Colaboración

Investigación de vanguardia inicia con una buena pregunta

Fidel Santamaría, investigador de la Universidad de Texas-San Antonio, comparte en la UV su trabajo en neurociencia computacional

Elizabeth Vázquez 

05/09/18, Xalapa, Ver.- Quien quiera hacer investigación de vanguardia debe plantearse una buena pregunta, no hay ciencia de primer o tercer mundo, sólo hay preguntas buenas o malas, afirmó Fidel Santamaría, investigador en el Departamento de Biología de la Universidad de Texas-San Antonio, en Estados Unidos.

Lo anterior resume lo que él considera ha sido un principio fundamental en su desarrollo profesional, desde sus días como estudiante de Física en la Universidad Nacional Autónoma de México, hasta su actual desempeño en la institución estadounidense.

Invitado por el Centro de Investigaciones Cerebrales (Cice) de la Universidad Veracruzana (UV) para impartir una serie de conferencias sobre su trabajo en neurociencia computacional, el especialista destacó las posibilidades que para el estudio del cerebro brinda esta rama científica en la que convergen –además de las áreas de conocimiento que su nombre enuncia– la biofísica, la ingeniería eléctrica y las matemáticas.

“Conocer el funcionamiento del cerebro nos ayuda a entender las patologías que lo aquejan y, eventualmente, ofrecer terapias que contribuyan a su tratamiento. Sin embargo, la complejidad de su estructura y funciones es uno de los mayores retos para su estudio y las técnicas experimentales pueden resultarnos insuficientes. Es aquí cuando los modelos computacionales pueden significar una alternativa para hacer mediciones y predicciones”, señaló el investigador.

Mencionó que desde la neurociencia computacional es posible plantearse cómo es que el cerebro funcionan las computadoras, con el propósito de mejorarlas, pero también utilizar las teorías de la computación para preguntarse cómo es que funciona el cerebro.

En específico, el tema de estudio de Santamaría es el cerebelo, parte del cerebro que está relacionada con las actividades motrices, pero que –a decir del investigador– cada vez se relaciona más con la asociación de predicciones sensoriales; es decir, con el hecho de prever lo que ocurrirá incluso antes de que realmente suceda y trazar un plan para hacer más eficientes las acciones que dirige.

“Si alguien toca mi mano y me dice algo, mi cerebro entrará en acción y me permitirá responder a esa circunstancia, incluso trazar un plan distinto si detecta un error, a fin de hacer la respuesta más eficiente. Desde nuestro laboratorio podemos ver cómo es que esto sucede a nivel celular-computacional y medir lo que se conoce como ‘potenciales de acción’, que no son más que impulsos eléctricos que permiten el intercambio de información (sinapsis) entre células nerviosas, o bien entre las células nerviosas y otros tejidos, tales como las glándulas o los músculos.”

Sobre su visita a la UV, Fidel Santamaría mencionó que fue una de las actividades programadas como parte del desarrollo del proyecto de investigación sobre autismo que desarrolla de forma conjunta con Jorge Manzo Denes, director del Cice.

“El enfoque conductual que Jorge Manzo y su equipo han dado a su investigación sobre autismo es muy novedoso; el objetivo es que conjuntemos nuestras líneas de estudio y obtengamos resultados relevantes con respecto a cuáles son las mejores terapias para ayudar a las personas con autismo”, concluyó.