El uso de suplementos nutricionales es una práctica común entre deportistas profesionales, semiprofesionales e incluso en personas que recién comienzan un deporte o tienen su primer acercamiento a los gimnasios. Su uso se ha vuelto una especie de moda particularmente en gimnasios de musculación y fitness y su principal objetivo es el desarrollo de masa muscular y la disminución de grasa corporal.
Los suplementos alimenticios utilizados en el deporte, son diseñados con el propósito de mejorar el rendimiento de quien lo consume y tienen esencialmente la tarea de suplementar la dieta, es decir brindan nutrientes que encontramos de manera natural en los alimentos. Dentro de los más consumidos se encuentran las proteínas y aminoácidos, hidratos de carbono, lípidos, vitaminas y minerales.1
En algunos estudios se ha encontrado que el consumo de suplementos en jóvenes, en su mayoría, se ve influenciado por amigos, entrenadores de gimnasio y por último por anuncios o publicidad; en ningún caso la recomendación proviene de un profesional de la salud, y es considerado en último lugar para resolver dudas antes de comenzar su uso.3-5 Asimismo, al consultar fuentes inapropiadas para el uso de suplementos su administración se da en forma inadecuada e indiscriminada obteniendo en el mejor de los casos un efecto placebo y en el peor de los casos algún efecto no deseado en la salud.
En cuanto a la efectividad de los suplementos, los estudios experimentales no han encontrado algún beneficio demostrado ni una mejora significativa en el rendimiento de los deportistas.4,6 Sin embargo, propiciado por la gran demanda y los avances tecnológicos y científicos, el mercado de suplementos se ha extendido exponencialmente y cada vez emergen nuevos productos en distinta presentación que aseguran a quien los consume mejorar los resultados en rendimiento físico.2
En resumen, los suplementos nutricionales constituyen un mercado muy demandando y en crecimiento, pero de acuerdo a la investigación científica la gran mayoría no produce beneficios más allá del efecto placebo y no han logrado demostrar su eficacia, aunque las conclusiones no son contundentes; por el contrario existe evidencia que alerta sobre posibles efectos adversos del abuso en el consumo de estos productos.7 Es por ello que cualquier persona que esté pensando en consumirlos, debe acercarse a un profesional de la salud especializado en nutrición deportiva, y que juntos diseñen un plan de alimentación adecuado a los objetivos y metas que la persona tenga.
Referencias bibliográficas
1. Palacios Gil de Antuñani N, Manonelles Marqueta P. Ayudas ergogénicas nutricionales para las personas que realizan ejercicio físico. Arch Med Deporte 2012; XXIX(Supl1):5-80.
2. Judkins CMG, Teale P, Hall DJ. The role of banned substance residue analysis in the control of dietary supplement contami-nation. Drug Test Anal 2010; 2(9):417-20
3. Buckman JF, Yusko DA, White HR, Pandina RJ. Risk profile of male college athletes who use performance-enhancing subs-tances. J Stud Alcohol Drugs 2009; 70(6):919-23.
4. Colls Garrido, C, Gómez-Urquiza, JL, Cañadas-De la Fuente, GA, Fernández-Castillo, R. Uso, efectos y conocimientos de los suplementos nutricionales para el deporte en estudiantes universitarios. Nutrición Hospitalaria 2015;32(2):837-844.
5. Jessri M, Jessri M, RashidKhani B, Zinn C. Evaluation of Ira-nian college athletes’ sport nutrition knowledge. Int J Sport Nutr Exerc Metab 2010; 20(3):257-63.
6. Sánchez Oliver Antonio J, Miranda León María Teresa, Guerra Hernández Eduardo. Estudio estadístico del consumo de suplementos nutricionales y dietéticos en gimnasios. ALAN [Internet]. 2008 Sep; 58( 3 ): 221-227.
7. Ferrando MG, Goig RL. Ideal democrático y bienestar perso-nal. CIS2011. 270 p.
