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Sátira política en EEUU, parte de su cultura mediática

  • Académicos de universidades norteamericanas participaron en la Jornada Fulbright-García Robles 2019, cuya sede fue la Universidad Veracruzana 
  • Hablaron sobre la presencia de Donald Trump en la televisión y los programas que satirizan su administración 

Thomas Hayes, Nathaniel Racine, Stephen Benedict Dyson y Daniel Romero durante la presentación

David Sandoval Rodríguez 

07/11/2019, Xalapa, Ver.- A diferencia de México, en los Estados Unidos (EEUU) la sátira política es una vertiente cómica presente en los medios de comunicación desde hace décadas y actualmente es un modo de informarse por parte de los jóvenes, plantearon especialistas en la Jornada Fulbright-García Robles 2019 que se celebró en la Universidad Veracruzana (UV). 

Bajo el título The Art of the Possible: Moving Beyond Political Barriers Through Art”, la jornada tuvo su sede en la Sala Anexa de Tlaqná, Centro Cultural, donde se realizó el Panel Politics in the US: Satire, Fiction and Television”. 

En dicho panel participaron Nathaniel Racine, académico de la Temple University de Filadelfia; Thomas Hayes, académico de la Universidad de Connecticut, ambos ex becarios Fulbright, y Stephen Benedict Dyson, académico de la Universidad de Connecticut en política exterior y relaciones internacionales. La moderación corrió a cargo de Daniel Arturo Romero León, coordinador del Programa de Estudios sobre América del Norte (PEAN). 

Tanto Dyson como Hayes compartieron sus observaciones respecto a cómo se ha incrementado la relevancia de los programas y secciones televisivas sobre sátira política a partir de la llegada a la presidencia de Donald Trump. 

Hayes destacó que uno de los cambios fundamentales que han ocurrido en programas como The Daily Show y The Colbert Report, dos de los más vistos en los EEUU, se puede condensar en el hecho de que no hacen bromas sobre el quehacer del presidente sino que comentan los hechos reales de un modo cómico o sarcástico, es decir, que la realidad por sí misma se ha convertido en tema para los humoristas. 

En la actualidad los programas de la barra nocturna, conocidos como late show, que cuentan con mayor popularidad, han adoptado una sección política de corte similar a los programas mencionados donde se hace una sátira de las noticias de actualidad relacionadas principalmente con el presidente o el Partido Republicano. 

Por su parte, Dyson comentó que un elemento que incidió directamente en la candidatura y posterior victoria de Trump fue su presencia desde 2004 en la televisión como artífice del reality show llamado El aprendiz, donde representaba su propio papel como magnate y el premio del concurso era que uno de los competidores ingresara a trabajar a la Trump Organization. 

A lo largo de varios episodios, Trump decidía qué retos debían enfrentar los concursantes y decidía también quién era “despedido” del concurso, acciones que lo posicionaron en el imaginario de la sociedad norteamericana como un empresario poderoso. 

No obstante, de acuerdo con expertos y trabajadores del programa que fueron entrevistados, este reality permitió “rehabilitar la imagen” de Trump ante la sociedad norteamericana y lo llevó a ser considerado como un personaje “fuerte” para los telespectadores. 

Sin embargo, algunos de los trabajadores admitieron posteriormente que el programa era editado y post-producido para hacer ver a Donald Trump como alguien congruente con los retos, aunque en la realidad fuera diferente, e inclusive aseveraron que en numerosas ocasiones los motivos para despedir o mantener a alguien eran completamente desconocidos para ellos. 

En su participación, Nathaniel Racine hizo referencia a varios autores que visitaron México durante y después de la Revolución mexicana, hecho que les sirvió de inspiración para obras de ficción y ensayos. 

Entre los más destacados señaló a John Reed, periodista que cubrió el movimiento armado en México y la Revolución rusa de 1917; también mencionó a Carelton Beals, quien en dos novelas: Black river y The stones awake, relató la explotación de las compañías petroleras y de las comunidades indígenas, respectivamente. 

Puntualizó que entre 1914 y 1940 en EEUU se publicaron numerosas novelas y ensayos, cuyo rasgo común fue manifestar las expectativas que se tenían sobre el futuro de un país que se encontraba –durante esos años– en gestación. 

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