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Mejorar hábitos alimenticios redunda en calidad de vida de los diabéticos

  • María Graciela Sánchez, directora de la Facultad de Nutrición de la UV, impartió conferencia en el seminario “La prevención de la diabetes desde un enfoque multidisciplinar” 
  • Una de cada 10 personas en el mundo padece esta enfermedad y probablemente no lo sabe, reconoció 

 

María Graciela Sánchez Montiel, directora de la Facultad de Nutrición de la UV, abordó la alimentación de los pacientes diabéticos

 

David Sandoval Rodríguez 

12/11/2021, Xalapa, Ver.- María Graciela Sánchez Montiel, directora de la Facultad de Nutrición de la Universidad Veracruzana (UV), impartió la conferencia “Importancia de la alimentación sostenible y trofológica en la diabetes mellitus”, como parte del seminario virtual “La prevención de la diabetes desde un enfoque multidisciplinar”. 

La Maestra en Psicoterapia Gestalt y Doctora en Educación Holista dijo que cuidar la alimentación es fundamental para prevenir y reducir los efectos de enfermedades crónico-degenerativas como la diabetes; recalcó que a nivel mundial uno de cada 10 adultos vive con diabetes y para 2045 se calcula que serán 783 millones de personas con esta enfermedad. 

Agregó que de 2019 a 2021, y probablemente como consecuencia de la pandemia por Covid-19, se registró un aumento equivalente al 16 por ciento de personas con diabetes, aproximadamente 74 millones de personas más con la enfermedad. 

Destacó que la principal causa del incremento de pacientes diabéticos son los malos hábitos alimenticios, a lo que se suma la mayoría de los tratamientos médicos que, dijo, “dejan de lado la parte emocional de la alimentación, la cual juega un papel muy importante. Con la pandemia están aumentando la depresión y los casos de personas con obesidad, además se están consumiendo más alimentos ultraprocesados, es por ello que los profesionales de la nutrición tenemos un trabajo muy importante que hacer”. 

Recalcó que si se lleva un estilo de vida correcto, adecuado, y el paciente se ocupa de su composición corporal y el tipo de ejercicio que tiene que hacer, puede mejorar su calidad de vida. 

Además reconoció que en los consultorios generalmente se brinda a los pacientes un programa general de alimentación, pero no se acompaña de una orientación alimentaria adecuada. 

“Muchos de los pacientes con diabetes desconocen su enfermedad, no saben que si se aplican pueden vivir con diabetes como si no la padecieran, mientras se mantengan en sus rangos normales de glucemia.” 

Advirtió sobre el consumo de bebidas light, bajas en calorías o sin azúcar, que utilizan un endulzante sustituto llamado edulcorante y está compuesto por jarabe de alta fructosa. 

 

La académica mostró los beneficios de una alimentación basada en el consumo de verduras, frutas y cereales, principalmente

 

“Más de 60 gramos por día de alta fructosa ocasiona hipertrigliceridemia, que implica una concentración de triglicéridos superior a 150 miligramos en la sangre y está relacionada con la enfermedad coronaria”, puntualizó la catedrática. 

Mostró el concepto de alimentación sustentable con un gráfico que detalla las porciones que deben consumirse de los diferentes grupos de alimentos, en el que las frutas, las verduras y los granos enteros ocupan los mayores porcentajes. 

A tal enfoque alimentario debe sumarse una terapia médico-nutricional (TMN), fundamental en el tratamiento de los pacientes diabéticos, además de incentivar el consumo de verduras, frutas, granos enteros, leguminosas y carnes blancas. 

Por el contrario, instó a reducir el consumo de carnes rojas, alimentos procesados y ultraprocesados, productos elaborados con harinas refinadas y aquellos alimentos preparados con grasas trans y saturadas. 

Sánchez Montiel subrayó que la TMN debe ser personalizada para los pacientes con diabetes, sus resultados exitosos demuestran que mejora el control glucémico, disminuye la hemoglobina glicosilada, el riesgo de un evento cardiovascular, reduce el incremento del peso corporal y de la presión arterial. 

Explicó que el médico suizo Moisés Bertoni desarrolló un enfoque denominado “alimentación trofológica”, concepto surgido de las palabras griegas “trofo”, que significa alimento y “logos”, que significa “estudio”. 

Bertoni la concibió como una “ciencia única, universal y moral que trata de una nutrición completa y perfecta; conduce al metabolismo celular y endocrino que comprende la armonía científica; busca obtener el mayor beneficio de la acción enzimática de los nutrimentos que contienen los alimentos del reino vegetal para fomentar la buena digestión”. 

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