003 Xalapa • Veracruz • México
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  Tercera Llamada: En el festival Ceiba Tabasco 2003
Impresionante cierre de OSX

Beethoven y su
sinfonía Heroica, con la OSX.
Villahermosa, Tabasco.- Lo impensable: una mujer de edad madura ¡con bastón! y un señor de la tercera edad bailando mambo al son de la Orquesta Sinfónica de Xalapa (OSX) en el mismísimo escenario del Teatro Esperanza Iris de esta ciudad.

Carlos Miguel Prieto, la osx y el arte musical veracruzano lograron el milagro de penetrar hasta lo más profundo en el ánimo de los tabasqueños. Después de una flemática y severa Tercera sinfonía de Beethoven vino la Ofrenda de Gerardo Meza. Luego de ello, los arreglos de Mateo Oliva para un Mosaico nacional que rompió con la solemnidad. La primera salva de aplausos verdaderamente intensa fue para Oliva, cuya genialidad fue recibida de nueva cuenta –como en el concierto al aire libre del 23 de octubre– con una intensa calidez, sobre todo después de su hermoso arreglo para la canción típica Mis blancas mariposas.
El buen ánimo ya se había apoderado del enorme número de asistentes al recinto sede de la clausura del festival, cuando Prieto anunció que si alguien se animaba a bailar mambo, la orquesta lo interpretaría. Y, en ese momento, lo impensable: una señora con severas dificultades para caminar, bastón en mano, solicitó ayuda para subir al escenario. A la misma siguió otro personaje... Aquello era un maravillosa locura.

Mateo Oliva recibe el aplauso del público de Villahermosa.
Después, y ante un exigente público que a cada vez pedía más, la osx cerró con el Huapango de Moncayo, pues los asistentes lo habían solicitado previamente a grito abierto. Y al final del mismo, un pañuelo blanco agitado por el titular de la osx, en solicitud de paz. Ya habían transcurrido casi tres horas desde el inicio del concierto, el agotamiento por la intensa jornada era evidente sobre el escenario, pero el público no se mostraba dispuesto a dejar retirar a instrumentistas y director.
Con todo ello quedan de manifiesto el carisma de Carlos Miguel Prieto, el cual logra milagros en un público poco acostumbrado a la experiencia de la música sinfónica; la calidad de la OSX encantó a los tabasqueños, y el formidable talento de Mateo Oliva demuestra una vez más que su arte es capaz de penetrar en todo ámbito social imaginable, desde el por demás exigente en California hasta el entusiastamente optimista de Villahermosa, el cual no escatimó aplausos y reconocimientos al arte sonoro generado para el mundo desde la UV.

Lo impensable: dos ancianos (ella con bastón) bailando mambo en el foro del Teatro Esperanza Iris.
Xalapa ha llenado un espacio importantísimo -elemental, diríase- en el festival de Tabasco. Y el regreso, de acuerdo a las autoridades gubernamentales- es todo un hecho para la edición siguiente.