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Presentan la novela de Marco Tulio
Aguilera Garramuño
Reúne El amor y la muerte,
temas de la épica humana
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Marco
Tulio Aguilera Garramuño presentó su más reciente
obra El amor y la muerte. |
El
amor y la muerte, los dos únicos temas de la épica
humana según Rulfo, se reúnen como eje central de la
novela homónima del escritor colombiano Marco Tulio Aguilera
Garramuño, que fuera presentada en el marco de la reciente
filu 2003.
Con la participación del escritor, abogado de profesión
y catedrático, Jaime Pedro Gustavo Pasquel Brash y Beatriz
Meyer presentaron el libro publicado por la editorial Alfaguara en
2002. |
En
su participación, Meyer confió a los asistentes su primera
impresión al leer el título qué insolencia,
recuerdo que me dije, amor y muerte, absolutos que condensan el tiempo
entre sus fauces; cualquier vida es sólo un punto entre ambos
extremos. Y así, bajo esa consigna, al comenzar su lectura
descubrió a un hombre que hablaba de la vida de una mujer,
Edith Viscontini, la protagonista.
A decir de la directora de la Escuela para Escritores de la Sociedad
General de Escritores de México (Sogem) en Puebla, Edith
es un personaje considerado por muchos críticos como inquietantes,:
la mueve la fuerza de una maldición; el amor, esa pasión
íntima, que inventa mundos mejores o que al menos disiente
del que le presentan como único posible. En torno a ella gira
un coro de voces narrativas que en forma de una biografía exaltada,
describe la infancia de Edith en la Argentina de Perón, la
adolescencia y matrimonio en la Colombia de entreguerras y la madurez
en Costa Rica y Nicaragua.
Cada capítulo de esta historia es un fragmento, en el camino
de regreso en la vida de la protagonista: la huida de casa con un
hombre 30 años mayor, los primeros tiempos de matrimonio, la
infancia y adolescencia de los hijos, los amantes, las mudanzas. Para
Meyer, en este periplo, la protagonista rompe todas las reglas, transgrede,
sigue adelante con sus circunstancias y se vuelve hipnotista, musa
radiofónica, maestra de francés y madre de la Revolución
Nicaragüense al lado del comandante Buenrostro, su último
amante.
Por eso alcanza la muerte como conquista, último bastión
arrebatado por esta mujer que conquistó incluso sus derrotas,
que no supo de un tiempo distinto al del cuerpo y el presente
según palabras de Meyer.
La muerte de Edith Viscontini, continuó: Adquiere estatus
de enigma gracias al relato, a la construcción minuciosa de
una suerte de memoria colectiva que la coloca en el centro de una
vorágine de voces; sus siete hijos y un hermano la recuerdan,
la explican, la descifran según la padecieron o gozaron
Rememorando la dolorosa pérdida de un ser querido, Meyer transmitió
al público su sentir respecto a la novela: Parada al
lado del ataúd de mi abuela pude entender, finalmente cómo,
a la hora del dolor, los dos extremos, el amor y la muerte, se convierten
en una moneda de caras iguales y resulta natural transformarlas en
palabras que mejor definen una trayectoria tan cercana y a la vez
tan enigmática
A la participación de la también escritora Beatriz Meyer,
siguió una serie de preguntas, que el propio Marco Tulio Aguilera
se hiciera a sí mismo, acerca de la vida, el dolor, del origen
de la novela, del escritor, del papel del lector respecto al autor,
del ejercicio de la escritura, todos cuestionamientos que el mismo
autor Marco Tulio sabía imposibles de responder.
Sin embargo, a la pregunta: ¿Por qué escribí
El amor y la muerte?, el escritor se respondió, con la
advertencia de que por parciales, las contestaciones serían
falsas: Porque llega el momento en que uno tiene que afrontar
ciertas verdades difíciles y ajustar cuentas con las raíces
de uno mismo: la madre, el padre, los hermanos, la familia que se
hunde en el tiempo
La protagonista de esta novela de amor y de muerte, discurre por la
voz de su autor como: Una mujer apasionada y misericordiosa,
que supo amar o creyó amar una y otra vez, y que fracasó
empecinadamente. Y que tras cada fracaso volvía a amar o a
fingir amar con entusiasmo de endemoniada y elegancia de princesa
de Versalles
Para el investigador de la Dirección Editorial de la UV, los
escritores: Son unos suicidas sociales, tipos que no permanecen
a la orilla del torrente impetuoso de las aguas del tiempo, sino que
se atreven a meterse al tumulto y a tratar de detenerlo, a domesticarlo.
El escritor puso en las manos de los lectores su novela, vendaval
encerrado en un puño, para quien ésta significa:
Tratar de sacar la nariz del agua y respirar fuera de las aguas
del tiempo. Romper el velo que nos ciega y mirar a Dios de frente,
aunque nos volvamos locos o ciegos. Ir al infierno y regresar para
contarlo.
A manera de agradecimiento hacia la editorial que publicó su
libro, Marco Tulio Aguilera Garramuño reconoció que:
Ser autor de Alfaguara es un privilegio que muchos lectores
anhelan. |
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