Año 3 • No. 111 • julio 21 de 2003 Xalapa • Veracruz • México
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Aseguró Alberto Arnaut Salgado, investigador del Colmex
Irracional, el criterio para distribuir
los recursos en la educación
Edgar Onofre Fernández

La distribución de los recursos financieros asignados a la educación desde el gobierno federal no están asociados con prácticamente ningún criterio racional, sino con la capacidad de negociación que tenga cada uno de los estados para obtener una mayor proporción, advirtió este jueves Alberto Arnaut Salgado, investigador en Sociología de El Colegio de México.

“No vemos que la distribución de los recursos federales esté asociada con políticas que busquen una mayor equidad en la distribución de recursos financieros entre los distintos estados de la república en términos de mayor marginalidad, con mayores retos sociales y, en general, retos específicamente educativos”, dijo.

Tal proceso, en su opinión, tampoco está vinculado con proyectos de innovación o de mejoramiento de la calidad educativa, con la capacidad que tienen los estados para sostener sus propios sistemas educativos ni con las aportaciones que hace cada uno de los estados al pib o con la masa de recursos fiscales nacionales.

Poco antes de la conferencia “Federalismo y educación” que Arnaut Salgado, Margarita Noriega Chávez y Ricardo Camacho Lozano sustentaron en el Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales de la UV, el investigador aseguró que dos aspectos han transmitido gran rigidez a la administración educativa federalizada hasta la fecha: las preocupaciones de los estados por el reparto de los recursos federales y la del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación –el más importante grupo de presión en la política educativa– por la regulación de las condiciones de trabajo del magisterio.

Noriega Chávez, de la Universidad Pedagógica Nacional, dijo que el sistema educativo, aún centralizado, limita el margen de maniobras de los estados para organizarse y que el proyecto económico global no ha permitido una respuesta a las demandas educativas de la sociedad, pues las prioridades en la asignación de recursos no se encuentran claramente definidas. “Se aplican recursos millonarios a otros aspectos que pudieran no ser prioritarios desde el punto de vista de quien está necesitado en el ámbito educativo. Consideramos que la educación es factor importante en el desarrollo económico”.

Camacho Lozano, de la Pedagógica Veracruzana, coincidió en este criterio. “Me parece que todavía enfrentamos dos problemas: un sistema centralizado que limita el margen de maniobra de los estados, y un proyecto económico global que no ha permitido un crecimiento ni una respuesta a las demandas educativas”.
Por otra parte, aseguró, hay una apertura para el financiamiento privado a fin de completar la inversión, pero al mismo tiempo hay recursos para otras cosas como el Fobaproa, de manera que, al final, la manera en que se distribuyen los recursos públicos sigue ofreciendo pocas posibilidades de participación en el cambio de estas decisiones, sigue siendo centralizado, y la otra tiene que ver con transparencia en el manejo eficiente de los recursos.