Cultura

Mediterráneo americano es maravilloso cultural y musicalmente

  • Jorge Luis Solano, docente de la Facultad de Antropología, dictó la conferencia magistral en el Seminario Jazzuv
  • “La fusión cultural ha permitido la riqueza rítmica y armónica en todos los niveles de la música que hoy disfrutamos, como el jazz”

 

Jorge Luis Solano habló de la riqueza cultural y musical de esta región americana

Jorge Luis Solano habló de la riqueza cultural y musical de esta región americana

 

Paola Cortés Pérez

Fotos: Omar Portilla Palacios

13/11/2022, Xalapa, Ver.- El Mediterráneo americano o el gran Caribe es una región maravillosa en términos de cultura, música y baile, afirmó Jorge Luis Solano Uscanga, profesor de la Facultad de Antropología de la Universidad Veracruzana (UV), al participar en el Seminario Jazzuv “Jazz en Latinoamérica”.

El docente dictó la conferencia magistral “El Mediterráneo americano como región cultural”, en el Foro-Librería Cauz, sede del evento académico.

Solano Uscanga dijo que dialogar sobre esta región puede ser importante para los participantes y asistentes del seminario, al conocer cómo se estructuró y surgió históricamente, en especial porque hubo un intercambio y fusión cultural muy relacionada con el jazz.

La región del gran Caribe está formada por un sistema de puertos que se constituyó en una etapa colonial a partir del descubrimiento de los blancos europeos.

El comercio colonial que aconteció del siglo XVI a principios del XIX, recordó, se dio a partir de la ruta global trazada por españoles y portugueses. Entre los especialistas hay consenso en que el siglo XVI fue dominado comercialmente hablando por la península europea.

“España, debido a una serie de malas decisiones estratégicas, perdió su preeminencia y fracasó su proyecto global, pese a que tuvo colonias en buena parte de América, en el norte de África y en algunas partes de Asia.”

Al caerse la principal ruta comercial, conocida como la Ruta de la Seda, por la caída de Constantinopla y tomada por los otomanos, provocó entre los europeos una manera de reconstruirla, así que empezaron a navegar y descubrieron el océano Pacífico. Llegaron primero al Caribe, América y finalmente al Oriente.

La ruta comercial permitió no sólo la comercialización de productos, también el intercambio cultural y musical

La ruta comercial permitió no sólo la comercialización de productos, también el intercambio cultural y musical

 

“La nueva ruta comercial iniciaba en Filipinas –colonia española– donde se reunían todos los productos para después ser trasladados al puerto de Acapulco, Ciudad de México, Veracruz, La Habana, Sevilla y, finalmente, ser distribuidos al resto de Europa”, detalló.

Desde el siglo XVI, por México atravesaba una ruta de comercio global que no sólo transportaba productos y oro proveniente de Perú; también se movieron personas, ideas –de todo tipo–, cultura y religión, provenientes de Asia, África y Europa.

Derivado de este proceso se habla de que en América Latina –y en particular en el Caribe– se integraron tres raíces: indígena, europea y negra, pero Jorge Luis Solano propuso que deben agregarse dos más: judía y árabe, lo que dio como resultado una fusión cultural muy particular.

Mencionó que lo único sobreviviente de África en el continente americano y en el Caribe fue su religión y la música. En los días de descanso en las plantaciones, los esclavos sacaban sus tambores y se ponían a bailar, para los europeos era una forma de relajarse, pero en realidad practicaban su religión, que lograron esconder al fusionar las deidades africanas con las católicas.

“A lo largo de toda la América negra hay fusiones donde están presentes la música europea y africana, que dieron como resultado una novedad. Esta cultura y música fusionándose, interfiriéndose y variando, circulan por toda el área, hace que esta región sea maravillosa en términos de canto y baile.”

Para fortuna de todos, concluyó, esto ha permitido la riqueza rítmica y armónica en todos los niveles de la música que ahora disfrutamos, como es el caso del jazz.