• El periodista y narrador ofreció una clase maestra en la Facultad de Letras Españolas de la UV 

El periodista Imanol Caneyeda dictó clase maestra en la Facultad de Letras Españolas

Paola Cortés Pérez 

08/10/2019, Xalapa, Ver.- El periodista y narrador Imanol Caneyeda lamentó que el periodismo de calidad no está haciéndose en los medios de comunicación sino desde la literatura, durante la clase maestra que impartió en la Facultad de Letras Españolas de la Universidad Veracruzana (UV). 

La actividad académica se llevó a cabo la tarde-noche del miércoles 2 de octubre en el Aula F-8 de la Facultad, a la que asistieron estudiantes, periodistas y personas interesadas en el tema. 

Caneyeda ha publicado los libros de cuentos La nariz de Stalin, ganadora del Premio Nacional de Cuento “Efrén Hernández” 2011; La ciudad antes del alba, que obtuvo del Premio Regional de Cuento Ciudad La Paz 2009; Los confines de la arena e Historias de La Gaya ciencia ficción. 

Asimismo, publicó las novelas Un camello en el ojo de la aguja, Tardarás un rato en morir, Espectáculo para avestruces, Las paredes desnudas y Hotel de arraigo, esta última acreedora al Premio Nacional de Literatura “José Fuentes Mares” en 2015. 

Durante la clase maestra hizo un breve recorrido por la historia del periodismo, su relación con los grupos de poder y con lo que llamamos realidad. 

Comentó que el apogeo del periodismo se dio durante el siglo XIX. Después de la Revolución Industrial surgió una nueva clase social a la que debía contársele la “verdad” sobre la realidad, por lo que también hubo una proliferación de medios de comunicación impresos. 

Sin embargo, dijo, con esta diversidad de periódicos llegó también la propagación e invasión de noticias y medios sensacionalistas y amarillistas que no conocían los límites, la ética y el decoro. 

Por ello, se empezó a asociar al periodismo con la objetividad e imparcialidad, como un mecanismo para frenar el sensacionalismo y amarillismo que había invadido a los periódicos, así como para frenar la guerra entre los grandes periódicos que generalmente respaldaban a las dos importantes posturas políticas y económicas existentes. 

Lo cierto, afirmó, el oficio del periodista no tiene nada de objetivo e imparcial, pero ambos continúan siendo el escudo de los medios de comunicación y del propio periodista para justificarse y legitimarse ante la sociedad. 

Señaló que el periodismo no ha dejado de ser un instrumento para que el grupo o los grupos que ostentan el poder puedan legitimarse, esto no es privativo de México. 

“Desde siempre el periodismo ha sido utilizado por los poderosos para contar lo que les conviene y la realidad que les conviene, así que seguirán usando al periodismo a su favor, se ha convertido en un instrumento para legitimar su poderío.” 

Advirtió que el uso de datos duros por parte del periodismo bajo el argumento de cumplir con la objetividad e imparcialidad, resulta ser un instrumento maravilloso que abona al olvido; de ahí que consideró que el uso de herramientas literarias puede ser de gran ayuda para presentar los hechos. 

“El nuevo periodismo está echando mano de la literatura para presentar los hechos, para contar la realidad, para significarla, para generar empatía entre la población”, finalizó.