Reportaje

El Taller, espacio de formación artística para personas con discapacidad

  • Quienes lo fundaron y colaboran son egresados de la UV
  • Entre sus objetivos también está el sensibilizar a la sociedad

 

El Taller trabaja para generar alternativas y mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual

 

Karina de la Paz Reyes Díaz

12/03/18, Xalapa, Ver.- Egresados de la Universidad Veracruzana (UV) encabezan diversas actividades en El Taller, Centro de Formación y Producción Artística para Niños y Jóvenes con Discapacidad, espacio que surgió a finales de 2010 en la capital veracruzana.

Empezaron con tres alumnos y en la actualidad cuentan con 25, quienes gozan y aprenden diversas expresiones artísticas y se involucran en actividades que contribuyen a su bienestar físico y anímico.

Y es que la oferta de El Taller está conformada por: Música, Literatura, Artes Plásticas y Gráficas, Barro, Ciencias Naturales, Cocina y Yoga. Pero además hay colaboraciones: Taller de Grabado por Alejandro Suárez; Promoción de la Lectura, Karla Carreón; Teatro, Raúl Cortés; Plástica, Joel Díaz; Taller Circense, Iñaki Herrera; Movimiento y Creación, Araceli Hidalgo.

Asimismo, desarrollan actividades complementarias, como asistir a la Feria Internacional de Libro Universitario de la UV; a museos o galerías de esta ciudad capital; a los Conciertos Didácticos de la Orquesta Sinfónica de Xalapa, adscrita también a esta casa de estudios; al cine y a talleres de artistas plásticos locales; a jardines y parques locales y de municipios aledaños. La intención es propiciar estímulos para la producción y formación artística e integral.

Cabe destacar que entre los objetivos de El Taller están: generar alternativas para mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual; sensibilizar a la sociedad sobre la importancia de la formación artística en este sector de la población; reconocer al arte como medio de expresión y comunicación y como una herramienta vital para el desarrollo de sus habilidades lingüísticas y expresivas que decanten en el mejoramiento de la relación con su entorno social.

Además, involucrar a la familia en la importancia de la formación artística para el logro del potencial humano y valorar el trabajo hecho por personas con discapacidad, dentro y fuera de su contexto inmediato.

 

Todos los seres humanos somos diferentes

“El Taller es un proyecto que se dedica a la formación artística de personas con discapacidad, creyendo que el arte no es una herramienta más, sino la herramienta que nos permite crear identidad, mejorar su calidad de vida, darles el poder de la expresión ya sea lingüística o plásticamente”, explicó Alejandra Méndez Hernández Palacios, coordinadora de El Taller.

Añadió que la simiente de este proyecto fue su hermana menor, Beatriz, y la fundadora la madre de ambas, Esther Hernández Palacios, quien actualmente se desempeña como coordinadora de la Unidad de Género y encargada del programa Tendiendo Puentes para la Paz de la UV.

“Me han dicho mucho que debo cambiar mi forma de expresarme, pero todavía lo creo y lo sigo diciendo: El Taller es un milagro. Tenemos unas cuotas de recuperación, pero en la mayoría de los casos no se cubren por completo y la manera de becar a los alumnos es moviéndonos”, compartió Alejandra.

 

Alejandra Méndez, coordinadora

 

Por ejemplo, citó que afortunadamente la población artística xalapeña, coatepecana y xiqueña les ha donado obra plástica y gráfica en varias ocasiones para poder venderla y con eso pagar renta y servicios.

“Cada día hay más empatía y nuestro proyecto resuena más en los corazones de las personas, pero no ha sido fácil, es muy difícil, porque la discapacidad casi siempre se enfrenta a la ignorancia.”

La egresada de la Facultad de Letras Españolas y de la Especialización en Promoción de la Lectura de la UV –cuyo proyecto de intervención tiene por título “Resignificación de la muerte, el dolor y la violencia a través de la mirada de jóvenes con discapacidad: un acercamiento a la lectura”– compartió estar en contra del término “inclusión” cuando se hace referencia a las personas con discapacidad.

“Creo que antes de traer el término a nuestras políticas públicas, debemos saber qué es la discapacidad, contemplarla, darnos cuenta que el de junto es diferente y qué puede hacer. El discurso con el que yo manejo mi vida y llevo en El Taller es que todos los seres humanos somos diferentes, y luchar porque se nos respete esa diferencia.”

Las edades de los alumnos de El Taller oscilan entre los 11 y los 33 años; entre las discapacidades que presentan está el síndrome de Down, parálisis cerebral, discapacidad intelectual, déficit de atención y trastorno obsesivo-compulsivo. La mayoría son de Xalapa, salvo dos que provienen de Coatepec –uno de ellos se traslada solo en camión sin ningún problema.

“Aceptamos de diversas discapacidades, entendiendo por discapacidad no el rasgo específico de la persona, sino la manera en la que se relaciona con el entorno. Entonces, se abre el paradigma de la discapacidad, porque incluso en algún momento tuvimos una alumna que tenía esquizofrenia paranoide”, explicó.

Las actividades de los niños y jóvenes de El Taller se complementan entre sí –y se desarrollan de lunes a viernes de 8:30 a 13:30 horas, con flexibilidad de horario–, pues si en la clase de literatura se encuentran con personajes como las sirenas u hombres lobo, el maestro de Ciencias, Domingo Sánchez Juárez, les explica que en la realidad eso no es posible y da las razones.

“Es muy intenso emocionalmente y la mayoría somos personas jóvenes. Curiosamente, de quienes asistimos a El Taller a impartir, sensibilizar y guiar con nuestra experiencia, ninguno tiene formación en psicología o educación especial, ésa es una diferencia con otras escuelas; quienes tenemos a cargo las disciplinas artísticas, somos especialistas en la disciplina artística que impartimos.”

Es más, comentó: “Todos los que impartimos alguna disciplina artística somos egresados de la UV, de la Facultad de Artes Plásticas y de la de Música; mi mano derecha, encargada de cocina y hábitos alimenticios, es egresada de Nutrición; otra de las asistentes lo es de Letras Españolas. Nos hemos llenado de gente de la UV y de gente sensible, crítica, analítica”.

 

Los alumnos más sinceros

Mariela Flores Gómez es la maestra de Música en El Taller desde hace seis años, cuando tenía 18, lo cual implicó un reto no sólo por estar frente a grupo, sino por proponer estrategias innovadoras de enseñanza de la música.

“A los chicos no los preparo para estar frente a público, es más bien una experiencia de conocimiento. Lo que intento es mejorar su motricidad, que mejoren su sensación rítmica interna, que puedan tener más herramientas para entender por qué alguna música les gusta más que otra. Me gusta mucho llevármelos a otras partes del mundo con los géneros musicales.”

 

Mariela Flores, maestra de Música

 

Al preguntarle, según su sentir, qué aporta el canto, contestó enfática que éste es primeramente conexión, pero también es aprender a respirar y controlar la emisión del aire y la voz.

A propósito, la recién egresada de la Facultad de Música comentó que en 2014 obtuvo la beca del Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico de Veracruz del Instituto Veracruzano de la Cultura, que le permitió conformar un coro con jóvenes con y sin discapacidad y “la experiencia para ambos fue maravillosa”.

A quienes integraron el coro les propició el experimentar qué se siente ser parte de algo, pero también que algo puede venir de ellos y sonar muy bien, como lo es la voz. En palabras de la entrevistada significó “fortalecer su ‘yo’ ”.

Para ella, la labor que desempeña en El Taller al principio fue difícil y con el paso del tiempo entendió que es necesario tener paciencia y calma con el ritmo de enseñanza, pero también le ha resultado ampliamente satisfactoria.

“Es maravilloso porque te dan las opiniones más honestas y francas que te puedes imaginar. Te dicen ‘no te entiendo nada, no sé por qué quieres que cante así, cantas muy chistoso’; es una conexión muy linda.”

Últimamente Mariela decidió darle un giro a la clase, porque se percató de que les llama mucho más la atención lo rítmico y trabajar en equipo.

“Mis años en El Taller han sido lo más maravillosos, me implicó llevar al mismo tiempo el estudio en la Universidad y la práctica aquí, yo creo que ha sido lo que mejor ha conformado mi formación musical. Además, recibir las opiniones y sonrisas de los chicos es lo más satisfactorio.”

 

El ser autodidacta

Domingo Sánchez Juárez Arrieta, egresado de la Facultad de Biología, compartió que son varias las actividades que realiza, como atender un compostero y apoyar a los otros maestros. En sus clases de Ciencias contempla explicarles sobre la fauna, la flora, incluso el comportamiento en la vida cotidiana, entre otros temas.

El desafío para él es diseñar sus clases e identificar de qué manera es posible aprender mejor los temas que comparte, por ello se apoya constantemente en el dibujo y la ilustración.

“Algo bueno que aprendí en la Universidad fue que en buena parte uno es autodidacta, porque muchas cosas no te las van a enseñar, o en mi caso, que tenía mucho déficit de atención, tenía que anotar los temas y estudiarlos por mi cuenta, por ello aprendí a leer y comprender la información”, enfatizó.

El Taller está ubicado en la calle Alvarado número 12, Colonia Centro, en Xalapa. Para conocer más de él consulte su página de Facebook: https://www.facebook.com/eltallerartexalapa/

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