Año 3 • No. 121 • octubre 27 de 2003 Xalapa • Veracruz • México
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Necesario, integrar medicina occidental y tradicional para crear una ciencia integral, afirmó Tullio Seppilli
Recibió el doctorado Honoris Causa
de la Universidad Veracruzana

Edgar Onofre Fernández (fotos: Luis Fernando Fernández)


Con el doctorado Honoris Causa,
el antropólogo italiano Tullio Seppilli quedó
inscrito en el claustro universitario veracruzano.

El científico italiano Tullio Seppilli, fundador en 1956 del Instituto de Etnología de la Universidad de Perugia, dijo en la UV, institución que le confirió el doctorado Honoris Causa, que es necesario integrar los conocimientos médicos de la civilización occidental y de la medicina tradicional para construir una medicina integral que incluya los factores sociales como determinantes en los estados de salud y enfermedad.

Seppilli, quien tiene más de 500 publicaciones entre libros y artículos especializados, aseguró que los factores económicos, sociales y psíquicos, entre otros, tienen repercusión inobjetable en el estado de salud y enfermedad de la población y que éstos han sido dejados de lado por la medicina occidental, la biomedicina, cuyos aportes; sin embargo, dijo no rechazar, sino asumirlos como uno solo de los elementos que conforman un sistema de salud integral.

En presencia del rector Víctor Arredondo y del secretario de Educación y Cultura, Juan Maldonado Pereda, Seppilli aseguró que la pobreza, la riqueza y la mala alimentación, son factores producidos por la práctica social que tienen repercusiones biológicas provocando mellas en la salud social, y afirmó que deben ser vistos como expresiones de la condición social contemporánea: “Eliminar esos factores sociales representa un problema de cambio social”, explicó.

Las aceleraciones sociales de los últimos años, dijo, han tenido consecuencias en el sistema nervioso central y aseguró que, por ejemplo, la depresión es la neurosis fundamental de nuestro siglo, tal y como en el siglo XIX, la histeria respondía a las presiones y a la moral de la época victoriana.

Sin embargo, señaló que los postulados de la antropología médica rebasan la visión unidimensional de la medicina convencional practicada en Occidente y aseguró que una visión multidimensional de los factores que inciden en la enfermedad debe contemplar, por ejemplo, la transformación del estatus del enfermo y la manera en cómo vive la enfermedad.

El rector Víctor Arredondo aseguró que sólo a través de la cooperación internacional y la participación comunitaria podremos enfrentar los retos que plantean la globalización y las demandas de los grupos sociales

Frente al rector de la UV y el titular de la SEC,
Seppilli aseguró que la pobreza es un factor social
relacionado con la enfermedad.
Seppilli, miembro distinguido
del claustro académico de la UV

Tullio Seppilli.
Previo a la entrega del doctorado Honoris Causa, Alberto Olvera, director del Instituto de Investigaciones Histórico Sociales (IIH-S), y Carlota Bagaglia, vicepresidenta del Circolo Amerindiano, coincidieron en destacar la trayectoria de Tullio Seppilli, cuyos estudios lo han llevado a las universidades de Montreal y Québec en Canadá, la Autónoma Metropolitana (UAM) en nuestro país, la Federal de Bahía,
Sao Paulo y Santa Catarina en Brasil, como experto en etno-psiquiatría y antropología médica, disciplina esta última que lo llevó al frente de la sociedad italiana de la especialidad en 1988.

Además de presidir la Fundación “Angello Celli” para una Cultura de la Salud, Seppilli actualmente desarrolla su actividad docente en la Facultad de Sociología de la Universidad de Roma y la Facultad de Medicina en la de Perugia. Todos estos merecimientos motivaron la propuesta del Instituto de iih-s para que se le distinguiera con el doctorado Honoris Causa y que el cug ratificó en su sesión de julio de 2003.

En el acto participaron el secretario de Educación y Cultura, Juan Maldonado Pereda; los vicepresidentes del XXV Congreso de Americanística, Rosa María Grillo y Pedro Jiménez Lara (IIH-s), y los secretarios Académico y de Administración y Finanzas, Raúl Arias Lovillo y Elías Álvarez

Seppilli, quien ha participado como profesor en las Universidad de Roma, en el Instituto de Arte de Florencia y algunas casas de estudio de España, además de ser profesor de doctorado en Siena y Cagliari, explicó que el dolor se vive de diferentes maneras y que ello implica una modificación en la relación médico-paciente, donde la biografía de este último, sus problemas personales y la repercusión de la práctica social en que está inmerso, deben ser factores determinantes para el tratamiento de la enfermedad.

Al respecto, aseguró que los factores sociales deben ser considerados en términos de prevención por los responsables de la salud pública, quienes deberían procurar una modificación en los estilos de vida de la población y en la estructura de la sociedad: “Una política sanitaria es aquella que modifica la manera de vivir en nuestros países”, dijo.

Advirtió que la medicina occidental abrió una paradoja cuando erradicó las infecciones con los antibióticos pero generó nuevas enfermedades: “Después de derrotar a las infecciones, la medicina occidental pensó que podría derrotar todas la enfermedades. Eso fue una utopía”.

La práctica convencional de la medicina, dijo, produjo una hiperespecialización cuyo objetivo es saber todo sobre nada; una hipertecnificación que provocó que el médico visitara menos al paciente, y una hiperburocratización donde las relaciones del médico son con los órganos del paciente y no con el paciente, lo que significó un detrimento del sentido humano en esta relación.

Sin embargo, aceptó que las medicinas tradicionales están empezando a ser consideradas en el mundo y que ello significa una modificación en el monopolio de la biomedicina, aunque advirtió que los médicos egresados de la universidades occidentales tienen vastos conocimientos biomédicos pero no contemplan el lado social de la enfermedad ni otros sistemas médicos.

En este sentido, Seppilli concluyó que se impone una integración de los conocimientos médicos occidentales y tradicionales de las distintas culturas en la creación de una medicina integral que tome en cuenta los factores sociales que intervienen en los estados de salud y enfermedad y en las subjetividades del paciente.