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Universitarios promueven cuidado de especies venenosas

  • Para garantizar su conservación
  • Existen muchos mitos alrededor de las víboras y las arañas que es necesario clarificar, señaló Pablo Cobos, responsable de la Unidad de Manejo de Fauna del CCAD

 

David Sandoval Rodríguez

 

La Universidad Veracruzana (UV) efectuó los días 23 y 24 de octubre el 1er Congreso de Accidentes por Envenenamiento Ofídico y Arácnido de Veracruz, organizado por la Facultad de Biología y la Fundación UV, A.C., al que asistieron universitarios de las regiones de Orizaba-Córdoba, Coatzacoalcos-Minatitlán e integrantes del Cuerpo de Bomberos de Xalapa y de la Secretaría de Protección Civil, así como público interesado de Catemaco y estudiantes de la capital veracruzana.

Al inaugurar el evento, Facundo Pacheco Rojas, director de la Fundación UV, explicó que en el predio de 33 hectáreas del Campus para la Cultura, las Artes y el Deporte (CCAD), “nos hemos dado cuenta que hay flora y fauna muy especial; es uno de los pulmones de Xalapa y hay usuarios que no saben cómo tratar a los animales y a las plantas, por lo que creemos que es necesario orientar y administrar esos recursos”.

Por tal razón, varias entidades universitarias se conjuntaron para realizar este esfuerzo en el que se busca sensibilizar a diferentes sectores de la población con la intención de preservar las especies presentes en el CCAD.

Facundo Pacheco, Clementina Barrera, Pablo Cobos y Jorge Andrés Santander, en la inauguración.

Facundo Pacheco, Clementina Barrera, Pablo Cobos y Jorge Andrés Santander, en la inauguración.

En ese sentido, Clementina Barrera Bernal, directora de la Facultad de Biología, dio la bienvenida a los asistentes y señaló que “como institución tenemos una responsabilidad con la sociedad y existen muchos mitos acerca de estos animales; en este congreso se conocerán los componentes bioquímicos de los venenos y cómo se pueden bloquear sus efectos”.

El congreso incluyó una exposición de carteles y de especímenes propios del herpetario de la Facultad, así como la venta de productos relacionados.

Como invitado especial asistió Jorge Andrés Santander Espinosa, subdelegado de Gestión Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) Delegación Veracruz, quien inauguró formalmente el evento.

“Nos parece de gran importancia la realización de este espacio para familiarizarse y saber qué sucede con los accidentes por envenenamiento, por ello nos sumamos a los diferentes esfuerzos que en materia de vida silvestre y recursos naturales están organizando”, dijo el subdelegado.

Expusieron los ejemplares que alberga el herpetario de la Facultad de Biología.

Expusieron los ejemplares que alberga el herpetario de la Facultad de Biología.

A continuación, Pablo Cobos Mejía, responsable de la Unidad de Manejo de Fauna del CCAD y coordinador del congreso, presentó una charla sobre los mitos que existen en torno a los accidentes por envenenamiento.

Cobos Mejía, quien es egresado de la Facultad de Biología, comenzó su presentación con un testimonio en video de una mujer efectuando una curación en una comunidad de Tabasco; al finalizar, comentó que hay cierto tipo de conocimientos que se transmiten de generación en generación y algunos de ellos no tienen un fundamento real.

“Algunas personas hacen caso omiso, y aunque uno les diga que esas cosas no son verdad, aunque uno se deje morder frente a ellos por un animal que no es venenoso, hacen caso omiso y mantienen firmes sus creencias”, agregó.

Uno de los mitos que persiste es que las serpientes atacan a las personas, pero en realidad “lo que quieren es escapar de nosotros, las serpientes no saben qué dirección tomar y se dirigen hacia nosotros, pero pensamos que nos quieren atacar”.

Otro de los mitos es que en la región de Misantla existe una enorme serpiente capaz de volcar un tráiler y provocar accidentes, también se ha dicho que bajo el palacio municipal de Coatepec habita una serpiente que se come a los turistas.

Empero algunas serpientes tienen la capacidad de volar, ya que proyectan su cuerpo en el aire y pueden recorrer varios metros gracias a un movimiento oscilatorio que realizan.

También existe el mito de que la serpiente coralillo pica con la cola, cuando lo que ocurre es que trata de confundir a su atacante al tener un patrón de coloración semejante en sus dos extremos. “Tiene una conducta antidepredatoria y con sus movimientos musculares mueve tanto la cabeza como la cola, trata de confundir a su depredador para que le muerda la cola y, a su vez, ella lo pueda morder”.

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