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Migración, respuesta a libertades limitadas 

  • Especialistas discutieron en torno a los procesos migratorios y desarrollo sostenible 
  • El martes 25 de junio, en el marco de la International Summer School (ISSUV) 

 

Investigadoras conversaron sobre los procesos migratorios y desarrollo sostenible

 

Claudia Peralta Vázquez 

28/06/19, Xalapa, Ver.- Investigadoras de la Universidad Veracruzana (UV) y de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) discutieron el martes 25 de junio en torno a los procesos migratorios y desarrollo sostenible, en el marco de la edición 2019 de la International Summer School (ISSUV), cuyo eje temático se basa en los “Rostros de la migración”. 

Adriana Sletza Ortega Ramírez, investigadora de Relaciones Internacionales de la BUAP; Ana Isabel Fontecilla Carbonell y Rosario de la Cruz Rizzo, del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH-S) y de la Licenciatura en Administración de Negocios Internacionales de la UV, respectivamente, participaron en este conversatorio y dejaron en claro su postura respecto a este fenómeno. 

En la sala de videoconferencias de la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI), De la Cruz Rizzo señaló que en los últimos cinco años Estados Unidos ha deportado entre 180 mil y 195 mil personas. La mayoría de Centroamérica. 

La experta, quien ha colaborado con organismos internacionales, consideró que el desarrollo es un proceso de expansión de libertades reales de las que disfrutan los individuos, pensadas en una libertad económica, política, de elegir a los gobernantes, trabajo para cubrir las necesidades básicas y garantías relacionadas con la seguridad, justicia, paz e instituciones democráticas. 

“En ese sentido, creo que las libertades de hoy en día están limitadas, encuentro a la migración precisamente como esa respuesta a la limitación que tienen los individuos de esas libertades. 

Aseveró que esas libertades para no tener que emigrar a otros países en busca de trabajo no las tenemos en el ambiente y contexto inmediato, pues el Estado ha sido incapaz de proveer los medios para que las personas permanezcan en su país de origen. 

No se sabe si es la migración la que conduce al desarrollo, o viceversa, es una relación que va de la mano y están interconectadas, agregó. 

También hizo hincapié en la importancia del desarrollo sostenible y su relación con la migración, dentro de la Agenda 2030 de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). 

Adriana Sletza opinó que esto representa un avance a partir de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, con el fin de que los países asuman ciertos compromisos y acuerdos sobre determinados indicadores. 

En términos de negociación internacional es un gran logro multilateral, pues también se ha incluido la agenda ambiental. 

Al referirse al tema de la migración, dijo que se requiere un marco internacional específico para establecer la existencia de refugiados ambientales o climáticos, pues es obvio que debido al cambio climático muchas personas se quedarán sin un lugar donde vivir; es seguro que muchos van a ser desplazados por cuestiones climáticas y aumento en el nivel del agua”. 

Ana Isabel Fontecilla expuso un estudio realizado en tres comunidades aledañas a Xalapa: Las Lomas, San Isidro y Texin, acerca de la inversión productiva de remesas, subsistencia y posibilidad de futuro. Se trata de localidades rurales identificadas con procesos de migración hacia Estados Unidos. 

Detalló que la investigación tuvo la finalidad de detectar las estrategias que emplean las familias para subsistir y qué pasaba con las mujeres que se quedaban a cargo de las fincas y su empoderamiento. 

En resumen, este análisis le permitió darse cuenta que de 373 familias encuestadas, la mayoría emplea el dinero de las remesas en la construcción y adecuación de las viviendas, y un número reducido lo invierte en la agricultura. 

Es decir, muy pocos viven en realidad de la migración y de las remesas. También señaló que cuando el padre de familia emigra, las mujeres se quedan y viven bajo el control de las suegras, los suegros administran las remesas, y los hijos con ese dinero logran acceder a una educación básica y a empleos precarios pero urbanos. 

Dio a conocer que los 15 millones de mexicanos que laboran en el país vecino, que representan el 25 por ciento de los indocumentados, abonan al 10 por ciento de la economía de esa nación. 

Asimismo, durante 2018, en México se rompió un récord histórico al recibirse 33 mil 480 millones de dólares, 10 por ciento más que en 2017. 

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