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Profesor del INAH disertó sobre evidencias genéticas del poblamiento de América

  • Víctor Acuña habló del estudio directo del ADN de poblaciones antiguas y actuales, de la aproximación a través de la antropología dental y la diversidad morfológica craneofacial 

 

Víctor Acuña Alonzo, investigador del INAH, ofreció una conferencia sobre genética y poblamiento de América

Víctor Acuña Alonzo, investigador del INAH, ofreció una conferencia sobre genética y poblamiento de América

 

José Luis Couttolenc Soto 

20/05/2021, Xalapa, Ver.- Víctor Acuña Alonzo, profesor del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), invitado por la Facultad y el Instituto de Antropología de la Universidad Veracruzana (UV), ofreció una conferencia en la que abordó las evidencias genéticas halladas sobre el poblamiento de América. 

Considerado como uno de los jóvenes investigadores en México que se dedica al estudio de la genética antropológica, Acuña Alonzo dijo que debido a las diferencias en la morfología craneofacial y la dentición entre los esqueletos americanos modernos, se han postulado orígenes separados para ellos, a pesar de la evidencia genética de lo contrario. 

La charla, efectuada vía remota el lunes 17 de mayo, fue organizada por los cuerpos académicos (CA) Estudios sobre Territorios, Patrimonio Cultural y Patrones, y Procesos Socioculturales del Ser Humano y su Entorno. 

El investigador del INAH se refirió principalmente a evidencias genéticas no necesariamente modernas, sino también a algunas clásicas generadas hace muchos años que han sido descartadas, “pero no así las ideas que permanecen ahí”. 

Estas evidencias, dijo, incluyen el estudio directo del ADN, la aproximación a través de la antropología dental, así como la diversidad morfológica craneofacial. 

Sostuvo que, desde una perspectiva genética, la hipótesis de una migración separada conduce a una división tripartita de los nativos americanos modernos, cuyos componentes y migraciones son AmerindNa Dené y Aleut-Eskimopero de esto aún no se tiene una confirmación sólida. 

Refirió que el ADN nuclear y mitocondrial puede proporcionar la prueba genética crucial de la hipótesis de las tres migraciones, en la que la diversidad sustancial de la población se originó en Asia con una pequeña migración hace 15-16 mil años, con la posterior diversificación que tiene lugar en las Américas.

De migraciones prehistóricas y procesos adaptativos, habló investigador del INAH

De migraciones prehistóricas y procesos adaptativos, habló investigador del INAH

Mucha evidencia genética se produjen poblaciones contemporáneas; sin embargo, se debe considerar que estas poblaciones tenían una diversidad que incluía la contribución no indígena, a las que se podría llamar mestizas, desde el punto de vista de su componente genético.” 

Para Acuña Alonzo, hablar de genética y el poblamiento de América representa un tema con muchas novedades, conceptos y discusiones que tienen mucha tradición en la antropología física, en la que considera se ha dado una difícil integración de conocimientos de diferentes disciplinas como las ciencias paleoambientales, la paleoantropología, la antropología física de poblaciones antiguas y contemporáneas. 

En América, opinó, los estudios de ADN antiguo prometen ser una pieza clave para entender los procesos migratorios prehistóricos y precolombinos; a la fecha se han obtenido secuencias de ADN mitocondrial de restos en Alaska y México, que contribuyen a la descripción de la variación genética de las poblaciones nativas americanas. 

Actualmente no existe una clasificación genética reconocida que permita dividir en subgrupos la población amerindia; sin embargo, la genética autosómica y la mitocondrial permiten establecer algunas relaciones que coinciden con aspectos lingüísticos y geográficos, sin establecer un número definido de estos grupos. 

El investigador dijo que estudios recientes han arrojado información importante por la conservación del material, que de acuerdo a su genética indica una mayor afinidad con grupos actuales, como es el caso del sitio Clovis, al oeste de Montana, Estados Unidos, donde se encontraron restos con una antigüedad aproximada de 13 mil años, hallazgo al que se le conoce como Anzick, genoma de un humano del Pleistoceno tardío. 

Dicha zona tiene una afinidad con los demás sitios nativos americanos actuales, que se han incluido en la base de datos genómicas. 

Para concluir, Víctor Acuña estableció que es necesario continuar trabajando en la integración de los modelos de variabilidad genética, de lingüística histórica y procesos culturales, temas en los consideró se ha avanzado poco, no así en la generación de datos empíricos. “Hace falta integrar los tres modelos que informan de los diferentes aspectos de la historia de las poblaciones”, dijo.