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Sociedades o cambian su forma predominante de vida o el planeta colapsa

 

  • Se requiere de una reingeniería social profunda que permita a la vida proseguir, señaló Jorge Enrique Vaca Uribe, investigador de la UV
  • Considera que el auto eléctrico es un avance, pero no representa el cambio de fondo que se necesita

 

Jorge Enrique Vaca Uribe habló de educación y deterioro ambiental

 

José Luis Couttolenc Soto

Fotos: Omar Portilla Palacios

27/05/2022, Xalapa, Ver.- Jorge Enrique Vaca Uribe, investigador jubilado, señaló que en la actualidad las sociedades humanas enfrentan una disyuntiva: o cambian su forma predominante de vida o el planeta colapsa.

El Doctor en Psicología por la Universidad Lumièr Lyon 2, de Francia, participó en el segundo día de actividades de la 5ª Jornada de Innovación en Educación Superior, en la que el miércoles 25 de mayo expuso en la Mesa 3 “Educación superior y cambio climático”.

Se refirió a los cambios que requiere la sociedad y puntualizó que éstos deben ser profundos y constituir una reingeniería completa que permita a la vida continuar; “no se trata de darle una arregladita ni hacer pequeños cambios que en ocasiones parecen sustentables o ecológicos, pero en realidad no cambian de fondo la sociedad en lo que se debe”.

Mencionó que la pérdida de ecosistemas intactos, la liberación de gases de efecto invernadero y el impacto sobre la atmósfera merecen igual difusión, no es un problema en busca de soluciones porque éstas ya existen, es un problema en busca de consciencia.

Se refirió también a la evolución de los autos de combustión interna para dar paso a los eléctricos, que no obstante considerase como un avance, “en realidad es más de lo mismo”, puesto que van a continuar los congestionamientos viales; “los autos eléctricos no son un cambio de fondo como el que realmente se tiene que crear para que la biodiversidad siga”.

Vaca Uribe, fundador de la Reserva Ecológica Ahimsa, en Teocelo, consideró que la educación ambiental requiere de un esfuerzo epistemológico para volver a centrarse en la unidad de la tierra que, en su opinión, puede realizarse a través de una didáctica específica y crítica de la preservación, que centre algunas ideas clave y encuentre la mejor manera de enseñarlas o detonar una reflexión profunda sobre ellas.

Enrique Vargas Madrazo, coordinador general del Centro de EcoAlfabetización y Diálogo de Saberes, también participó en la mesa y se refirió al colapso civilizatorio que se vive desde hace 20 años.

Destacó que la tierra y la vida no van a desaparecer, pero lamentó que cada día se extingan en el planeta de 250 a 300 especies; recordó que Lester R. Brown, director del Worldwatch Institute, en el reporte de 1990 de este organismo apuntó que es la última década antes de que el daño sea irreversible, puesto que el medio ambiente está colapsando.

Planteó que la educación es la única oportunidad que tiene la especie humana para sobrevivir, pero para ello se requiere de una transformación radical que debe iniciar desde los docentes, “nutriendo nuestro microbioma, cultivando el sentipensar, rompiendo el cuadrado en el aula para sacar a los estudiantes a espacios en contacto con la naturaleza”.

Con esto, agregó, se abrirían experiencias educativas con círculos de la palabra, dándole oportunidad a los jóvenes que están aterrorizados, deprimidos, sufriendo violencia intrafamiliar; y se brindaría una educación de diálogo de saberes y haceres, centrada en lo que pasa en el mundo real.

Enrique Vargas Madrazo, coordinador general del Centro de EcoAlfabetización y Diálogo de Saberes

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