Año 3 • No. 105 • junio 9 de 2003 Xalapa • Veracruz • México
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  Volver a los métodos rústicos, pidió Gonzalo Halffter
Uso racional de la biodiversidad,
salida al despilfarro ambiental
Ricardo Luna

Gonzalo Halfter Salas.
Existe una fuerte dicotomía entre el uso y la conservación de los recursos, pero sin duda, la única salida al despilfarro ambiental es el uso racional de la biodiversidad, señaló en conferencia Gonzalo Halffter Salas, quien el año pasado recibiera la Medalla de Oro de la UV.

Autoproclamado como ecólogo y amante de la naturaleza, Halffter Salas fue invitado por la Dirección del área Biológico-Agropecuaria de la uv para sustentar la conferencia “Reserva de la Biosfera, hacia una cultura de la conservación”.
Ahí dejó muy claro que para dar un orden real a los recursos naturales, debe optarse por la rusticidad, que implica cuidarlos y usarlos de manera que la mayor parte del espacio que no vaya a ser industria, espacio urbano o área protegida, tenga la menor presión posible para no alterar su ciclo regenerativo.

En la ponencia, realizada en la sala de videoconferencias Gonzalo Aguirre Beltrán y con enlace a la región universitaria de Córdoba-Orizaba, el investigador señaló también que actualmente las áreas protegidas están vivas, pero es indudable que por sí solas no pueden proteger su biodiversidad.

Se refirió a los ecosistemas tropicales, donde la política de conservación de la naturaleza es una copia automática de los países templados, sólo que en éstos la naturaleza es totalmente distinta a la que existe en el trópico, donde la biodiversidad es mayor y el reemplazo espacial es vertical.

Aclaró que “las áreas de distribución en los trópicos son más reducidas que en los lugares templados, esto da una distribución distinta de los seres vivos”, por ello considera al mundo tropical como un mundo de desastre, de hambre y en el que se han perdido las culturas tradicionales.

Agregó que deben adoptarse medidas compatibles tanto con el propio medio como con las condiciones sociales y económicas de quienes hacen uso de estas zonas. Gran parte de lo que se pueda hacer en condiciones tropicales dependerá de aprender a usar y conservar la diversidad.

Se postuló por el regreso a las prácticas que él denomina rusticidad, como un uso racional de los recursos, sólo que hay una diferencia entre rústico y tradicional, ya que muchas veces los usos tradicionales no son compatibles con el cuidado del entorno, y como ejemplo citó la caza ballenera, actividad que en el siglo xix estuvo a punto de extinguir a esta especie.
El mundo tropical, un mundo de desastre y hambre en el que se han perdido las culturas tradicionales: Halffter Salas
Aseguró que no debe existir más de un 10 por ciento de áreas protegidas por cada nación. “Debe haber un límite en ello, además de que no es deseable que haya áreas protegidas, en un área protegida real estamos quitando algo de la producción. Tiene que haber un límite real a los cultivos intensivos, por su demanda de buenos suelos, agua e incluso mercados para los productos; un límite para las áreas industriales también que se encuentran entre las ciudades, pues este espacio cuenta con diversidad, tanta como puede tener el área protegida y no tiene por que ser deteriorado”.

Con la rusticidad, el investigador señaló que se podría obtener una visión heterogénea del paisaje, cultivos de varias plantas, posiblemente un uso maderero o agropecuario con pocos agroquímicos y sin maquinaria pesada.

Durante su intervención, Gonzalo Halffter realizó dos sesiones de preguntas, en donde los jóvenes estudiantes y profesores del auditorio de ambas sedes despejaron sus dudas e hicieron comentarios al respecto.

Gonzalo Halffter Salas es biólogo por la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del IPN, tiene la máxima posición académica que otorga esa institución habiendo sido nombrado profesor emérito a partir de 1986 y por el Sistema Nacional de Investigadores. Fue fundador y director general del Instituto de Ecología y director en la reorganización del propio instituto con sede principal en Xalapa y centros en Michoacán y Durango. A la fecha ha dirigido 40 tesis de nivel licenciatura, maestría en ciencias y doctorado. Realizó estudios de posgrado y trabajos de investigación en Francia, Brasil, Estados Unidos, Argentina, Costa Rica, Costa de Marfil y Rusia.