• El integrante de la Coalición Internacional del Hábitat dijo a los estudiantes: “Es necesario que la población mexicana retome la defensa de sus territorios”

Enrique Ortiz Flores

Carlos Hugo Hermida Rosales 

29/03/19, Xalapa, Ver.- Enrique Ortiz Flores, arquitecto integrante de la Coalición Internacional del Hábitat, asociación internacional sin fines de lucro enfocada en el área de asentamientos humanos, declaró que es necesario que la población mexicana retome la defensa de sus territorios, de los que está siendo despojada. 

“Las personas han perdido espacios dignos para vivir no tan sólo en el campo sino también en las zonas urbanas, por la falta de una política de respeto a los lugares donde la gente habita”, afirmó. 

El investigador expuso la conferencia “La producción social del hábitat: oportunidad y desafío del quehacer profesional”, dentro del Tercer Congreso Internacional de Estudiantes de Posgrado en Arquitectura y Urbanismo 2019, realizado en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Veracruzana (UV) los días 25 y 26 de marzo. 

Enrique Ortiz comentó que el modelo económico y el aparato gubernamental expulsan a las personas que necesitan estar cerca de sus lugares de trabajo, de áreas en donde viven con sus familias y en las que se ayudan unos a otros. 

“Por dar un ejemplo, en la Ciudad de México actualmente se llevan a cabo desalojos masivos, aunado a una imposibilidad para que las personas de escasos recursos habiten cerca de áreas con servicios y equipamientos necesarios para tener una vida digna”, compartió. 

El arquitecto mencionó que es indispensable implementar en el rubro de la vivienda un modelo de producción social, que requiere un apoyo del Estado y en el que las personas sean sujetos de su propia transformación. 

Explicó que este modelo necesita expertos que brinden un apoyo técnico de calidad, y para esto la academia es fundamental para formar profesionistas que sepan trabajar con la gente, que respeten sus iniciativas y que entablen una relación de igualdad con la comunidad.  

“Un modelo de producción social no debe imponer ideas, sino trabajar con base en los sueños, decisiones y posibilidades de la gente”, enunció.